Capitulo 15

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Narra ______


Ese día había sido extraño.

Mis papás me dijeron el día anterior que se irían temprano en la mañana así que sería mejor que pusiera la alarma, pero claro que eso no fue necesario.

Los gritos se escuchaban desde mi habitación. Como si fueran las una del día- eran las seis y media de la mañana- tenían la radio prendida al máximo de volumen.

Al principio, en medio de mi sueño, bostezos y golpes en mi rostro con el cojín, pensé que era algún vecino y estaba dispuesta a ir a reclamar. Hasta que me di cuenta de que venía del primer piso.

Primero miré alrededor de mi cama tres sacos de dormir; tres... Ya veía de dónde provenía aquello. Cuando vi las chaquetas que me parecían conocidas más aún.

Me levanté tan rápido como pude después de que me acomodé y bajé las escaleras con el corazón latiendo fuerte; ¿qué rayos estaba pasando ahí?

Fue entonces cuando vi a Dani y a Álvaro tomados de la mano girando como enamorados mientras escuchan You're the one that i want y Blas bailaba en el sillón con una chaqueta de cuero como si fuera John travolta. Fruncí el ceño al ver a Dani con una falda puesta representando a Olivia Newton y a Álvaro como su amiga. 

- ¡son las seis y media de la mañana!- les grité. De un salto Blas cayó del sillón provocando las risas de Álvaro y Dani; me había divertido, pero mi ánimo no es el de reír a las seis de la mañana cuando un trío de inútiles me despiertan. Me dirigí al equipo de música mientras mis amigos seguían riendo, y en el caso del moreno, se quejaba de dolor.

- De hecho, querida _____ son las seis con treinta y un minuto- me corrigió Dani. Lo fulminé con la mirada y el dio un paso atrás.

- ¿a qué hora llegaron?- pregunté mientras me recostaba en el sillón.

- Haber...- comenzó a explicar Álvaro- mi hermano estaba haciendo mucho ruido con su novia así que me fui a la casa de Blas a dormir pero cuando llegué él despertó y quisimos ir a buscar algo para comer pero no había nada, así que fuimos a casa de Dani a buscar algo de comida y cuando íbamos saliendo Dani  despertó y bajó con el palo de la escoba pensando que éramos ladrones... 

- Y no nos bastó con la comida que teníamos que se redujo en cinco paquetes de galleta- continuó Dani mientras yo escuchaba con atención; y debe ser una buena excusa como para interrumpir mis preciados sueños.- Así que vinimos para acá y encontramos las galletas que hace la tía, y no quisimos irnos a nuestras casas así que buscamos los sacos de dormir y nos acostamos al lado de tu cama, pero nos dios frío y Álvaro pensó que era una buena idea bailar un poco, así que primero tratamos de hacer el dirty Dancing pero a Blas le dio miedo caer en mis brazos

- es que no confío en su fuerza- se quejó.

- Y comenzamos con grease...

- ¿y donde encontraron esas faldas? ¿Y la chaqueta de cuero? ¡Dios Blas! ¿Es eso de mis papás?

- Si- dijeron al unísono.

- Bien...- suspiré intentando recobrar la calma- me iré a dormir, y espero no escuchar ningún ruido más porque eso provocaría que me enoje demasiado- los miré. Ellos asintieron y subieron conmigo a dormir.

Pero desperté nuevamente a las siete y me tuve que cambiar para ir al colegio y fue cuando me hicieron desayuno para pedirme perdón; nos fuimos y cuando llegamos vi que se me había caído la bufanda en medio de la calle, entonces fui a recogerla corriendo y cuando llegué me di cuenta de que estaban peleando con Dani, y después de obtener el evitar eso el día transcurrió con normalidad- y si, es normal que Dani se quede en una esquina todo el día, no porque siempre haga eso en especial; pero siempre hace estupideces.

