Trás una serie de problemas actualizaste el juego de Twisted Wonderland descubriendo un tercer juego en tu idioma cuya premisa era "Salva los, enamora lo y vive a su lado"
El resumen es simple, elige tu propio futuro y asume las consecuencias.
Habíais caminado por un tiempo, pero por fin habías encontrado a quien buscabas.
-Ve a molestarle- le señalaste a Grimm sin salir de tu escondite detrás de un árbol -¿Molestarle?- preguntó el pequeño confuso -Secuaz ¿se te ha olvidado? queríamos amigos- protesto con suficiencia -Si, por eso vas a ir a molestarlo y luego aparezco yo, me disculpo y nos hacemos amigos, fin de la historia- el de aspecto felino se quedó estático y luego sonrío malévolamente -Como digas- salió corriendo *He creado un monstruo...* te quedaste viendo como Grimm corría hacia él.
-¡Humano!-despues de cambiar la perspectiva se dio cuenta de algo -¡Comida!- con intereses egoístas se le tiro encima mientras el chico apenas se daba cuenta de lo que sucedía -¡¿Qué demo-Que?!- el chico trato de zafarse del monstruo pero este se agarraba aún más fuerte tratando de quitarle la manzana que tenia en la mano.
Viendo que eso terminaría fatal corriste hasta ellos -¡Grimm!- entraste en escena -¡Para! ¡Déjalo en paz!- el felino soltó su agarre después de tomarse un momento para pensar si obedecerte, pero finalmente salto al suelo. El chico continuaba enfadado aunque trataba de relajarse.
-Lo siento mucho. No esperaba que Grimm te atacara así, se escapo, salí corriendo detrás de él pero no he podido alcanzarlo- interpretando tu papel caminaste hacia Grimm y lo levantaste del suelo para abrazarlo y que "no se escapara"
-No te preocupes- murmuro pero su mirada se clavo en Grimm -No tu culpa- sonreíste con incomodidad entendiendo lo que quería decir y rezaste internamente por que Grimm colaborara.
-Tssk, esto es mas molesto de lo que pensaba secuaz- se revolvió de tu agarre -Vamos a por otro humano para que sea nuestro amigo ¡Y comida!- protesto.
El joven de pelo lavanda suavizo su expresión -¿Amigo?- pregunto confuso *Bien echo Grimm* felicitaste internamente por la oportunidad -Grimm no sabe interactuar correctamente con los humanos- le sonreíste con nerviosismo y él frunció el ceño reflexionando.
Unos segundos después su expresión se suavizó -Esta bien- parecía que estaba pensando algo -¿Sois los que casi arruinan la ceremonia de entrada?- pregunto sin ningún tipo de malicia.
Sentiste que se te callo un balde de agua fría en la cabeza *¡¿Por que me asocian con ese evento?!* te reíste con nerviosismo y asentiste -Somos T/N y Grimm, ahora estamos a cargo de la limpieza de la academia- levantaste levemente al felino que miraba aburrido la situación y el chico se revolvió incomodo en el mimo lugar -Yo soy Epel, de primer año-
Después de un incómodo silencio, el chico miro hacia la sombra del árbol donde antes descansaba como si quisiera volver a él.
-¿Podemos sentarnos contigo?- le preguntaste con tranquilidad a lo que él asintió sin estar muy seguro y los tres se sentaron en silencio bajo el árbol.
El pequeño monstruo rompió el silencio -¿Tienes más manzanas?- Grimm estaba sujeto en un abrazo sobre tu regazo y aunque no se resistía parecía molesto.
Epel lo miró fijamente con recelo pero luego asintió -esta bien, pero solo una- de su manga hizo aparecer una manzana la cual se la tendió a Grimm que se la arrebato al segundo.
Epel lo miro entre curioso y molesto -Y acaba de comer ahora mismo- murmuraste haciendo que el chico te diera una sonrisa de apoyo.
