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Mis piernas se encontraban entre las ágiles caderas de Yibo, mientras sus manos abrazaban mi cuello en un apasionado beso

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Mis piernas se encontraban entre las ágiles caderas de Yibo, mientras sus manos abrazaban mi cuello en un apasionado beso. Sus manos acariciaban suavemente mis piernas, mientras la ropa se convertía en un estorbo insignificante. — Yibo... Ah... Mngh... —

¿Estaba bien si nos entregábamos a este deseo en el confort del sillón?

Con un firme agarre en mi trasero, me dejó caer delicadamente en el mullido sillón. Levantó mi polera, permitiendo que sus manos se deslizaran por mi abdomen hasta llegar a mis pezones, provocando un gemido de placer al jugar con ellos. — Yibo... Yo... Quisiera hacerte una pregunta... — Dije, tratando de articular mis palabras de manera precisa.

— Dime, mi amor. — Respondió con una voz seductora. No quería interrumpir este momento tan exquisito, pero no podía dejar que la duda persistiera. — ¿Qué... conversaste... con Wen Han? —

Él se detuvo al escuchar aquel nombre, me miró con una expresión de incredulidad. Inhaló profundamente y respondió. — Me confesó su arrepentimiento por todo lo que me hizo, expresó su deseo de volver a estar juntos... Reconoció que fue un tonto al darse cuenta tan tarde de su error... Pero le dejé en claro que tú eres quien me atrae. — Sonrió de manera pícara.

También sonreí, y le di un beso fugaz en los labios. Como si ese gesto fuera una señal para continuar, él se lanzó sobre mí, buscando besarme con mayor intensidad. Estaba dispuesto a desabrochar mis pantalones cuando, de repente, alguien llamó a la puerta. Yibo volteó hacia la puerta con frustración. — Maldición. —

No pude contener la risa. — Vamos, ve a abrir. — Le dije, y él, resignado, obedeció. Abrió la puerta de mala gana. — ¿Quién demonios... — Estuvo a punto de decir algo, pero se arrepintió al recibir un golpe.

— ¡Yo no te enseñé esos modales! ¿Así es como recibes a tu madre? —

Al escuchar la voz de la señora Wang, rápidamente tomé una almohada que se encontraba en el sillón y la coloqué estratégicamente para ocultar mi erección.

La señora Wang entró y se encontró conmigo, sonreí nerviosamente. — Hola... Seño- — Me detuve al recordar que me pidió que la llamara mamá. — Mamá... —

La señora Wang parecía estar evaluando la situación. Maldición, Yibo.

— Ya veo... Creo que los interrumpí. — Mamá sonrió de manera pícara. Me avergoncé al darme cuenta de que ya había entendido la situación.

— Sí, madre. Interrumpiste en el mejor momento. — Yibo se quejó mientras se acercaba, frotándose la cabeza donde había recibido el golpe de su madre. Maldito descarado...

Creo que el único que sentía vergüenza en ese momento era yo.

Me sumergí en una ducha fría para enfrentar aquel deseo y luego regresar junto a mamá para entablar una conversación. Yibo apareció, ya cambiado después de haberse arreglado. Habíamos olvidado que era fin de semana, y la madre de Yibo siempre nos visitaba en esos días.

Nerd = Playboy [Yizhan]Where stories live. Discover now