Capítulo 4: Noticias Inesperadas

23 1 0
                                    

Rebecca Black

Al llegar a territorio de los Bullets, me contuve hasta entrar al tráiler, en dónde no pude evitar estallar todo aquello que había guardo en el camino.

- ¡¿Qué mierda fue eso?! ¡El momento era perfecto! ¡Lo tenía! ¡Ya lo tenía! - mi padre me dio una mirada de advertencia; y antes de que pudiera seguir despotricando mi sentir, él alzó la voz e interrumpió la ira que recorría mis venas.

- ¡Iban a matarte! ¡Eras carnada en un estanque de tiburones! - su rostro se tornó rojo, pero su enfado no impidió que el mío siguiera presente. - ¿Cómo pudiste ser tan imprudente? - A pesar de que disminuyó su tono de voz, lo conozco lo suficiente para saber que aún sigue molesto.

- ¿De qué estás hablando? - inquirí con más tranquilidad, pero aún con un atisbo de intolerancia y frustración - Aunque haya ido a territorio de los Greenish, todo estaba bajo control, estaba protegida - intenté hacerlo en entender, pero él solo me da una expresión de seriedad y de sabiduría, como si supiera algo que yo no sé, semblante que hace constantemente cuando peleamos, así que no me sorprende.

- Recibí información... - hice una mueca, él me había enseñado que recibir información no era suficiente, no sino la comprobabas con hechos - de una fuente segura - la ira regresó a mi de forma progresiva. No podía creer que él me confesara que había basado sus actos en una simple indagación sin fundamentos, así... como si nada. El creer que la fuente era segura no era suficiente. Recuerdo las veces que me dejé llevar por lo que otros me decían, y siempre terminaba en la dirección de la escuela, por enfrentar a una maestra o a un compañero, o a quien fuese que hubiera actuado mal, según las versiones de los demás, pero nunca conforme a la mía. En cada ocasión mis padres me castigaron, repitiendo una y otra vez que todas mis decisiones debían ser influenciadas por sucesos que yo hubiese presenciado o corroborado. Que no debía acusar a alguien de algo que no cometió.

- Bromeas, ¿verdad? - lo interrumpí - ¿Me apartaste del bar, arrebatándome la oportunidad perfecta para eliminar al objetivo que tú me diste, solo porque alguien te dio información?

- Escucha - tensa su mandíbula y yo guardo silencio intentando controlarme. - Los Greenish tienen una nueva alianza con los Red Dragons - fruncí el ceño, confundida, aun cuando aquello podía ser verdad, no entendía como mi padre lo sabía. Él, leyendo mis pensamientos al observar mi expresión, continúo con su explicación - Tenemos un infiltrado en los Red Dragons, solo por seguridad, por si planean un ataque contra nosotros o algo peor - asentí, como señal de comprensión - Él nos dijo que hace tan solo unos días, ambos clanes firmaron un pacto, en el que cesaban sus enfrentamientos y acordaban protección mutua. - Intenté procesar la información que mi padre acababa de darme, pero me costaba creerlo - Es una fuente segura, Becca - aseguró con más calma.

- ¿Cómo lo sabes? No se puede confiar en los Red Dragons; tal vez es solo un señuelo, para que desviemos nuestra atención de lo que en realidad planean.

- Estás paranoica - aseguró - Sé que mi fuente no nos traicionaría, porque lo conozco desde niño - mi confusión aumentó - El infiltrado es Logan - la estupefacción invadió mi cuerpo, y retrocedí, como si la noticia me hubiera empujado hacia atrás. Eso no era posible.

- Pero... Logan está estudiando - balbuceé - Dijiste que estaba estudiando medicina - lo miré con ojos acusatorios - ¡Mentiste! ¡Nos mentiste a todos!

- Becca...

- ¿Qué? ¿Vas a negar que nos mentiste a mamá y a mí? - inquirí, moviendo mis manos, y expresando con ellas mi ira. Entonces su expresión se contrajo, como si aún no hubiera terminado de confesar todo. Y entonces lo comprendí.

Sin RemordimientosWhere stories live. Discover now