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Fish se encontraba dentro de la cocina, acurrucada junto al horno en un intento desesperado por combatir el frío que aún persistía en su cuerpo. Villalobos, junto a la señora Sakura, observaba la escena con una sonrisa en el rostro, entre divertido y comprensivo.

Villalobos: Siempre es lo mismo en temporada de frío. Fish no lo pasa bien, pero se niega a tomar las clases desde casa.

Sakura, mientras continuaba atendiendo las tareas de la cocina, negaba con la cabeza con una expresión de complicidad.

Sakura: Esa chica tiene una voluntad de hierro, pero también es terca como una mula. No dejará que el frío le impida estar presente.

En ese momento, Violeta se acercaba sigilosamente a Villalobos, intentando sorprenderlo. Sin embargo, para su sorpresa, Villalobos había colocado estratégicamente una lata de café amargo, la bebida que Violeta solía tomar con regularidad.

Villalobos: ¡Hola, Violeta! Aunque no te vi acercarte, siempre logro percibir tu cercanía.

Violeta, un tanto desconcertada por el hecho de que Villalobos la hubiera descubierto, no pudo evitar sonreír y saludarlo de vuelta.

Violeta: Parece que no hay secretos que se te escapen, Villalobos. Siempre tan atento.

Villalobos, sonriendo de manera cómplice, la miraba de reojo cuando de repente Kurama se aproximaba. La presencia fría de Kurama hizo que Violeta interpretara su cercanía como un posible ataque. 

Dejando la lata de café a un lado, Violeta se movió ágilmente, intentando apartar a Kurama. Sin embargo, Kurama anticipó sus movimientos y la detuvo antes de que pudiera actuar.

En ese momento, Violeta se encontró en una posición comprometida. Villalobos, al percatarse de la situación, giró su cuerpo para hablar con Kurama sin esperar que ella mantuviera firme el cuerpo de Violeta contra el suyo. Villalobos luchaba por mantenerse de pie y evitar caer junto a ella.

Kurama, con su expresión imperturbable, al percibir el aroma de Violeta, la soltó rápidamente y retrocedió con cautela, disculpándose antes de desaparecer con su comida.

Kurama: Lamento el malentendido. No fue mi intención incomodar.

Violeta, intrigada por la presencia de alguien que podría ser un desafío para ella en el futuro, sonrió de forma amenazante. Sin embargo, su atención fue desviada cuando sintió el latir acelerado de un corazón cercano. 

Buscando la fuente de aquel sonido, descubrió que eran las manos de Villalobos en su cintura. Titubeando por la repentina cercanía, Violeta intentó encontrar las palabras adecuadas.

Violeta: ¿V-Villalobos? ¿Qué estás haciendo...?

Villalobos, con una sonrisa pícara en su rostro, respondió con voz suave y entrecortada.

Villalobos: Solo... quería asegurarme de que estuvieras bien. Parece que te metiste en un pequeño lío.

Ambos se quedaron en silencio por un instante, sintiendo la cercanía entre ellos.

Momentos después, Villalobos se encontraba sentado junto a Fish, quien devoraba su sopa en un intento de entrar en calor. Violeta, tomando su bebida en silencio, observaba la escena mientras Villalobos reía ante la actitud de Fish, quien se quejaba entre dientes por el evidente frío.

Fish: E-es...tá tan f-frío... ¡P-pero esta sopa está d-deliciosa!

Villalobos: Parece que el frío no te quita el apetito, Fish. Siempre encuentras la forma de disfrutar de la comida.

Fish: ¡Claro que s-sí! E-es la mejor p-part...e del i-invierno.

Violeta, mientras escuchaba el diálogo entre Villalobos y Fish, no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa. 

Aunque el frío seguía siendo un desafío para ella, la calidez de aquellos momentos compartidos parecía mitigar en parte su incomodidad.

Tomando otro sorbo de su bebida, Violeta se sumergió en sus pensamientos, admirando la forma en que Villalobos cuidaba de Fish y disfrutaba de los pequeños momentos de la vida cotidiana. Era una escena reconfortante que, de alguna manera, lograba disipar el gélido ambiente que los rodeaba.

Mientras Kurama se alejaba de los salones, chocó con Kazuma, quien caminaba junto a Jin. Kurama, sin expresión alguna, intentó pasar de largo, pero Kazuma la detuvo, molesto al ver que la pequeña figura intentaba evadirlo después del choque.

