Capítulo 95

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Nico: ¿Y viniste alguna vez acá, rubia? (le guiña un ojo)
Cielo: Bastante, teniendo en cuenta que vivo acá (se ríe). Sos muy malo tirando onda, ¿te lo dijeron alguna vez?
Nico: Bueno, al menos soy simpático, por algo accediste a cenar con un completo desconocido
Cielo: En realidad fue por lástima, te vi tan solo en aquel... (se queda pensativa)
Nico: Supermercado, nos conocimos en el supermercado esta mañana, ¿ya no te acordás?
Cielo: ¿En serio, Nico? ¿No había otro lugar? (ríe)
Nico: Es lo primero que se me ocurrió, pero no te salgas del personaje
Cielo: Perdón, perdón. Pues eso, te vi tan desesperado pidiéndole salir a una desconocida en un supermercado que me dio lástima decirte que no, pero no fue por ninguna otra razón
Nico: Ah, ¿no? ¿Ni siquiera te parecí lindo?
Cielo: Un poquito lindo sí, puede ser (le sonríe y bebe un poco más de vino)
Nico: Ah, me dijiste un cumplido, es un avance (aplaude)
Cielo: Tampoco te puedo decir muchos cumplidos más allá de lo físico, pues no te conozco lo suficiente, ¿no?
Nico: Buen punto (sonríe). ¿Al menos me reconocés que hice una buena elección al pedir sushi?
Cielo: Sí, estaba todo muy rico, pero creo que era demasiado para dos, estoy llenísima
Nico: Yo igual, quizás me pasé con las cantidades (ríe). ¿Te dije ya que estás muy linda esta noche?
Cielo: Gracias (sonríe poniéndose colorada)
Nico: ¿Siempre que te dicen un cumplido te sonrojás?
Cielo: Siempre, lo sabés
Nico: Yo no sé nada, ¿te acordás?
Cielo: (se ríe) Sí, cierto
-Siguieron hablando de cualquier cosa y aguantando la risa, pues toda esa situación les causaba demasiada gracia, pero también les divertía mucho, lo que les venía muy bien, ya que hacía tiempo que no se lo pasaban tan bien juntos. –
Nico: Sé que no te conozco mucho, pero creo firmemente en el amor a primera vista, y por lo que sentí al verte en el supermercado y por lo que pude hablar con vos en este rato estoy seguro de que me quiero casar con vos
Cielo: (sonríe) Lo siento, pero ya estoy casada
Nico: Ah, ¿sí? ¿Y qué hacés acá cenando conmigo entonces? ¿Lo estás engañando? Yo no quiero que tu marido venga a cagarme a trompadas, me muero si me desfigura esta hermosa carita (señalándose la cara)
Cielo: (ríe) No, tranquilo, estoy separada
Nico: Ah bueno, ¿y por qué se separaron? Si me querés contar, claro
Cielo: Se comportó como un idiota durante todo un mes, luego la cagó más aún y al final me enojé y lo eché de la casa, de esta misma casa, de hecho
Nico: Uy, qué feo. Y contame, ¿cómo es? ¿es un mal tipo?
Cielo: No, es una gran persona que se equivocó y yo no podía perdonar, pero en todo este tiempo la estuvo remando para intentar que volviéramos y también, a pesar de todo, siguió siendo el mejor papá para nuestra hija
Nico: ¿Tenés una hija? No me dijiste
Cielo: Sí y, de hecho, tiene tu mismo apellido, porque te llamás Nicolás Bauer, ¿verdad?
Nico: (asiente) Qué casualidad, y no solo por lo del apellido, sino porque yo también tengo una hija y estoy separado
Cielo: Cómo es la vida, ¿no?
Nico: ¿Y a tu marido aún no lo perdonaste o sí? Porque dijiste "podía"
Cielo: Aún me lo estoy pensando, porque los dos nos seguimos amando y él me demostró que de verdad cambió, que no volverá a hacer nada parecido
Nico: ¿Y por qué estás acá si lo seguís amando?
Cielo: No sé, supongo que porque todavía me estoy pensando su perdón
Nico: ¿Y qué tenés que pensar más? Es obvio que tenés que volver con él, sobre todo si sabés que es amor verdadero
Cielo: ¿Y qué hay del amor a primera vista, que te querés casar conmigo...?