- ¿lista?- me preguntó Carlos detrás de mí. Los chicos me miraron fulminantes, pero les mandé una mirada que aseguró que todo estaría bien.

- Lista- le sonreí a Carlos con un cosquilleo en el estómago.

Lo seguí hasta la biblioteca; me pregunté qué es lo que estudiaríamos ese día. Últimamente no me importaba estudiar; siempre y cuando fuera él quien me enseñe. 

Se sentó en frente de mí y comenzó a sacar los cuadernos de su mochila. Me pregunté si esperaba que yo hiciera lo mismo. Una pequeña luz entraba por la ventana que hacía que su cabello rubio pareciera dorado. Sonreí mientras sus ojos azules- que con el rayo se veían cristalinos- me miraban.

- ¿qué te sucedía?- le pregunté. El frunció el ceño confundido- Eh aprendido sobre el hipotálamo

- No te logro captar- admitió.

- me dijiste que si aprendía algo, me dirías que te sucedía ese día, y sigo esperando la respuesta- le dije yo. El rió divertido y me miró sin decir una palabra- ¿tu novia materialista ha terminado contigo?- le pregunté levantando una ceja. Inmediatamente puso sus ojos en mí.

- Primero, no, segundo, no tengo novia, y tercero, si estás hablando de Taira ella no es materialista...- dudó unos segundos- tu que sabes

- Yo sé porque era la novia del primo de Dani- sonreí triunfante- y terminó con ella porque lo quería solo por dinero

- no es el caso conmigo- se quejó.

- ¿qué más podría encontrar en ti?- reí. Me dolió tanto como una patada en el estómago; incluso más. El negó con la cabeza un tanto decepcionado mientras mi cerebro me recordaba lo tonta que era y mi corazón se ponía de acuerdo.

- Comienza leyendo la página 178 del libro de historia- me dijo. Agaché la mirada; cada palabra que leía era en vano, no podía. Simplemente, sentía que lo había hecho sentir mal.

Le miré de reojo, él tenía la mirada puesta en la ventana y miraba hacía allá como si fuera un lugar mágico. Sus ojos brillaban.

- Lo siento- dije finalmente. El me miró.- No quise decir eso.. Eres un gran chico Carlos, y quédate bien con esto porque no se lo suelo decir a todo el mundo, es más... A nadie... yo... Simplemente...

- Fue un accidente hace unos años- dijo él. Lo miré confundida, pero no pareció importarle mucho- mi abuela iba manejando, yo iba atrás.. - cerró los ojos con fuerza- no fue mi culpa... Ellos dicen que si... Prometo que no lo fue- me dirigí hasta su lado. Sus manos comenzaron a moverse, temblaba.- Mis papás me culpan de ello, yo no fui... Prometo que no...

- Está bien, hombre- lo abracé, acariciando su pelo. Él tomó mis brazos con sus manos- Te creo, sé que tú no harías algo como eso..

- ¿en serio?- preguntó alzando la mirada. Estaba increíblemente cerca. Lo tenía en frente de mí. Comencé a respirar con dificultad al tener esos ojos tan cerca de mí, ¡Dios! podía sentir su respiración achacando la mía.

- Cla...C..Claro- tartamudee nerviosa mientras mi corazón comenzaba a latir con fuerza. El corrió un mechón de pelo para atrás de mi oreja y sonrió.

- tienes unos lindos ojos- susurró.

- t...Tú...Tú también...- le dije mientras cerraba los ojos. ¿Qué significaba aquello? Mi corazón sentía cosas; mi estómago, todo. Parecía que mi cuerpo entero cobraba vida.

Sentí un pulgar ponerse en mis labios y cuando abrí los ojos él ya estaba un poco más lejos.

Retiró su dedo de allí con calma y tranquilidad y sonrió.

- Me gusta decir que confío en ti, chica.

¿Y tu crees en la magia..? (Carlos y tu) AdaptadaOnde histórias criam vida. Descubra agora