Capítulo 4

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Janie, Yoshi, Santiago y Yovhana fueron a la nueva habitación de la chica.En el camino había un silecio, pero no uno incomodo, era calido, como todos ellos.

Llegaron a la habitación 23, todos decidieron darle un espacio la chica, mientras iban a dar un paseo y ella se empezara a acoplar al ambiente, y planearon reunirse un par horas más tarde.

Janie cerró la puerta de su habitación recostandose sobre el duro colchón que había en la habitación, mientras observaba el techo sintió un raro sentimiento de vacío, estaba recordando que todo lo dejo atras, todo a lo que se había acostumbrado, la gente aquí era tan diferente.
De su mochila saco un cigarrillo, detestaba hacerlo frente personas ya que no le gustaba que supieran que lo hacía.

Se sento en el colchón y comenzo a observar el espacio vacío del lugar. Felizmente tenía la oportunidad de decorar el lugar a su gusto, así que estaba imaginando tantas cosas para hacer, sabiendo esto moria de curiosidad de saber como eran las habitaciónes de los demas.

Mientras se llenaba de pensamientos, comenzó a escuchar un sonido bastante peculiar. Ella estaba consiente que las fiestas en los edificios eran completamente normales después de vacaciones, aunque no esperaba que a las 11 de la mañana escucharía a alguien teniendo sexo.

-Carajo, tengo un vecino algo ninfomano, espero que no siempre sea así o me veré en la obligación de olvidarme de este dormitorio.
Después de unos minutos el sonido paro, y Janie sintio un alivió ya que tenía un estres desde lo de su pelo esponjado y un ligero dolor de cabeza.

El sonido volvio y comenzo a retumbar su habitación a lo cual ella enfadada salió de su cuarto y toco la habitación 24 una buena cantidad de veces de la manera menos sutil. Después de tocar como desquiciada, alguien alfin había salido a atender.

-Si?...- Menciono una chica con rasgos asiaticos entre jadeos.

-Bien, seré rápida, realmente me da gusto que tengas una vida sexual activa pero por favor, son las 11 de la mañana, acabo de llegar aquí y tus gemidos y el choque de la cama contra la pared me causan una migraña bastante jodida, podrías ir a otro lugar o solo parar?. - Janie con una expresión seria y recargando su peso sobre una de sus piernas esperaba que la chica amablemente se disculpara, aunque no fue así

-Mira... como sea que te llames, si no te parece quien se puede ir eres tu, no ten-... -Una voz masculina interrumpio.

-No tengo tiempo para esto.- Un chico bastante alto, de pelo negro desarreglado, de tez blanca y unos cuantos tatuajes en los brazos, salió de la habitación tomando su chamarra de piel de el escritorio de la chica y empujando ligeramente a Janie chocando sus hombros.

Janie fruncio el ceño porque el tipo no se había inmutado por haberla empujado, ni por lo ruidosos que estaban siendo. Molesta volteo a ver a la chica y esta se miraba desconsolada.

-No te vayas, podemos seguir en otro lado.. -Sin respuesta del chico quien se perdio en el pasillo del edificio, ella solo volteo a ver a Janie y le cerró la puerta en la cara.

-Bien entonces no todos son lindos, aquí también existen los idiotas. -Janie dio la vuelta encontrandose con un la maestra Margareth y puso una cara de sorprendida al ver el cigarrillo de la chica encedido y casi terminado.

-Señorita acabamos de darle la habitación y ya tiene su primera llamada de atención, en las instalaciones no se puede fumar. Apaguelo.
La maestra continuo con su camino.
Janie molesta avento la colilla de el cigarrillo hacia la dirección de la maestra y viendo la peculiaridad con la que caminaba de un lado a otro, no pudo evitar reír.

-Genial, pueden coger a cualquier hora, beber y tener fiestas y por un estupido cigarro la escuela ya tiene la peor reputación. Perfecto. -Janie se dirigio hacia su habitación esperando que fuera la 1 PM para volver a encontrarse con Yoshi, Santiago y Yovhana.

Cambios a cambio deOnde histórias criam vida. Descubra agora