Would you lie for me? | ScarletWidow

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"Está hecho"

Se acomodó el cabello con una sonrisa, era su primer día en la nueva escuela que enseñaría, respiraba profundamente, no era la primera vez que llevaba una clase de niños de seis años, pero siempre tenía nervios, bajó las escaleras y le sonrió a su hermana que comía cereales en la barra.

– Buenos días... ¿Cómo amaneciste? – Preguntó Yelena

– Muy bien... sólo el sueño recurrente que siempre tengo cuando estoy nerviosa por algo – Mencionó preparándose un café y tostadas

– ¿Cúal? – Preguntó distraída

– Ya sabes... – Se hacía unas tostadas para desayunar – En el que estoy con esta mujer de cabello rojo que sostiene a un bebé, vamos de camino al tren, pero cuando estoy apunto de entrar, las puertas se cierran y despierto en ese momento – Describió sin tomarle importancia mientras empezaba a comer

– Deberías conseguir una novia y dejarte de ensoñaciones, Nat – Rio levemente

– Tal vez... – Suspiró dándole una mordida a su tostada – Nunca veo el rostro de ella ¿Sabes? – Añadió viendo a su hermana

– Bueno... empieza a buscarla en la vida real que tú y yo quedaremos como las hermanas solteronas para siempre en esta casa

– Habló la que siempre está en el trabajo...

– Mi trabajo es... absorbente – Se encogió de hombros – A parte que tú te la pasas entre maestras lindas con paciencia para los niños y madres solteras que ya los tienen, no creo que sea difícil el que consigas la familia que siempre quisiste

– Yo voy a trabajar, no a buscar citas, Yelena...

– Debes conseguir una pronto, porque necesito sobrinos...

– ¿Necesitas? – Alzó una ceja con gracia

– Son como los perritos, las chicas lindas siempre se te acercan cuando tienes un bebé, verán lo sensible que soy al cuidar a mis sobrinos o sobrinas, lo mejor es que tú serás la mamá así que sólo te los devolveré cuando tenga a la chica

– No vas a usar a mis bebés para conseguir citas – Frunció el ceño

– Y tú no tendrás bebés si no consigues una cita – Se encogió de hombros

– Okay, hermanita.. – Suspiró besando su mejilla – Suerte el día de hoy

– Igual

...

Entró a ese gran edificio del que nunca se sentiría parte, sabía que hubieron muchos acuerdos en los que fue envuelta, pero no le gustaba el resultado de la situación, se sentía plenamente insegura de cómo estaba todo, pero nada cambiaría, estaba prácticamente prohibida de decir cualquier cosa al respecto, claro que no le importaba.

– ¿Siempre vas a esperar por mí como un cachorro, Maximoff? – Dijo Yelena viendo a la chica de cabello rojo

– Tenía una reunión hoy aquí, voy a mi habitación, con permiso – Se dio la media vuelta empezando a caminar apresuradamente

– Deberías cambiar tu parecer... ¿No crees? – Mencionó alto deteniendo sus pasos – Llevamos dos meses en esto y está siendo un maldito infierno para todos

– No voy a hablar contigo de esto, Yelena – Emitió con la voz afilada – Y más te vale que te calles, porque puedo quitarte las ganas de siquiera pensarlo o volver a decir otra palabra que yo no quiera escuchar ¿Entendiste? – Amenazó acercándose hacia ella