El silencio los envolvió, recordaste la tarjeta SR de Ace donde se escapaba de la ceremonia junto con Epel y por supuesto el arco de Pomefiore *Epel debe de estar pasándolo muy mal* lo miraste mientras él se trataba de concentrar en la manzana, aunque parecía nervioso, haciendo que te preocuparas por su manejo de la navaja.
-¿Que estás haciendo?- trataste de comenzar una conversación -Tallo manzanas, me relaja- el chico ni si quiera levanto su vista, estaba concentrado -Parece algo difícil, es genial que puedas hacer eso- te miro con la cara levemente ruborizada, se encogió sobre sí y murmuro algo aunque no entendiste el que.
-¿Cómo te va tu primer día? ¿Te adaptas bien?- quería que Epel se sintiera cómodo, que hablara sin restricciones aunque fuera para quejarse de Vil, aunque al sacar el tema, los movimientos bruscos que hacia con la navaja solo te agobiaban más.
El chico paró de mover la navaja, te miro a los ojos e hizo un gesto de cansancio -Es difícil- desvío su mirada -Hablas poco, sabes- Grimm había terminado de comerse la manzana -No es por qué quiera...-murmuro.
Grimm se soltó de tu agarre y lo miró de pie con las patas en su cintura -Tienes que pensar menos ¡Es el consejo del Gran Grim!- lo miraste divertida mientras Epel lo miraba inexpresivo.
Alzaste una mano hasta la cabecita del pequeño y lo acariciaste haciendo que diera y respingo y te gritó avergonzado para que pararas.
-En realidad es muy buen consejo- miraste directamente a los ojos del chico y le sonreíste.
Epel soltó la navaja y la manzana en sus costados y suspiro tratando de mantener una sonrisa -Agradezco la preocupación... pero es complicado- de nuevo se perdió buscando las palabras y hundió sus ojos en el suelo.
Grimm me miro desconcertado -Parece que no es muy buena compañía- abriste los ojos ante el comentario del felino -¡Grimm! ¡No seas cruel! Esta pasando por un momento difícil, es normal que este desanimado. Además no nos conoce de nada- le reprendiste ganándote por su parte una mueca de disgusto.
Epel que se había sentido herido por el comentario de Grimm y te miro con una sonrisa triste -En realidad lleva razón. Desde que llegue no he podido ser yo mismo- miro su uniforme y su rostro cambio a uno enfadado -Si tan solo hubiera acabado en Savanaclaw. Ahora tengo que aguantar estar en Pomefiore, que significa aguantar a Vil, sus rutinas de- Epel había comenzado a hablar un poco frustrado, pero a medida que decía cada palabra su filtro se rompió. Esta hablado casi a gritos y utilizando palabras que no entendías, supusiste que eran de su tierra natal.
Sonreíste viendo como se liberaba del estrés y Grimm se escondía detrás de ti viendo el cambio tan brusco que había tomado el chico -¡Funah! Da mucho miedo, parecía adorable- murmuro asomándose desde tu espalda *Reza por que no te halla oído*
Terminaste por romper a reír haciendo que el joven te mirara sorprendido y parara de hablar un poco avergonzado -Perdón- murmuro entre tus risas completamente sonrojado dándose cuenta de su desliz.
-No- vocalizaste aun con risas pero mas calmadas -Es solo que no se ni la mitad de lo que estas diciendo, pero aun así te entiendo ¿Tiene sentido?- sentiste como Grimm te miraba confuso y Epel sorprendido, para luego pasar a una expresión nerviosa con una sonrisa adorable -Gracias- susurro -A ti- tu voz sonó terriblemente suave.
-Tengo hambre ¿Tienes mas comida?- Grimm rompió el momento apareciendo de nuevo entre ustedes y mirando a la manzana que estaba en el suelo a medio tallar.
Epel se percato de su mirada e intenciones y la agarro -Aun no la termino, no es comida- la levanto para que Grimm no la alcanzara -La comida es comida- le contesto el pequeño comenzando a saltar a lo que Epel se puso de pie, aunque lamentablemente no servía de mucho.
Sonreíste viendo como ambos se correteaban y el ambiente cambiaba por completo *Ojala no despertarme nunca* pensaste sintiéndote en las nubes.
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