Esencia de ángel

2. El intercambio de votos

Lucas

No podía creer que una boda que esperaban miles de personas en el mundo para mí fuese la más aburrida del mundo. Si que es verdad que el escenario de la boda era el más bonito que había visto jamás, y muy a mi pesar creí estar por un momento cómodo en la boda, hasta que llegó el momento de celebrarlo por todo lo alto en el banquete.

Era de esperar que en el momento de salir del hotel iba a estar abarrotado de periodistas ansiosos por conocer algunas declaraciones de la boda "más esperada del año" según ellos. Una vez pasado todo el momento de los flashes y las luces que no sabía ni de donde venían, nos subimos en la limusina y decidí llegar con mi padre a la boda, y después de eso lo vería intercambiándose votos con la que iba a ser mi figura materna, la que había desaparecido por completo en el momento que mis padres deciden separase. Para ella tener un hijo había sido un entretenimiento más igual que el matrimonio con mi padre.

El caso es que llegué a los bancos donde íbamos a estar sentados, frente a una hermosa playa y un mar que ese día estaba calmado, mi padre la alquiló el día que él y Lucía tuvieron la primera cita.

Llegamos demasiado pronto, no había nadie sentado, ni siquiera estaban esperando para entrar, supongo que me llevó allí para ver que todo el decorado, la música y los asientos estuviesen bien asignados. Es irónico creer que mi padre esté forrado de dinero, y sin embargo, decida responsabilizarme de que todo esté bien planteado, existiendo dos wedding planers en esta boda. El caso es que decidí sacar el móvil de mi bolsillo, y no sé si fue lo más indicado.

Martina

Creo que no hay forma más asquerosa de dejar nuestra relación. La suerte es que no te tengo que ver por los pasillos de la universidad y por Madrid nunca más. Ya no seré la "la novia de" y pasaré otra vez a tener mi propio nombre. Eres un absoluto imbécil.

Cerré el teléfono automáticamente. Esta chica no respetaba ni que fuese la boda de mi padre, ni tampoco piensa en lo difícil que es para mí tener una relación a distancia. Creo que he hecho lo mejor, y no me apetece estar discutiendo con ella sentado delante de un paisaje espléndido y a punto de un fiestón después de esta boda. Qué cansancio y aún no ha empezado. Solo sobrevivo con la esperanza de que en la fiesta conozca a hijos de familias ricas y por una vez en la vida no sienta que todo lo que puedo ofrecer es dinero, porque ellos ya lo tienen, por lo tanto si hiciese buenas migas con algunos, sabría que no se acercan por mi dinero. Por el de mi padre alomejor. Pero yo ya soy demasiado prudente.

Cuando empezaron a llegar los invitados no podía creer la cantidad de personas influyentes y famosas con las que se codeaba mi padre y su mujer. Pero cuando realmente quedé atónito fue cuando vi entrar con un vestido azul turquesa de cola de sirena y un recogido perfectamente encajado con la temática de una boda elegante a la hija de Lucía. Derrochaba feminidad y sencillez a la vez de una forma muy sutil, con la mirada firme y sin mirar a nadie que la miraba a ella, que puedo asegurar que eran muchas personas, por solo ver con la seguridad que caminaba y la poca importancia que le daba a que muchos jóvenes y influyentes de la moda estuviesen observando de qué manera caminaba y como iba vestida para uno de los mayores eventos del año. Sus ojos verdes me dejaron impresionado.

- Hola, encantada. Supongo que eres el hijo de Marcos, estás delante de todo y eres, a mi parecer, igual que él - dijo de una manera muy seca y escueta -

Yo estaba en trance desde el momento en que dijo "hola", no podía asimilar que la imagen que había creado de ella de una chica con estudios y que a penas sale de casa y disfruta con sus amigos era la misma que tenía en frente mío. Me mantenía totalmente en mi sitio, sin articular palabra. No podía creer como mi padre, en dos años, no se le podía haber ocurrido mejor idea de enseñarme fotos de ella con su madre de cuando era pequeña. Era obvio que no la iba a reconocer, estaba totalmente cambiada, sus rasgos se habían perfilados y la sutileza y elegancia que derrochaba caminando nada tenía que ver con la niña de las fotos, que pensaba que sería cualquier otra promesa de modelo frustrada o que se iba a quedar en el aire. Pero realmente ella tenía potencial, lo vi desde el principio. Aprovechando su anonimáto como hija de la mujer más influyente en la moda, había estado formándose por los mejores estilistas y modelos de la industria, antes de dar el salto al modelaje hasta su mayoría de edad, así que la elegancia ya la llevaba trabajada.