𝟯𝟴| 𝗠𝗘𝗥𝗖𝗘𝗗𝗘𝗦.

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Salimos del bungalow y nos dirigimos a la playa, el mar se veía tranquilo y no había mucho oleaje, pero lo que sí hacía era mucho frío. Me abracé a mi misma y por un segundo me odié por no pensar en tomar una toalla o algo para abrigarme.

Íbamos caminando por la orilla de la playa rumbo a la dichosa fiesta, Anthony hablaba con Penny mientras traducía cada cosa para su primo, y gracias a esto los tres iban riendo como imbéciles mientras actuaban como borrachos pese a no haber bebido ni una sola gota de alcohol.

Me sentía fuera de lugar, no me hacía ni pizca de gracia lo que decían y fue cuestión de tiempo para que empezara a arrepentirme de aceptar salir con estos sujetos.

─¿Qué te pasa, Cissy? ─preguntó el de rizos rodeando mis hombros con su brazo para pegarme a su cuerpo─. ¿Estás aburrida o es que estás amargada?

─No me pasa nada, sólo estoy... cansada. ─mentí con rapidez. 

─¿Cansada? ─repitió entre burlas─. Pero si la fiesta ni siquiera ha empezado. 

─Supongo que se me quitaron las ganas de ir de fiesta. 

─¿Pero por qué? ¿Te sientes mal?

─No, ya te dije que...

─¿Entonces qué es? ─me interrumpió─. ¿Es por tu ex? ¿Acaso lo extrañas?

Tragué saliva con fuerza y se me revolvió el estómago al escuchar la forma en que se burlaba de mi, casi como si me conociera perfectamente, o peor aún, como si pudiera leer lo que pasaba por mi mente.

─¡No me mires así, mami! ─dijo entre risas─. Sé que es por él, lo vi en tu cara cuando te besé en la mejilla, fue un beso sin pasión, sin emoción, sin amor. Fue un beso vacío.

Fruncí el ceño confundida ante lo que escuchaba.

─No sé de qué hablas, fue un beso normal.

─No, no lo fue, fue un beso triste, está claro que estás triste. ─suspiró─. Y además, vamos, dime, ¿Qué hacen dos mujeres completamente solas en un país como este?

Penélope, quien iba a mi lado, me miraba con cautela y algo de miedo, casi como si supiera que en cualquier momento podría cruzarle la cara al chico por sus bromitas y abuso de confianza.

─Déjame adivinar. ─se detuvo y apretó los labios mientras miraba al cielo oscuro─. Estás... recién engañada. 

El moreno regresó su mirada a la mía y me observó con malicia.

─Eso... eso no es cierto, tú ni siquiera me conoces. 

─Entonces... si me estoy equivocando, mami, dime, ¿Dónde está tu hombre?

─Yo... 

─Seguramente estás huyendo de algo en Estados Unidos, y seguramente es de tu marido. ─siguió entre risas─. Por eso digo, que apuesto a que te engañó.

─¡No tienes ni...

─Una mujer embarazada no viajaría completamente sola a un país extranjero y sin conocer a nadie mientras va acompañada de su supuesta mejor amiga. ─tomó una breve pausa, entrecerró los ojos y ladeó la cabeza─. Así que supongo que estás viajando para distraer la mente, ya sabes, un viaje de despecho.

─¿Qué dices? ─me aparté de él con rapidez, indignada─. ¿De qué hablas?

─Vamos, Cissy...

─No estoy escapando de nada ni de nadie, estoy de vacaciones por mi cumpleaños y eso es todo. ¿Algo más?

─Sólo digo que... no es normal ver a una mujer como tú en un lugar como este sin una buena razón.

NO ES TUYO, ES NUESTRO © » 1M8.Onde histórias criam vida. Descubra agora