De vuelta a casa, Aemond.

654 87 3
                                    

—Estás más alto — comenta Lucerys en un tono juguetón — un estirón más y ya me pasarías.

—¿Eso te gusta?— Aemond se atreve a pasar sus manos por detrás de la cintura de Lucerys — Siempre he pensado que te gusta ser más alto que yo, es una forma de decir quién manda — se burla, recibe un golpe de Lucerys en el brazo por ello — es una broma mi amor.

—Has tomado mucha confianza, ya me tuteas — regaña Lucerys — respeta a tus mayores — bromea.

—Respeta a tu rey— muerde su oreja en juego, consigue un forcejeo y una risa bastante mal disimulada de Lucerys.

— aún no eres un rey— se queja entre risas — y aún eres menor, y aún eres más pequeño que yo, pícaro.

—¿Ves? Se quieren — señala al par a la lejanía — tomaste una buena decisión, es lo mejor para el reino.

—Gracias por tu asistencia, siempre estás atento en esto Daemon — Viserys le sonrie con cariño — ¿Volaras? — inevitablemente los ojos de su hermano van a su vientre.

— cumplí las 8 lunas, ya no puedo — sonríe con más cariño del estrictamente necesario — ¿Podría mi hermano permitirme ir con él? — sus ojos se agrandan poco a poco y Viserys solo asiente contento.

—¿Pasarás tu parto en Kings Landing? — se atreve a preguntar.

—No, estaré unos días y luego regreso a marcaderiva con mi alfa.

—¿Por qué no vuelves?

—¿Volver a dónde?

—A casa.

Daemon sonríe para que su hermano no se vea repentinamente afectado — Vamos a casa hermano.

— ¿Ese es tu traje de vuelo?

— ¿Por qué? ¿Te gustaría que fuese más así? — Lucerys se atreve a abrir un poco la cuerina de su pecho, cuando el sonrojo ataca la cara de Aemond se vuelve a aprovechar — ¿O así? — junta sus pechos y los saca más, aunque casi no tiene nada por el ángulo y los pechos de quién son Aemond está casi tan rojo como un tomate, incluso llega a sus cejas — es mucho, tienes razón — quita sus manos de su pecho — tal vez debería ajustarlo aquí — toma la mano de Aemond y la coloca en su trasero, cuando el mayor está tan avergonzado que no puede moverse Lucerys frena satisfecho —  Vamos a casa Aemond — toma la mano del alfa y lo guía hasta el solar de dos dragones.

La llegada fue bastante esperada en Kings Landing, se hicieron canciones hablando de los futuros reyes en su dragón verde, tan viejo como la conquista misma.

Habían pasado casi 159 años desde que Kings Landing no veía a Vhagar, el regreso de la dragona solo significó el regreso de una vieja era, una era cuando las hermanas omegas gobernaban al mismo nivel que el alfa.

Tal vez eso signifique, piensa Daemon al ver a Vhagar sobre volar Kings Landing con Aemond y Lucerys en su lomo, tal vez todo lo que pasó y han hecho es para regresar a sus inicios, a sus raíces.

Cuando los omegas gobernaban.

Y todos saben, que eso pasara de vuelta, el regreso de Vhagar marca el regreso de una era tan vieja y recordada.

Antes que las costumbres andalas interfieran en las costumbres Targaryen.

Un nuevo inicio para los dragones, un nuevo inicio para los omegas, un nuevo inicio para Lucerys.

Se busca un buen alfa - lucemondWhere stories live. Discover now