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Jeno estaba acostado en su cama cuando tocaron la puerta de su habitación, se levantó lentamente, fue a abrir y se encontró con una de sus empleadas.

—Joven Jeno, sus padres acaban de llegar y están preguntando por usted.

—¿Donde están?

—Su madre en su habitación y el señor Lee en su oficina.

—Okey, en un momento voy, puedes retirarte.

La chica hizo una reverencia y caminó hasta las escaleras.

El pelinegro entró a su habitación, tomó su teléfono y luego fue hacia el ascensor para ir en busca de su madre.

Cuando llegó al segundo piso caminó por el pasillo y cuando llegó a la puerta de la habitación de sus padres le dio tres golpes.
Segundos después la puerta se abrió y dejó ver a su madre con una bata de baño y un cepillo en sus manos.

—Hola, mi amor ¿Cómo estás?— le preguntó su madre mientras le daba un beso en su mejilla.

—Hola mamá, estoy bien ¿Cómo te fue?

Ambos entraron a la habitación, Jeno se sentó en la cama mientras su madre fue al tocador para seguir peinandose.

—Pues creo que bien, aunque tuve que aguantarme a la secretaria de tu papá coquetandole durante todo el viaje— dijo mientras lo miraba a través del espejo.

Jeno soltó una risita— Ay mamá, no seas exagerada, ella solo hace su trabajo.

—Claro, su trabajo es decirle con una voz muy sexy que firme unos papeles y tu padre hace todo lo que ella le pide ¿Por qué conmigo no es así? Yo puedo insistirle miles de veces que me haga un masaje y él no lo hace.

—Quizás es por que se lo pides cuando está ocupado.

—Pues es por que siempre está ocupado, ya ni siquiera tenemos intimidad.

Jeno sintió sus mejillas arder— No quería saber eso.

La mujer soltó una risita y se dio la vuelta para acercarse a él, se sentó a su lado y le acomodó un mechón de cabello.

—¿Cómo vas con Yeeun?

—No sé para que me lo preguntas si ya sabes la respuesta.

—¿Hablaron algo de la boda? Ya falta poco para ese día, dime qué no la dejaste haciendo todo sola.

—Pues si, ya te dije que no me quiero casar con ella, no la amo.

—Mi amor, tú padre y yo nos casamos sin sentir nada por el otro y miramos ahora, te tuvimos a ti y eres lo mejor que nos pasó, no tienes que estar enamorado para casarte con alguien.

—Pues yo no voy a cometer el mismo error que ustedes, no voy a casarme, mamá, no con ella.

—No entiendo por que te niegas a casarte, antes decías que la amabas y que no podías vivir sin ella.

—Eso era antes, ya no la amo, ya no siento nada por ella y no me quiero casar.

—Pero tienes que hacerlo, cariño, ya no hay nada que puedas hacer.

Jeno suspiró enojado y se levantó de la cama para empezar a salir de la habitación— Voy a ver a papá.

Caminó por el pasillo y llego al final de este, ahí había una puerta la cual no se molestó en tocar, la abrió sin ningún aviso y se encontró con su padre hablando por teléfono.

Apenas el mayor lo vio colgó la llamada y dejó su teléfono en el escritorio.

—Hola hijo, siéntate.

Stripper - NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora