Capitulo 5. Preocupado Stan

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── ¡Kyle! ─El pelirrojo abre los ojos al sentir el almohadazo.

── ¿Stan? ─Parpadea, confundido se levanta sentándose sobre su cama. ── ¿Qué carajos quieres?

── Joder, ya me cansé de tu actitud, me vas a decir ahora mismo que te traes ─Le señala de una forma amenazadora, el otro se enoja por la actitud. ── Y vamos a ir a la escuela juntos.

── Stan ¿Puedes irte? No iré a la escuela ─Habla cubriéndose con la sabana.

── Ky, ya fue suficiente ─Jala la manta destapando al de esmeraldas. ──Tus padres están preocupados, yo igual lo estoy.

── ¡No te incumbe! ¡Si no he pedido tu ayuda es porque no la quiero! ─Los azules y verdes chocaron después de varios días, los del pelirrojo pudieron ver la tristeza y preocupación en los ajenos. ── Lo lamento... Yo...

El pelinegro suspiro antes de sonreírle a su mejor amigo se alejó de él para depositar su mochila en un taburete que tenía el mayor de los Broflovski, los zafiros ven hacia el de pecas que estaba confundido.

── Hay que ir a clases, ¿sí? ─Kyle muerde su labio al ver esa mirada apagada, esa sonrisa fingida.

── Stanley... ¿Por qué? ─Sus cabellos son revueltos.

── Llegaremos tarde ─Informa pellizcando sus mejillas.

── Suelta ─Un puchero invade su rostro durante la acción de su contrario.

Con dudas sobre si estaba bien o no asistir a la escuela caminaba en silencio con su mejor amigo hacia el paradero, podía sentir la mirada del pelinegro sobre él, pero no iba a verle a la cara, no hasta que ya no sintiera culpa de tratarlo muy mal, su salvador fue la persona que más detestaba, ni siquiera sabía cómo era su amigo, Eric Cartman había llegado con su sonrisa burlona.

Ya era costumbre sus insultos y ofensas por lo que lo ignoraba, al ver el transporte parar un nudo se forma en su estómago, él estaría ahí dentro, y si no lo estaba lo vería dentro de poco en la prisión llamada escuela.

── Ky, sube ─Al escuchar la voz de Stan reacciona dando pasos hacia el autobús.

Sus esmeraldas chocaron con el gorro que siempre tenía ese pelinegro que ruborizaba sus mejillas, un lugar vacío a su lado, otros dos libres, no quería sentarse con su super mejor amigo, ni que este se sentara con su enemigo, se crearía una guerra y era lo que menos quería, para su suerte un rubio estaba solo debido a que su acompañante de siempre no subió al camión hoy.

── Butters... ¿Puedo? ─Dice obteniendo la atención de los celestes.

── Kyle, claro ─Afirma quitando su mochila con una sonrisilla. ── ¿No te vas a sentar con Stan?

── No ─Niega. ── Tenemos... Problemas.

── Oh, comprendo ─Le ve con leve tristeza antes de mirar otra vez por la ventana. ── ¿No viene hoy Kenny?

── No lo sé, vine a regañadientes, no le pregunte ─Confiesa viendo con una mueca se formaba en los labios del contrario. ── ¿Tienes algo con Kenneth?

── ¿Eh? ─Sus mejillas se colorearon. ── N-No, solo somos amigos... A parte él tiene a alguien.

── No son nada, pero te gusta ─Deduce haciendo que el rubio quede rojo. ── A mi igual me gusta alguien, un idiota como Kenny.

── ¿Sí? ─Curioso ve como el pelirrojo cambia a una expresión afligida. ── ¿Tampoco eres correspondido?

── No... ¿A quién correspondería Criag Tucker? ─Susurra el nombre lo suficiente para que el otro le escuchara. 

﹫gato kyle | cryle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora