Capítulo 28

41 4 0
                                    

-Nico se despertó sobre las 8:30 y vio a Cielo profundamente dormida a su lado, así que decidió levantarse con cuidado y dejarla dormir un rato más, ya que aún era algo temprano para que bajaran a desayunar al buffet del hotel. Nico agarró la ropa que iba a ponerse ese día, se fue al baño y se cambió allí, pues quería hacer el menor ruido posible. Principalmente la quería dejar dormir porque suponía que no habría dormido muy bien durante la noche, pues él se había despertado un par de veces y ella no paraba de dar vueltas en la cama. Nicolás estaba realmente preocupado por Cielo, pues, aunque aparentara estar bien durante el día, él sabía que no era así y que ella por la noche se ponía a pensar en su pasado, y temía que le fuera a hacer mal de verdad, la quería ayudar, pero no sabía cómo. Cuando Nico salió del baño, Cielo estaba recién despierta. –

Cielo: Buen día (frotándose el ojo)

Nico: Buen día, por fin te despertaste (le da un pico)

Cielo: Sí, y qué buen despertar verte así de lindo nada más abrir los ojos (sonríe)

Nico: (ríe) Es que no sabía que hacer mientras, y fui a cambiarme de ropa. ¿Cómo dormiste?

Cielo: Un poco mejor que la noche de ayer, pero creo que habré dormido como 4 horas en total (volviendo los ojos)

Nico: No podés seguir así, Cielo, te vas a enfermar

Cielo: No exageres, fueron solamente dos noches y es porque me afectó contártelo y como que abrí una vieja herida, pero ya en estos días me olvidaré y no pensaré más en eso

Nico: Si vos lo decís... espero que así sea

Cielo: Ahora me tomo un café y ya estoy como nueva, te lo juro

Nico: No es por eso, y tampoco podés estar a base de cafés para mantenerte despierta, Cielo, tenés que descansar bien

Cielo: Seguro que mañana ya duermo hasta más de 8 horas, pero no me regañes, no quiero que empecemos el día peleando (poniendo cara triste)

Nico: No te estoy regañando, solo te quiero cuidar

Cielo: Lo sé, y te lo agradezco, pero voy a estar bien, en serio

Nico: ¿Me lo prometés?

Cielo: Sí, y cambiá esa cara (se levanta de la cama y le da un beso) ¿Me cambio y bajamos a desayunar?

Nico: (asiente)

-Cielo agarró su ropa de la maleta y se fue al baño para poder cambiarse más tranquila. Allí estuvo pensando en qué quizás le había mentido un poco a Nico, porque no tenía idea de cuando iba a superar lo que le había pasado, y eso que ya habían pasado cuatro años desde ese día. En esos años no había pensado tanto en ello, pero en esos últimos dos días no hacía otra cosa que pensar en eso, sobre todo por la noche, cuando no tenía la mente ocupada haciendo otras actividades. A pesar de que contárselo a Nicolás supuso quitarse un peso de encima, también sirvió para estar reviviéndolo en su cabeza una y otra vez, y no sabía cuándo ese maldito recuerdo se iba a borrar de su mente. Cielo se lavó la cara, se vistió, se peinó, se maquilló, y cuando salió del baño Nicolás la estaba esperando sentado en la cama mirando el móvil, y al levantar la vista del móvil y verla se quedó embobado mirándola. –

Nico: ¡No podés ser tan linda!

Cielo: Al menos ahora no tengo la misma cara de cansada que antes y pude disimular mis ojeras

Nico: Eso no me importa, sos hermosa siempre (se levanta y le da un pico)

Cielo: Te amo (sonríe) ¿Vamos?

-Él la agarró de la mano y salieron de la habitación rumbo al buffet para desayunar. Allí fueron a elegir su desayuno y cuando terminaron se sentaron en una mesa que había libre. –

Nielo, un encuentro con el amorWhere stories live. Discover now