Capítulo II

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Pido una disculpa por las faltas de ortografía qué llegue a haber.

Traigo uñas postizas y es complicado escribir así jaja. Lo lamento ^^"

*

Sangre, sombras, sudor, gritos...

Un remolino interminable de escenas deslumbrantes y dolor inmensurable qué sólo daba vueltas por su cabeza. Quería que se detuviera, que dejaran de aparecer esas feas imágenes en su cabeza, estaba harto de todo y de todos, estaba...

"Los hermanos de un reino lejano están fragmentados..."

Aquella voz le susurraba a sus espaldas clavando sus uñas sobre sus hombros, ríos de sangre cubrían la tierra y el grito de los árboles quemándose acuchillaban su mente.

"Te unirás al cuervo sin alas..."

—Basta, ya cállate —susurró tapándose los oídos con fuerza comenzando a correr. Intentaba alejarse inútilmente de aquella voz espectral y de todos los muertos qué lo seguían.

"La noche de tormenta será tu ruina..."

—¡Basta, por favor basta! —tropezó con una piedra salida y se retorcido en el suelo. Sentía una presión en el pecho qué le impedía respirar—Basta, duele...—sollozo, sentía que le estaban quemando el corazón.

"La muerte te esta buscando"

—¡Basta! ¡Basta! ¡BASTA! —

—¡Meliodas! ¡Meliodas despierta! —abrió sus ojos con la respiración agitada y las lágrimas cayendo por sus mejillas. Se sentó en su cama con rapidez sintiendo un mareo potente y luego se quedó perdido viendo a la nada. Pasaron dos minutos exactos para que su corazón se calmara y pudiera ver a su hermano menor a su lado viéndolo con preocupación.

Zeldris...

Su hermanito estaba ahí con él.

—¿Qué pasó? —preguntó algo confundido.

—¿Por qué preguntas lo obvio? —el menor rodó los ojos—Tuviste esas pesadillas de nuevo y tu poder...—ni siquiera tuvo que terminar la frase, meliodas alzó la mirada para observar su panorama y pudo ver el techo de su casa levantado por la rama de un árbol, varias raíces rompiendo el suelo, enredaderas sobre las escaleras y la ventana tapada por hojas—Lo hiciste, de nuevo— meliodas gruñó en bajo y se dejó caer en si cama con fastidio.

No era la primera vez que eso pasaba. Solía sufrir por las noches por su pesadilla, era una solamente, la misma desde que tiene memoria. No podía reconocer bien de que trataba, pero si podía decir que eran sangrientas, muy sangrientas.

Su magia sentía su desesperación e inconscientemente terminaba creando un desastre.

—Lo lamento zel, ya mismo lo arreglo—se levantó con un suspiro aún algo adormilado y bajo las escaleras hasta llegar al centro de la casa, una vez ahí, estiró sus manos, cerros los ojos y entonces pequeños destellos verdes comenzaron a salir de sus dedos creando estrellas pequeñas qué revoloteaban alrededor de sus manos. Se. Concentró tanto como podía, sintiendo la tierra conectada a su corazón y mente, escuchando el susurro de la diosa de la tierra en el oído e indicándole al árbol monstruoso qué había invocado qué volviera a descansar.

Poco a poco, las ramas que atrapaban el techo empezaron a encogerse hasta dejar la estructura en su lugar, las hojas en las ventanas se fueron volando permitiéndole a zeldris ver hacia afuera, las raíces en el suelo se ocultaron bajo tierra y las enredaderas en las escaleras se arrastraron como serpientes hasta salir por las ventanas. Cuando finalmente termino, meliodas soltó un jadeo de cansancio y se tambaleó levemente.

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⏰ Last updated: Jun 16, 2023 ⏰

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Eterna Monarca (PAUSADA)Where stories live. Discover now