Nico: Sobreviviré, no te preocupes, hay mil peces en el mar
Cielo: (se ríe)
Nico: Acabemos acá esta actuación mejor, me parece que fue suficiente. Ahora en serio, volvamos (la mira fijamente a los ojos)
Cielo: Era joda lo de que me lo estaba pensando todavía, en cuanto me sugeriste la cita no dudé ni un segundo en que quería volver con vos, pero prefería que esperáramos unos días, además, fue re divertido todo esto (sonríe)
Nico: (se levanta, se acerca a ella y la besa)
Cielo: (se levanta también y sigue el beso)
Nico: (se separa) ¿Esto significa que estamos juntos otra vez? ¿Como antes, como siempre?
Cielo: (asiente y vuelve a besarlo)
-Acto seguido Cielo le quita a Nicolás la chaqueta mientras ambos se dirigen a la que solía ser su habitación sin parar de besarse. Al llegar ahí caen a la cama, Cielo arriba de Nico, ella se quita los tacones con sus mismos pies y al segundo después le va desabrochando a su marido uno a uno los botones de su camisa. Él le quita a ella su vestido rápidamente, desesperado por besar cada parte de su cuerpo, por lo que al tirarlo al suelo le da la vuelta a su mujer ágilmente quedando él arriba de ella ahora. Después de detenerse en sus labios unos segundos más, baja los besos a su cuello y luego a sus pechos. –
Nico: ¿No te pusiste corpiño?
Cielo: Se me iban a ver las tirantas con el vestido, además, quería ahorrarte trabajo (le guiña un ojo)
Nico: Sabías que iba a pasar, lo tenías todo planeado
Cielo: (asiente sonriendo)
-Los besos siguieron por su barriga y luego le quitó sus bragas, por lo que quedó totalmente desnuda. Pero ella no lo dejó continuar, pues había llegado su turno, así que le bajó los pantalones y luego los calzoncillos, quedando completamente desnudos los dos, y a partir de ahí comenzó la mejor parte. Cielo se puso arriba de él, dejando claro que ella era la que estaba al mando ahora. –
Cielo: Cuánto me alegro de no haberte pedido el divorcio, te amo muchísimo, Nico (lo sigue besando)
-Sigue dejando besos en cada parte de su cuerpo, aquel cuerpo que tanto había extrañado en esos meses. Estaba siendo la mejor reconciliación que hubieran podido tener, ambos se habían necesitado mucho y lo estaban demostrando de esta manera, así que disfrutaron cada segundo y no solo del placer que les producía el sexo, sino de sentirse amados y cuidados durante todo ese rato. La forma en la que se fundían sus cuerpos desnudos hacía que se convirtieran en uno solo y no querían soltarse jamás. A la mañana siguiente el primero en despertar fue Nicolás. –
Nico: (se queda mirando a Cielo dormir y después de un rato comienza a despertarla) Hermosa... (le acaricia la cara)
Cielo: (abre los ojos poco a poco y sonríe al verlo) Ya no me acordaba lo que era dormir abrazada a vos
Nico: Buen día (le sonríe y le da un beso en la frente)
Cielo: Buen día, mi amor
Nico: Ay, el "mi amor" con esa vocecita, por favor, te amo (la abraza y le da muchos picos)
Cielo: Yo también (le da un beso) ¿Cuándo te vas a venir a vivir acá?
Nico: Querés ir demasiado rápido vos, te recuerdo que nos conocimos ayer
Cielo: (se ríe) Qué tonto que sos
Nico: Pues tengo que hablar con mi casero y acabar el contrato de alquiler, supongo que en unos días ya me podré mudar. Igual me traeré lo principal en estos días, porque quiero que vivamos de nuevo los tres juntos ya
Cielo: Me parece bien, Paz se va a poner re feliz
Nico: ¿Y vos no?
Cielo: Obvio sí, pero me refería a que la pobre tenía que ir de un lado a otro todo el tiempo
Nico: Hablando de eso, debemos ir a recogerla ya (mirando la hora en su reloj)
Cielo: Ay no, no me quiero levantar (enreda su pierna con la de él abrazándolo fuerte)
Nico: ¿Ahora tampoco? (le hace cosquillas)
Cielo: ¡Pará, pará, ya me levanto! (riendo a carcajadas)
Nico: (para, le da un beso y le agarra la mano) Dale, vamos
Cielo: ¿Te imaginás cuando tengamos que recogerla de casa de alguna amiga o de un...?
Nico: ¡Ni se te ocurra decirlo! ¿querés que me dé un infarto a primera hora de la mañana?
Cielo: Ay, Nico, me asustaste, no vuelvas a gritar así. Aunque falten muchos años aún, tendrás que estar preparado para cuando llegue el momento
Nico: (niega con la cabeza) Me niego, es mi nena
Cielo: Me matás de ternura cuando te ponés en modo papá sobreprotector (lo abraza por detrás y le da un beso en la mejilla), pero en unos años ya no será tan tierno, te aviso
Nico: Bueno, como sea (revolea los ojos), ¿desayunamos?
