Capitulo 93

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Janie tomó con firmeza el rostro de James para continuar besándolo con pasión, y el respondió el beso tomándola de la cintura, pasando sus manos por su torso debajo de la ropa. La chica gimió levemente sobre sus labios, y él mordió el labio inferior de la chica antes de besarla nuevamente.

Su boca sabía a vodka y lágrimas. Era un sabor caótico, pero perfecto.

-Quiero estar contigo, James.- Susurró la chica mientras tomaba un poco de aire. El hombre se inclinó sutilmente hacia adelante para unir sus labios.

-Ya lo estás, cariño.- Tomó su rostro con ambas manos para que Jane pudiera mirarlo a los ojos. -Lo prometo.-

La chica notó el brillo en los ojos del hombre, y sonrió a boca cerrada mientras acariciaba la mejilla rugosa de él.

-Lo sé, pero no me refería a eso...- Bajó la cabeza y el hombre notó cómo las mejillas de ella se ruborizaban.

Luego de un momento, James soltó un bufido y río mientras negaba con la cabeza.

-Ya lo he entendido.- Murmuró, y buscó los labios de la chica para besarla con lentitud. Bajó sus manos hasta las caderas de Janie les dió un apretón, haciendo que la chica suspirara sobre su boca, y comenzó a moverla con ligereza.

La chica se estremeció mientras gemía en voz baja entre besos, sintiendo cómo el miembro de el se apretaba cada vez más entre sus piernas. En la habitación sólo podía escucharse sus respiraciones agitadas y sonidos melosos.

-Siéntate en la cama.- Dijo Janie con voz suplicante mientras se colocaba de pie. Él, anonadado y sin apartar los ojos de ella, asintió.

Ella se aseguró de que la puerta estuviera cerrada con seguro antes de volver la vista a James. Ya había tomado asiento, y se lamió el labio superior con sutileza. Su pecho subía y bajaba con intensidad, respirando por la boca.

Janie se arrodilló frente a él, observándolo con
devoción. El hombre, sabiendo lo que pasaría, tragó saliva, ansioso.

La chica retiró la prenda, dejando al descubierto su torso. Graham detalló el cuerpo de Janie, pasando sus ojos por los hombros de ella, clavículas, pechos, y su abdomen que subía y bajaba al ritmo de su respiración. Su piel lucía radiante, destacando sus lunares.

La chica, que estaba ruborizada, le dedicó una sonrisa ladeada. Abrió las piernas del hombre para aproximarse más a su miembro, y este la aproximó a sí tomándola con firmeza pero sin lastimarla de la nuca. La besó con desesperación, y ella deshizo el cinto, seguido del botón del jean oscuro de él. Con un movimiento rápido, Janie bajó su pantalón hasta la mitad de los muslos de sus muslos. Hizo lo mismo con su ropa interior, dejando salir el gran miembro erecto del hombre.

Ella se alejó, y el hombre notó el rostro de la chica sumamente ruborizado. Janie tragó saliva y miró el miembro.

Quería complacerlo, demostrarle cuánto lo quería, y desesperarlo de placer.

Y también quería sentir entre sus labios la polla de James.

Introdujo el miembro del hombre en su boca. Pasó su lengua alrededor de este mientras subía y bajaba su cabeza con movimientos pausados.

-Oh, por Dios...- escuchó susurrar a Graham con inquietud. Levantó la cabeza y cerró sus ojos con intensidad. Los labios carnosos de la chica y su lengua alrededor de su polla lo hacían experimentar una sensación casi divina. Soltó un ronco gemido en un murmuro, lo que hizo que la chica introdujera más el miembro en su boca, haciendo que la punta de este se aproximara más a su garganta. Aceleró el ritmo con sutileza.

Ella lo observó, continuando con su labor, y se encontró con su grueso y fornido cuello. El hombre respiraba cada vez más rápido, haciendo que un conducto venoso de su garganta sobresaltara. También notó, gracias a la luz de la lámpara, cómo algunas gotas de sudor se deslizaban por la zona, bajando hasta su pecho por debajo de su camisa de cuadros negro y verde.

Cambios a cambio deWhere stories live. Discover now