Encanto Kitsune (Tensei Shitara Slime Datta Ken)

Capítulo especial: La cueva de los encuentros

Me encontraba un poco alejada de los quehaceres de la ciudad, dejando a Rimuru solo al mando de todo. Quería relajarme un poco, porque estos días hemos estado muy ocupados entre nombrar a los nuevos subordinados, dirigir las áreas de producción, la construcción de las viviendas, acueductos, etc etc.

Por lo que me escapé de mis deberes si se pudiese decir - jejeje, lo siento Rimuru, pero sé que puedes solito – en medio de las construcciones, estaba el slime tratando de localizar a su hermana y maldiciendo que ella sí pudiese escapar de esto.

A lo que iba, ahora estoy en la zona detrás de nuestra casa, al menos yo no he explorado por este lado, tal vez Souei y su grupo si, así que debe ser seguro.

Me voy adentrando más y más al denso bosque, observando la gran naturaleza de aquí y sintiendo todas las sensaciones que me entrega. Escucho el sonido de las hojas junto al viento, el piar de algunas aves, el agua fluyendo cerca de aquí, junto a algunos quejidos de dolor

-un momento - me detengo abruptamente – se supone que por aquí no debería haber nadie – trato de agudizar mis sentidos para que me lleven hacia el motivo de ese sonido.

Encontrando la dirección de donde proviene, voy rápidamente hacia el lugar, encontrándome con la entrada de una cueva, cubierta de follaje espeso. Corro hacia un lado las hojas, mostrando frente a mí a dos insectos muy mal heridos y el cadáver de un Blade Tiger a un lado.

-Oh mi!... – digo para sorpresa mía - ¡son Zegion y Ápito, pero sin nombres aún!

Ante la exclamación de la kitsune, la abeja y el escarabajo se alertan y miran en dirección de donde escucharon el grito. En un intento de proteger a la abeja, el escarabajo se pone delante de ella, para que pueda escapar en caso de que los ataquen.

-no tienen que estar a la defensiva, no les haré daño – comienzo a decir, para tratar de calmarlos – quiero ayudarlos, por favor – como son pequeños, me agacho a su altura para no verme tan amenazante.

La abeja se nota más relajada y el escarabajo, a pesar de que su guardia a flaqueado un poco, aún sigue cauteloso.

Mi habilidad pasiva Maternidad, permite que los individuos a mi alrededor se sientan siempre en un estado de comodidad y confianza, por lo que hago provecho de ella.

Me voy acercando lentamente a ellos por precaución, pero cuando el escarabajo está listo para atacar, la abeja lo detiene a tiempo, comentándole lo fuerte que soy y que no tendrían oportunidad contra mí.

-como dice tu amiga, en tu estado no me podrías ni hacer un rasguño, solo quiero ayudarlos

Al punto ya del cansancio y dolor, el escarabajo se somete a mi presencia, bajando su guardia. Yo me acerco a los dos, quedando al lado de ellos.

Miró sus heridas y puedo notar lo terribles que son; estoy casi segura de que las high potions no sirven para curar sus exoesqueletos, porque de ser así, Rimuru no hubiera usado una parte de sí para reparar sus cuerpos. Tal vez se deba que no pertenecen a este mundo.

Ojalá pudiera separar una parte de mi para poder sanarlos correctamente, pienso buscando una alternativa.

[Aviso. Se ha encontrado una manera de extraer parte de la maestra para el proceso de sanación exitoso.]

-de verdad?! Dímela, por favor

[Utilizando su sangre y combinarla con el magic Steel procesado, puede generar una prótesis mágica avanzada, que puede suplir las partes faltantes.]

-esa es una muy buena idea, gracias Oli – le agaradezco feliz – bien, primero curaremos sus heridas normales – me dirijo a los dos insectos