Cielo: Sí, pero lo preparo yo, sos mi invitado hoy
-Nicolás fue hacia el baño de la habitación, Cielo se dirigió al otro baño y luego a la cocina para comenzar a preparar el desayuno para los dos. En los últimos meses se habían sentidos apagados, pero ahora se sentían plenos, como si ese tiempo que estuvieron separados hubiera hecho que su relación volviera más fuerte que nunca. –
Nico: En el fondo extrañaba tus tostadas quemadas (ríe)
Cielo: No te burles (le pega en el brazo), fue un poquito nada más, lo importante es que están comestibles, ¿no?
Nico: Sí, pero bueno... al menos el café te salió rico (da un sorbo a su café)
Cielo: (lo mira mal cruzándose de brazos)
Nico: ¿Qué? Te dije algo bueno, además, así me vengo de vos por el infarto que casi me provocás antes
Cielo: Sos un exagerado (ríe) y dale, date prisa, que vamos a llegar tarde, Mar me dijo que se tienen que ir dentro de un rato
Nico: Ahora me echás la culpa a mí, te recuerdo que eras vos la que se negaba a salir de la cama
-Los dos se arreglaron y se dirigieron en el coche de Nicolás a la casa de Jazmín, llamaron al timbre y les abrieron las dos chicas, con Paz en medio agarrándola cada una de una mano. –
Jaz: Pasen
Cielo: (entrando a la casa) Hola, mi amor (se agacha y le da un beso en la mejilla a Paz) Chicas, ¿cómo se portó?
Nico: (entra detrás de ella) Mi vida, ¿la pasaste bien con las tías? (se agacha a su altura)
Paz: (asiente y alza sus brazos hacia Nicolás)
Nico: Me extrañaste parece (le da un beso en la cabeza)
Paz: Pa (lo abraza por el cuello)
Cielo: (se muerde el labio inferior mirándolos con ternura)
Mar: Antes que nada, lo más importante, ¿volvieron definitivamente?
Cielo: (se ríe) Te deberían dar un premio a la menos directa
Jaz: Pero respondé, Cielo, nos morimos de intriga
Cielo: (mira a Nico)
Nico: Sí, volvimos (abraza de lado a Cielo)
Mar: ¡AAA me muero!
Jaz: Por fin, los felicito, ustedes están hechos el uno para el otro, no podían estar separados
Cielo: Ahora cuéntennos, ¿cómo estuvo la noche?
Mar: Genial, comimos chocolates, pizza...
Cielo: (levanta una ceja)
Mar: Aunque de eso obvio le dimos super poco, sobre todo comió de la comida que nos diste vos, pero es que nos pidió y fue imposible resistirse
Cielo: (sonríe) Está bien, te entiendo
Jaz: También le pusimos Rapunzel, y se quedó embobada viéndola (ríe)
Cielo: Es que es su peli favorita, ¿cómo tiene el cabello Rapunzel, mi vida? (mira a Paz)
Paz: Re laaaargo, como yo quero
Nico: Respecto a eso, vi que también tuvieron sesión de peluquería, está muy linda con sus dos trencitas mi chiquita
Mar: Sí, y enséñales tus uñas a papá y mamá
Paz: (les muestra orgullosa sus uñas pintadas de rosa)
Cielo: Me encantan, tus tías te dejaron hecha toda una princesita
Jaz: La verdad que se portó bárbaro y la pasamos increíble, así que no duden en llamarnos la próxima vez, que supongo que de ahora en adelante tendrán más salidas solos (sonríe)
Paz: (bosteza y apoya su cabeza sobre el hombro de Nico)
Nico: (mira a las chicas)
Mar: El pequeño detalle es que nos acostamos un poquito tarde, no les importa, ¿verdad?
Cielo: (ríe negando con la cabeza) Muchas gracias igual por cuidarla, se nota que la pasó bien
Mar: Yo encantada si así además contribuí de alguna forma a su vuelta, espero que sean aún más felices que antes
Cielo: (le sonríe) Hasta el lunes
Nico: Deciles adiós a las tías
Paz: Chau (las despide tirándoles un beso con su mano)
Jaz: Sos una ternura, hasta otro día, linda
-Un par de semanas después Nicolás ya se había mudado del todo a su antigua casa y poco a poco volvieron a tener las mismas rutinas que antes, poco a poco iban volviendo a ser una familia, con la diferencia de que ahora estaban mucho más felices que unos meses atrás. Su trabajo a Nico lo seguía manteniendo muy ocupado, eso era inevitable, pero ahora pasaba su tiempo libre haciendo planes con los dos amores de su vida, aunque también pasaban ratos a solas y salían con sus amigos, dos cosas totalmente compatibles e imprescindibles para una relación sana.
