🔹 Capítulo 7🔹

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Abriste los ojos con pesadumbre.
Te levantaste de tu cama feliz pese al cansancio en todo tu cuerpo y saber que hoy te espera un día igual que el anterior.

Estabas deseando que llegará la noche para volver a dormir y probar suerte, a ver si volvías a soñar con el juego.

Así fue pasando tu día, muy lentamente o al menos eso te parecía.
Finalmente al acabar todas tus responsabilidades a las nueve y media de la noche te pusiste a jugar.

Primero entraste en tus dos primeros juegos para dar clases y jugar a los eventos actuales, ya que con el hecho de tener el juego en tu idioma y aún no estuvieras al día, habías monopolizado tu tiempo en esa versión.

El cansancio te abrumaba sin embargo decidiste jugar las clases en el juego con tu idioma aunque no avanzaras en la historia.

Poco después te acostaste con agotamiento de tu día, aunque para ser justos, ya te habías levantado lo suficientemente agotado como para volverte a dormir.

Al quedarte dormida volviste a caer en un estado de consciencia dentro de tu propio sueño.

Al igual que en el sueño del niño estabas rodeado de completa oscuridad por todas partes, pero a diferencia de aquella vez que todo estaba en un silencio estremecedor, había una dulce melodía sonando que te incitaba a ir hacia ella.
Caminaste con curiosidad viendo como poco a poco el paisaje de oscuridad absoluta se convertía en un bosque y finalmente llegaste al origen de la melodía.

Había una joven hermosa sentada en un tocón cantando una especie de Nana con los ojos cerrados y muy concentrada. Te quedaste ahí observándole, deleitándote con su voz, con su hermosa figura que era tan hermosa, grácil y mágica que en tu interior no podías encontrar palabra para describirla.

Una vez termino de cantar la melodía abrió los ojos lentamente, giró su cabeza hacia ti y te ofreció una dulce sonrisa que hizo que te sonrojarás.

-Ya estás aquí- comentó alegre levantándose grácilmente del tocón -no sabía cuánto tiempo tardarías- comenzó a dar pasos suaves hacia ti pareciendo el ser más elegante y hermoso que habías visto en toda tu vida.

Te quedaste quieto completamente absorto por su belleza *No creo que mi subconsciente fuera tan complejo como para crear a alguien tan increíble*

-Ven- te tomo ligeramente de la mano y te guió por un sendero entre los árboles. Con confusión te dejaste arrastrar hasta un claro junto a un pequeño riachuelo -Aquí- murmuro soltando tu mano y sentándose frente a ti en la hierba dejando tras de si el riachuelo.

-creo que me sacas 3 cabezas- murmuraste sentándote frente a ella aún extasiado.

La criatura al ver tu estado de contemplación hacia su persona, te regalo una pequeña carcajada -Los humanos siempre sois divertidos-

Parpadeaste un par de veces y trataste de salir de tu trance al sentirte ligeramente avergonzada -¿Quién eres?- la criatura pareció pensar unos instantes -Soy Selene, un placer- te quedaste en silencio por lo que está continuó hablando -Actualmente, solo puedo escabullirme de noche unas cuantas horas ya que debo permanecer dormida el resto del tiempo. Hace tiempo le pedí ayuda a unos cuantos dioses, mi amado había muerto y necesitaba poder distraerme de alguna forma en las pocas horas que mi letargo era interrumpido y el dolor demasiado intenso. Tras mi petición los años pasaron pero finalmente fui bendecida, se me permitió colarme en un mundo distinto donde volví a enamorarme y donde ahora resido. Más sin embargo, debido a la pesada carga que llevo en mis hombros no tengo poder suficiente como para evitar la catástrofe que está por venir. Debido a que este es un lugar mágico, he podido conocer y practicar la magia de maneras distintas a las que utilizaban mi juventud, hallándote aquí en este lugar ahora- la mujer que te hablaba de una manera muy formal. Dejo de hablar como si quisiera ver si estabas prestándole atención.

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