Capítulo 11: Exilio y devuelta a casa

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De acuerdo chicos, nos vamos de vuelta a casa – digo para todos ya a las afuera del reino Dwargon, listos y montados sobre los lobos.

Si Astrid-sama – dicen a coro los goblins y lobos

¿Están listos ustedes para irnos? – pregunta Rimuru a los enanos que nos acompañarán

Desde que los elegimos nuestros nuevos maestros, ya no hay arrepentimiento – dice Kaijin sonriendo

Nosotros los hermanos, no nos separaremos nunca, así que cuenten con ello – comenta Myrd

Así se dice chicos – digo entusiasmada – vamos que hay mucho que hacer

Emprendimos ya nuestro camino a la aldea goblin con los suministros que compramos, nuevos miembros y con grandes expectativas.

Y bueno, se preguntarán que sucedió antes de esto y en el juicio. Pues para resumírselos, los chicos fueron ante el Rey Gazel para dictar la sentencia que serían trabajos forzados por mucho tiempo, el imbécil de Vesta se montó todo un teatrito con sus supuestas lesiones e inculpando a Kaijin, para sacárselo del camino., y de pasó a mi hermanito. Ggggrrr esto no se queda así, y vaya el susto que le metí luego del juicio jajajaja pero eso lo dejaremos para otro día.

La cosa es, que los nobles que estaban manejando el juicio decían muchas estupideces y mentiras, para sentenciar a los acusados y ganarse al Rey, que tontos que son. Con mi habilidad de ilusión pude colarme entre los espectadores y mirar todo, no me preocupaba mucho porque nadie aquí es más fuerte que yo, bueno excepto el Rey, pero cuando me miró se sorprendió un poco al reconocerme y yo solo atiné a poner un dedo en mis labios, para que no dijera nada y giñarle un ojo de forma juguetona.

Algo que no le he dicho a Rimuru antes, es que cuando era más pequeña, conocí al Rey Gazel en una de las tantas reuniones que tenía el sabio de mi tribu, pues él lo había salvado de una emboscada y, el enano fue con el propósito de agradecer y formar lazos. Además, de que estuvo un tiempo enseñándome el arte de la espada, era muy estricto y nunca pude ganarle, pero siempre me vengaba haciéndole bromas pequeñas.

Ya de antes se veía imponente porque yo era más baja, pero lo sigue siendo sentado en su trono en lo alto.

Me paseé sigilosamente por todo el lugar usando mi otra habilidad de encanto y seducción, para manipular un poco las opiniones de los nobles y, que no objetaran en contra de mi hermano y amigos. A los que iban más en contra aprovechaba de darles una patada en el trasero o les tocaba el cuello suavemente, para asustarlos y confundirlos entre ellos mismos .

Sentía la mirada del Rey Gazel en mis acciones y, en un momento que lo miro, tiene una disimulada sonrisa en su rostro, supongo que aún no olvida lo traviesa que soy jejeje.

Olímpica, abre un canal del pensamiento con el rey para mandarle un mensaje.

[Respondiendo. Como desee maestra. Estableciendo enlace temporal con el sujeto Rey Gazel Dwargon. Exitoso]

Hola Oji-san, me da mucho gusto verte y disculpa si no has sabido nada de mí, pero han pasado ciertas cosas que me gustaría contarte en otro momento -veo su tensión un instante y se relaja rápidamente - Por ahora solo quiero decirte que el slime es mi pequeño hermanito, así que me gustaría mucho que no lo tocaras, además de que Kaijin y sus hermanos no han hecho nada malo. Son mis nuevos amigos y los llevaré conmigo a mi hogar. Y no esperes que me disculpe por lo que le hago a tus tontos vasallos de aquí jeje – le saqué la lengua un momento en burla - eso sería todo por ahora, espero verte pronto y cuídate oji-san

Corto la comunicación y dirigiendo mi mirada a la suya, él solo asiente, dándome la certeza de que no les hará nada. Sonrío y le hago un corazón con las manos en señal de estar agradecida.

Encanto Kitsune  (Tensei Shitara Slime Datta Ken)Where stories live. Discover now