Pasaron Nochebuena con los padres de Cielo dándoles la gran noticia de su vuelta, y aunque tampoco gritaron emocionados, pues no eran los más expresivos del mundo, los felicitaron amablemente. El día de Navidad estuvieron los tres solos en la casa abriendo regalos y luego se fueron unos días de vacaciones a Mar del Plata para pasar el Año Nuevo con la madre de Nicolás, las vacaciones que necesitaban para que les trajeran la calma después de la tormenta.
Era mediados de febrero, habían pasado dos meses desde que Cielo y Nicolás volvieron a estar juntos y, aunque no todos los días eran perfectos y tenían alguna que otra pelea, lo lograban solucionar juntos y se reconciliaban de la mejor manera. Por otro lado, Nico estaba deseando pedirle a Cielo que se casara con él por iglesia, esa gran boda de la que tanto habían estado hablando desde que se casaron por primera vez, pero que tanto se estaba haciendo esperar, y él no quería esperar más. Así que quería planear una pequeña sorpresa para hacerle esa propuesta, para lo que necesitaría un poco de ayuda extra. Era un domingo muy soleado, estaban en casa de Malvina y Ciro, que los habían invitado para comer asado y para pasar un día de piscina, pero lo que Cielo no sabía es que había algo más detrás de aquella inocente invitación. –
Cielo: ¿Y cómo les fue en la luna de miel?
Malvina: Increíble, amiga, no te podés imaginar lo lindas que son las playas en Cancún
Ciro: Aunque hicimos varias excursiones fueron tres semanas de relax total, fue una experiencia inolvidable, además de que disfrutamos mucho del tiempo juntos solos (sonríe mirando a Malvina)
Malvina: Sí, aunque a veces extrañara mucho a mi bebé
Hope: Yo no soy un bebé, ma, y la pasé re bien con la abuela
Malvina: Claro, porque mi mamá le cumplió todos los caprichos
Nico: Entendela, es su única nieta, mi mamá es igual con Paz
Cielo: Quién se lo iba a decir a tu mamá, si casi te mata cuando le dijiste que estabas embarazada, todavía recuerdo lo asustada que estabas por decirle (ríe)
Malvina: Ya, y un día después le estaba comprando ropita (riendo). Y los que viven de luna de miel ahora son ustedes, nunca los vi tan pegotes
Cielo: Supongo que es lo que tiene haber estado tres meses separados, pero seguro en unos días lo echo otra vez de la casa (mira a Nico)
Nico: Ey, ¿qué decís? A ver si voy a ser yo el que te eche de casa
Cielo: Era una joda, mi amor (ríe y le da un beso en la mejilla)
Nico: (vuelve la cara y le da un pico)
Paz: Quero más (mira a Cielo)
Cielo: ¿Querés comer más? Qué sorpresa, hay que aprovechar, ¿querés de mi plato, mi amor?
Paz: (asiente)
Cielo: (la agarra y la sienta en sus piernas)
Paz: (agarra una patata del plato de Cielo y se la come)
Cielo: Amo verte comer solita (le da un besito en la mejilla)
Paz: Ma nooo (se queja apartándola)
Nico: A ella tampoco le gusta que la molesten mientras come, como a vos, mi amor (mirando a Cielo)
Cielo: Callate, boludo (lo mira riendo)
Nico: Pues este boludo tiene algo que decir (se levanta de la silla)
Cielo: ¿De qué hablás, amor? (lo mira frunciendo el ceño, sin entender)
Nico: ¿Te acordás del día que te pedí casamiento? (le agarra la mano para que se levante)
Cielo: (se levanta de su silla con Paz en brazos y lo mira atentamente) Sí, obvio, imposible olvidarlo (sonríe)
Nico: Yo te prometí algo, ¿no? Algo que no llegamos a cumplir
Cielo: ¿Qué? No estoy entendiendo de qué va todo esto
Nico: Te prometí que después de que naciera Paz empezaríamos a preparar el casamiento de nuestros sueños, pero nos pasaron mil cosas y no pudimos. Sin embargo, ahora, delante de estas tres personas que se convirtieron también en mi familia y delante de nuestra hija te quería preguntar si te gustaría empezar a organizarlo juntos cuanto antes. O, en otras palabras, ¿querés casarte otra vez conmigo?
