Por: Natsuflado69
"¿Por qué tuvo que pasar esto? ¿Enamorarme de él? Esto no puede ser verdad. Esto no es amor. ¿O sí?" ¡Estos son los pensamientos que rondan no solo la cabeza de una niña, SINO DE MUCHAS OTRAS! Sigue a Natsu mientras se enamora de...
¡Vuelvo otra vez con otro capítulo de El dragón y las hadas! La gente ha estado revisando y pidiéndome que haga otro capítulo, así que... ¡aquí está! ¡Espero que les guste! Además, la ganadora de la encuesta fue...*inserte redoble de tambores para darle un toque dramático*...¡LISANNA! ¡Así es, amigos! Por un voto sobre Levy, Lisanna se dispara a sí misma hasta la cima, lo que me obliga a crear un escenario en el que Lisanna elige unirse al harén de Natsu... ¡Malditos sean todos :D! Jaja es broma... tal vez.
Además, para todos los efectos de mi historia, Lisanna y Mirajane viven en Fairy Hills. Solo hace que sea más fácil para Natsu... "Hacer lo suyo" si me entiendes... quiero decir, por supuesto que lo haces... ¿verdad? Meh, lo que sea. *Se aleja y se sienta a escribir.*
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Descargo de responsabilidad: En el primer capítulo.
Tuitear Tuitear
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Los sonidos de numerosos pájaros resonaron por todo Magnolia; sus armoniosos tuits despertando a los ciudadanos de la ciudad justa.
Mientras los pájaros continuaban con su ritual matutino diario, en la habitación de cierta mujer de cabello color marfil, los rayos de sol parpadeaban en los ojos de la chica, asomándose a través de las persianas ligeramente abiertas de su habitación.
Lentamente, se abrieron para revelar ojos azules brillantes que podrían rivalizar con el más azul de los océanos.
La chica trató de bloquear el sol tapándose con su manta, pero ya podía sentir que su cuerpo comenzaba a despertar lentamente.
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Ella suspiró abatida por haber sido despertada tan temprano, pero una sonrisa pronto comenzó a adornar sus deliciosos labios por otro día esperando para comenzar.
Su cuerpo se empujó lentamente hacia arriba y estiró los brazos hacia arriba mientras dejaba escapar un suave bostezo, lo que provocó que las sábanas cayeran hasta sus caderas, revelando su cuerpo casi desnudo.
