Yes or yes - 𝗸𝗮𝗴𝗲𝗵𝗶𝗻𝗮 -

IV. Especial

...

— Yamaguchi y Tsukishima hacen linda pareja, ¿No crees? Se ven muy lindos juntos —no pudo evitar decirle eso a Kageyama cuando vió a esos lindos novios besándose.

— Sí —pensó en lo que iba a decir por un corto tiempo— ¿Te gustaría tener una pareja también? —soltó al pasar unos segundos.

— Tal vez... Si es la persona que me gusta, sí. Sin dudas sí —se sonrojó, pues la persona de la que habla estaba al lado suyo.

— ¿Y quién te gusta? —preguntó con intriga.

— Pues... Es pelinegro, tiene los ojos azules... ¡Como el cielo! También es muy gruñon y... También es muy alto —no lo pensó, no pensó ni una sola palabra, todo le salió del corazón, lo describió tal y como es.

— Oh, ya veo —se sonrojó también, pues la persona a la que describía Hinata era igual que él— Debe ser muy atractivo, ¿No?

— Lo es —sonrió— ¿Y a tí, Kageyama-kun? ¿Quién te gusta?

Tobio sonrió y los ojos le brillaron, pues podría describir a la persona que lo trae locamente enamorado desde hace tiempo.

— Su cabello siempre está despeinado, tiene ojos castaños y una deslumbrante y hermosa sonrisa —lo miró— Y también tiene una belleza angelical, parece verdaderamente un ángel.

— ¡Vaya, Kageyama! Ella verdaderamente te tiene enamorado —río, aunque en su interior estaba muy confundido.

— Él —corrigió.

— Entonces él debe ser muy afortunado.

— No —negó— el afortunado soy yo, por tenerlo a él.

Shoyo ya no sabía que decir, solo se quedó callado, pensando. ¿Quién puede ser la persona de la que habla Tobio?

...

Hinata recuerda ese día.

El día en el que conoció su a primer y único amor.

El día en que conoció a Kageyama Tobio.

Kageyama apareció repentinamente con una estúpida y deslumbrante corona, y aunque en ese momento ni si quiera se molestó en mirarlo, solo pasó de largo mientras el otro se quedaba quieto en su lugar admirandolo.

Aun así, más tarde Shoyo logra captar la atención de Tobio con su increíble salto y sobre todo, con su energía y facilidad para animar a su equipo para que no se rindieran.

Al finalizar el partido, Hinata tomó valentía y corrió hacia Kageyama para enfrentarlo frente a frente, jurando venganza y diciendo que él será el que esté más tiempo en la cancha.

En ese momento no pudo evitar soltar algunas lágrimas gruesas que hicieron al corazón de Kageyama ablandarse y latir rápidamente.

En todo el tiempo libre que tuvo, jugó al Volleyball con dedicación y esfuerzo, para cumplir la promesa que le hizo a Kageyama.

En cambio, Kageyama, aunque también hizo eso, no pudo dejar de pensar en esos lindos ojos, esa encantadora sonrisa y esos hermosos labios. Su rostro en general era bello.

Tobio entendió el significado de Serendipia; el hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta.

Nunca estuvo interesado en el romance, solo buscaba poder hacerse más y más fuerte en el volleyball. El conocer a Shoyo fue una serendipia para Tobio.

Ansiaba poder volver a verlo y conocer más sobre él y sobre todo lo que transmitían sus ojos, porque podía ver un mundo entero en ellos.

Quería saber en dónde estaba ahora y qué estaba haciendo, si estaba feliz, enojado, triste o cualquier otra cosa.