Kazuma: ¡Oye, espera un momento! No puedes simplemente irte así.

Sin embargo, Kurama no cedió y, con un ágil salto, se posó en la ventana cercana a Jin, quien se sobresaltó por la repentina reacción. Kurama observó curiosa a Jin, cuyo rostro estaba parcialmente cubierto, y susurró sarcásticamente como si su descubrimiento le irritara de cierta manera.

Kurama: Otro lobo por aquí... Qué sorpresa.

Jin, confundida por el comentario, estaba por preguntar el porqué, pero antes de que pudiera hablar, Kurama se dejó caer hacia la nieve, desapareciendo de su vista y dejando a Jin intrigada y desconcertada por la breve interacción.

En ese momento, Peter intentaba pasar de largo, pero Jin lo detuvo y abrió su propio abrigo, abrazándolo. Peter se sorprendió por el gesto, pero al sentir el calor reconfortante, decidió acurrucarse y respirar aliviado al no percibir más el frío.

Jin: ¡Hola, Peter! ¿Necesitas un poco de calor?

Peter, animado por la oportunidad de entrar en calor, respondió con entusiasmo y se dejó abrazar por Jin.

Peter: ¡Gracias, Jin! Realmente necesitaba esto para entrar en calor.

Kazuma, que observaba la escena con una mueca de incomodidad, decidió alejarse, evitando ser testigo de la forma en la que Jin se encariñaba con Peter.

Durante las clases recreativas, Violeta y Villalobos se dirigían hacia el salón de esgrima, encontrándose con Peter en el camino. Villalobos se percató de que Peter caminaba en dirección contraria a ellos y le saludó animadamente.

Villalobos: ¡Hey, Peter! ¡Qué bueno verte! ¿Hacia dónde te diriges?

Peter, tras haber pasado un rato con Jin y sentirse más tranquilo, respondió con entusiasmo al saludo de Villalobos.

Peter: ¡Hola, Villalobos! Estaba pensando en ir a mi taller de tecnología. Tengo algunas ideas geniales que quiero poner en práctica. ¿Y ustedes van a esgrima?

Violeta, observando la interacción sin expresión alguna, decidió adentrarse a la sala sin decir nada.

Tras presenciar la forma en que Violeta se adentraba a la sala sin expresión alguna, Peter quedó enmudecido, creyendo que de alguna manera la había incomodado. Villalobos, riendo por la expresión de Peter, decidió explicarle la personalidad reservada de Violeta.

Villalobos: No te preocupes, Peter. Violeta es así, a veces puede parecer un poco distante o reservada, pero es solo su forma de ser. No tienes que tomarlo personalmente.

Peter, comprendiendo la situación, asintió y decidió despedirse, ya que no quería retrasarse más en su camino hacia el taller de tecnología.

Peter: Entendido, Villalobos. Gracias por aclararlo. Me despido entonces. ¡Nos vemos más tarde!

Con una sonrisa, Peter se alejó, dispuesto a sumergirse en sus proyectos tecnológicos sin preocuparse por malentendidos. 

Con el tiempo avanzando, las vacaciones se adelantaban, y Fish, aún temblando y tartamudeando de emoción, expresaba su felicidad al saber que pronto volvería a su cama térmica, que le brindaría calor día y noche.

Fish: ¡F-f-felices v-v-vacaciones! V-volveré a mi cama c-c-calentita. ¡E-e-estoy emocionada!

Villalobos, riendo por la forma en que Fish celebraba, extendió instintivamente su mano, pues sintió que Violeta se acercaba. Sin embargo, para su sorpresa, en lugar de tomar su mano, Violeta frustrada por un percance en sus clases, lo abrazó.

Villalobos quedó sorprendido por el abrazo inesperado, pero rápidamente correspondió al gesto, rodeando a Violeta con sus brazos.

Villalobos: ¿Qué sucedió, Violeta? ¿Estás bien?

Violeta, apoyando la cabeza en su hombro, encontró consuelo en el abrazo.

Violeta: Solo un contratiempo en mis clases, nada grave.

"Entre el Viento y las Memorias: Orígenes" @YumenonakadeWhere stories live. Discover now