I. Sudadera

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— I wanna know, know, know, know... What is love? sarang-i eotteon neukkiminji —cantaba al ritmo de la música, a veces desentonando en algunas partes, pero dándole sentimiento a la canción.

Tenía audífonos, entonces nadie podía escuchar el instrumental de la canción que cantaba.

— I wanna know haru jong-il utgo itdaneunde —empezó a bailar un poco, aún sin moverse demasiado pero con una sonrisa en el rostro— I wanna know sesang-i da areumdapdaneunde —sabía la letra a la perfección, por eso no se equivocaba en la pronunciación.

Algunas personas que pasaban por ahí se reían en forma de burla y otra se reían por lo feliz que se veía al cantar y la aura que transmitía, una muy alegre.

— I wanna know, know, kno- —fue detenido por un golpe en su cabeza.

— ¡Hinata boke! —exclamó Kageyama, la persona que lo acompañaba ahora mismo— ¡Todos se están burlando, nos haces pasar vergüenza!

Mintió, eso era una completa mentira, a Kageyama le encantaba escuchar a Hinata cantar o hacer cualquier tonteria aunque estén bajo la mirada de todos.

Shoyo se quitó los audífonos y se sobó la cabeza, intentando calmar un poco el dolor que le había quedado, también miró a los ojos azules de Kageyama que tanto adoraba, con un pequeño puchero indignado.

Kageyama volteó el rostro para que el pequeño no pudiera ver el sonrojo en su rostro.

— Lo siento, Kageyama —dijo intentando parecer serio.

Y eso a Tobio le sorprendió, puesto que Shoyo siempre le devuelve el insulto o hacia cualquier cosa para molestarlo también. Pero hoy está bastante raro, pues se ha quedado muy tranquilo y solamente se disculpó.

Kageyama se sintió algo culpable por eso y hizo una mueca.

— ¿Quieres... Entrar allí? —señaló con su dedo índice, una tienda donde vendían ropa deportiva.

— ¡Sí! ¡Vamos! —no dudó ni un segundo en su respuesta, y seguido de eso, corrió hasta llegar a la mencionada tienda.

Kageyama sonrió suavemente siguiéndolo.

...

— ¿Qué tal me quedan estos shorts? —le cuestionó el de baja estatura al más alto.

Y pues como le quedarían mal, si eso resaltaba muy bien sus anchos y un poco trabajados muslos. ¿Cómo se sentiría apretarlos? Seguramente deben ser muy suaves, además tener tu cabeza recostada ahí pueden darte ganas de quedarte ahí durmiendo por siempre. Sin querer tal vez se quedó mirando de más y por mucho tiempo, entonces Hinata ladeó un poco su cabeza confundido.

— ¿Kageyama? ¿Estas bien? —al no recibir una respuesta, pensó que seguramente le quedaban mal— Creo que me quedan mal.

— ¡No! —reaccionó— Es decir... Sí, están bien.

El señuelo del Karasuno no pudo evitar sonreír ante el –tal vez– cumplido del de cabello azabache.

Fue corriendo a pagarlo bajo la mirada avergonzada del armador.

...

No recordaba como llegaron a esa situación, pero ahora el par de tontos se encontraban bailando música de Twice, o bueno, al menos eso intentaba el pelinegro.

Solo recordaba un "si no bailas, pierdes" de parte de Hinata, y ahora estaba intentando coordinar con él, porque él nunca perdía.

La canción que sonaba era Feel Special.

Yes or yes - 𝗸𝗮𝗴𝗲𝗵𝗶𝗻𝗮 -Where stories live. Discover now