Capítulo LXV:

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Un suspiro inunda todo el lugar, Suk por su pate cierra los ojos y niega con la cabeza, se dice a sí misma que tal parece ella debe tomar el liderazgo.

Por la mañana decidió desviar su camino hacia la Academia de su mejor amigo, cuando llego se encontró con el hombre sentado en la silla giratoria de su oficina, un montón de vasos de cafés estaban alrededor y también tenía los ojos cerrados.

Un completo desastre. Alude con un suspiro.

—Tú... —comienza, el peli-café abre los ojos y la mira de regreso—, ¿quieres que lo lleve con un fisioterapeuta?

Park Hwan toma aire y luego de unos segundos asiente con la cabeza.

—Sí... creo que sí, aunque será un camino duro —de nuevo otro suspiro se escapa de entre sus labios.

—Muy duro.

—El Doctor dijo que la lesión no es grave, de igual forma indico que lo mejor era ponerle el yeso para que no se agravara. Sé que se recuperará, pero no puedo evitar pensar ¿por qué justo ahora? —Reprocha.

Suk lo ve como el reproche de un niño pequeño, es tierno pero logra divisar también la frustración en el mayor, se cruza de brazos a la vez que en su mano derecha queda el vaso vacío en donde tomaba agua.

—De un día para otro la motivación llego a él —Hwan la mira—, y también sé que esta no será su única competencia, pero no puedo evitar pensar que está recaída sea suficiente para que se desmotive y decida dejarlo todo. Espero que no ocurra.

La preocupación es honesta de parte del otro, Suk puede notarlo a la perfección, además claro de los vasos vacíos en el escritorio, pero no puede evitar sentirse orgullosa de ver a su amigo de esa manera, tal vez eso la haga una pésima amiga, pero solo ella sabe por qué lo dice, sonríe de lado a la vez que suelta un bufido, recibe la mirada interesada de Hwan al segundo.

—Vaya, sucedió lo que nunca creí que ocurriría, ya eres un verdadero mentón.

Hwan entre cierra los ojos y chasquea la lengua.

—No digas tonterías.

Suk suelta una última risa antes de rascar un poco su nariz y carraspear la garganta, adquiriendo el semblante serio.

—Escucha, TaeHyung lo superará, confía en él. Lo único que te queda a ti cómo su instructor es apoyarlo, sea cual sea su decisión, además de esperar, no anticipes cosas que no te conciernen Park ¿comprendes? Aguarda las 2 semanas, y sí Tae decide que no quiere continuar, de acuerdo entonces ese será su fin. Pero en el caso de que decida continuar, lo mejor que puedes hacer es que él te vea bien, te vea confiado, sí te ve ansioso él se sentirá el doble, eres el soporte de Tae en el patinaje ¿lo tienes claro? —Alza ambas cejas.

No recibe respuesta, Hwan tiene la cabeza recargada en el respaldo, parece de nuevo estar ido.

— ¿Lo tienes claro? —Enfatiza.

—Lo hago. —Responde al fin con aires cansado.

—Además, deja de beber café —regaña. Sonríe cuando escucha la risa de Hwan, lo mira y el mayor la está mirando de regreso.

—Gracias. —Dice luego de unos segundos.

La sonrisa en el rostro de Suk aumenta tras aquella palabra, y asiente con la cabeza.

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YoonGi está a unos cuantos pasos de llegar al portón del orfanato, por lo que toma un gran respiro y se dice que está bien, que no hay razón por la cual debe estar nervioso, ya antes ha ido al orfanato, tal vez no a entrado pero es casi lo mismo ¿no es así?

Soñar es necesario para la vida - KTH+MYG.Where stories live. Discover now