Día 9

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Recuerdo que cuando era niño (cuando tenia algo de 8 años) en mi escuela organizaron un evento de carnavales donde debían elegir al rey y la reina de carnaval, hoy en día me parece un evento algo tonto y sin mucha importancia, pero en aquel tiempo para mi ere una situación que me generaba mucho estrés, evidentemente todos los niños querían ser el rey, pero solo lo sería el más popular. En ese momento de mi infancia yo era un poco diferente, podría decirse que por alguna razón era querido por mis compañeros, aunque esa situación cambiaría progresivamente poco a poco. Para elegir al rey del salón hacían una pequeña votación entre todos los alumnos mis posibilidades de ganar eran de 50%, había alguien más que podía ganar, alguien que también era querido, Gregory... sí, lo recuerdo bien, en ese momento no podía soportar la idea de perder, fue entonces cuando decidí hacer una de mis cobardías, en el momento en que Gregory y yo estábamos de pie frente a toda la clase justo antes de que todos mis compañeros comenzaran a votar  yo comencé a hacer señales con las manos para señalar a Gregory dándole a entender a mis compañeros mi desinterés ante la idea de ser el rey, todos comenzaron a mirarme sorprendidos y con un poco de confusión, pero pude notar un sentimiento de aceptación y de apreciación hacia ese acto tan cobarde, todos tomaron aquella actuación como una fase cool de mi personalidad, como ese niño genial, despreocupado y hasta un poco arrogante que odia atraer la atención e inevitablemente termina con toda la atención. Al final todos aceptaron mis señales y votaron por Gregory, aunque alguno se rehusaron y votaron por mi igualmente, al final Gregory gano como el rey del salón y yo mmm bueno aunque por dentro me sentía mal, porque en realidad yo si quería ser el rey, yo deseaba serlo, por fuera aun guardaba mi cara de tranquilidad mientras les explicaba a todos porque no quería  ser el rey con falsas excusas de mi cobardía, si, Cobardía a decir verdad tenía miedo, le temía a perder, le temía a darme cuenta que mi salón de clase prefería a Gregory antes que a mí, entonces invente esa actuación, prefería no ser el rey a intentarlo y perder pero la verdad es que posiblemente yo habría ganado pero no podía tomar riesgos. Al final paso algo inesperado, la maestra decidió hacerme el príncipe de la clase, un título que evidentemente no existe en el evento de carnaval, pero ella lo creo solo para darme una posición especial en el día del evento... al final, a pesar de ser un cobarde me salí con la mía fui el príncipe del salón y todos mis compañeros me aplaudieron y una vez más tuve toda la atención... pero ¿por qué? Por qué después de ser un cobarde todos me complacieron y al final tuve lo que quise... es que ¿acaso eso es justo? En realidad, no era la primera vez que pasaba algo así, si calculo bien las cosas y muevo bien mis piezas es posible que las cosas pasen como quiero, o al menos así fue en ese tiempo, ahora solo existo y desde ese incidente que paso en la secundaria, incidente que me convirtió en una de las personas más odiadas del liceo, desde ese entonces nunca volví a ser el mismo. ¿Por qué vienen estos recuerdos? Una época de mi vida que no volverá, un evento sin importancia que ya nadie recuerda.

Son las 2:10pm estoy llegando al café clamore,  puede que hoy no sea el mejor día para estar frente a los clientes. Hoy me he levantado de mal humor ¿Cuál es la razón? No lo se... o tal vez si pero prefiero ignorar, escapar como siempre, tal vez tiene que ver con esos recuerdos que llegaron a mi mente esta mañana odio recordar quien soy realmente, tengo la impresión de que esos momentos de cobardía estarán torturándome de por vida y cada vez que lleguen viviré mis momentos de amargura, como si el pasado estuviera persiguiéndome y no me refiero solo a esa pequeña historia del rey de la clase, eso es solo una pequeña parte que activa el interruptor de los recuerdos. Una vez que llega a mi mente una anécdota donde se pone en evidencia lo que realmente soy no hay manera de retroceder, todo comienza a descender. Esos recuerdos hacen que me odie tanto... creo que es importante odiarse de vez en cuando y no olvidarlo con tanta frecuencia, de lo contrario se necesitara demasiado odio hacia los demás para compensar el odio hacia uno mismo. Al menos así funciona conmigo yo odio casi todo, y evidentemente me odio a mi mismo, en mi antigua vida, en el país donde nací, todo el mundo llego a odiarme en diferente medida, no niego que habían algunas personas que me querían pero después de aquel incidente definitivamente poco a poco iba a terminar quedándome solo. Una de las tantas razones por las que escape, aquí también me odian aunque solo un poco, aun hay algunas personas aquí que no me odian, como algunos de mis compañeros de trabajo, mi profesor de barismo Paul, Marco, Mario. Alexis dijo que me amaba antes de irse tal vez verdaderamente no me ama pero al menos no me odia, también hay personas que llegan a odiarme de momentos por ejemplo mi jefe esta tarde poco tiempo después de que llegara, bajo las escaleras y marcho hacia mi con paso fuerte, se paro frente a mi  totalmente en cólera y a continuación comenzó a quejarse:

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⏰ Last updated: Jun 22, 2023 ⏰

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Diario de un IncógnitoWhere stories live. Discover now