Cielo: Sí, sí, sí (le da un beso), nada me haría más feliz que casarme otra vez con vos, me casaría con vos mil veces si es necesario
Malvina: (aplaude) Me esperaba un discurso más elaborado por tu parte, pero bien hecho, Bauer
Nico: Fue todo demasiado improvisado, perdón (riendo)
Cielo: Esperá, ¿vos sabías que iba a pasar esto? (mira a Malvina)
Malvina: Obvio, ¿por qué pensás que fue la invitación? Los quería ver también, pero tenía doble intención (le guiña un ojo)
Ciro: Nico creía que iba a ser muy especial si te lo decía delante de nosotros, los felicito (sonríe)
Malvina: Es que tenían que estar también los padrinos presentes en la propuesta, ¿o me estoy adelantando y no lo somos?
Cielo: Está clarísimo que son ustedes, ¿quién más iba a querer que lo fuera sino? Además, nosotros lo fuimos de su casamiento, es lo que toca (sonríe)
Hope: ¡Felicidades, tíos!
Cielo: Gracias, mi vida, ¿qué te parece ir a dos casamientos en menos de un año?
Hope: Me encanta
Cielo: No puedo esperar tampoco para ver a Paz dándonos los anillos, si no lloro en ese momento será un milagro
Nico: Ni yo, será la más linda del casamiento además de la novia (le da un beso en la cabeza a Paz)
Cielo: Espero que esta vez cumplas tu promesa, Nicolás, porque me dijiste lo mismo en el aeropuerto antes de irte a tu viaje de negocios y al final nada (se cruza de brazos)
Nico: Lo juro, en unos meses este mismo año estaremos casados por iglesia (le sonríe)
-Unos días después se pusieron manos a la obra, esta vez se lo tomaron mucho más en serio y, aunque estaban ocupados cada uno con su trabajo y con sus cosas, siempre buscaban un ratito para ponerse. Decidieron que esta vez sería diferente, pues no pensaban aplazarlo mucho, se querían casar sí o sí ese mismo año, pero aún no se ponían de acuerdo en la fecha. –
Cielo: (entra en la cocina y lo abraza por detrás) ¿Ya está la cena?
Nico: Casi, estoy terminando. Viniste temprano hoy, ¿no? (se da la vuelta y le da un pico)
Cielo: Vos también, ¿no tenías reuniones hoy?
Nico: Sí, algunas, pero me cancelaron las dos últimas y fui a recoger a Paz a lo de tus papás
Cielo: Hola, mi vida, ¿cenaste ya vos? (le da un beso en la frente a Paz)
Paz: (asiente y le echa los brazos a Cielo)
Cielo: No querías estar más en tu sillita, ¿no?
Nico: ¿Te gustó la cena, chiquitita? ¿Quién preferís que te haga la comida, mamá o papá?
Paz: (los mira a los dos varias veces, indecisa) Papá
Cielo: ¿Cómo le preguntás eso? Era obvio que iba a salir perdiendo yo (se cruza de brazos)
Nico: Lo hice para molestarte (le da un beso en la cabeza)
Cielo: La voy a acostar, vos ya la bañaste, ¿no?
Nico: (asiente)
Cielo: Pues entonces creo que ya es hora de dormir, señorita
Paz: Nooo
Nico: Últimamente le encanta esa palabra
Cielo: ¿Y qué te parece si te leo un cuentito?
Paz: (sonríe)
Nico: (las mira, enternecido)
Cielo: Cuando vuelva quiero hablar con vos de algo importante
Nico: Qué casualidad, yo también
-Cielo fue a la habitación de Paz a intentar dormirla y, por suerte, no fue tan difícil, pues después de leerle unas cuantas líneas del libro su hija ya estaba profundamente dormida. Al llegar a la cocina se encontró a Nicolás sentado y con la comida ya servida. –
Cielo: Al final fue fácil (se sienta a su lado) ¿Quién primero?
Nico: Hablá vos primero si querés
Cielo: Está bien. Estuve pensando en la fecha de nuestro casamiento y creo que se me ocurrió la fecha perfecta, que no es ni muy temprano ni muy tarde y que, además, es muy especial: 25 de septiembre
Nico: Nuestro aniversario de novios, me encanta (sonríe)
Cielo: Pues ya tenemos eso resuelto. ¿Vos qué me querías decir?
Nico: Eeeh (mira para abajo), es que no sé muy bien cómo decírtelo
Cielo: (le pone una mano en el brazo) Estás nervioso, lo noto
Nico: Sí, pero no importa, no voy a dar más vueltas, te lo voy a decir de una, allá vamos... quiero tener otro hijo con vos

Nielo, un encuentro con el amorOnde histórias criam vida. Descubra agora