Mi gran casualidad

Capítulo 2 - Llámame Connie

*Narra Constanza*

Nunca pensé que así iba a ser como iba a pasar la madrugada del primer día de este nuevo año. Pensaba que después de la cena que había tenido con mis papás y mis hermanos, iba a ir a alguna terraza tranquila con mis amigas Dani y Sara, tomar algo, festejar el Año Nuevo juntas y después irnos a casa de la primera y ver una película de esas horribles y predecibles de navidad.

Claramente no fue así. Después de que mis amigas pasaran por mi a casa, dijeron que había cambio de planes y que iríamos a uno de las discotecas que más se llenaban en estas fechas. Por mi estaba bien, siempre y cuando hiciéramos la cuenta regresiva juntas. Eso tampoco pasó, porque la razón por la que habían decidido ir a esa discoteca era porque Manuel, el ex de Sara, iba a estar ahí también.

Cuando me enteré de esto me moleste con ellas. No me consideraba una persona que se molestaba por todo, pero también tenía un límite.  Así que mientras ellas buscaban a Manuel, en la primera oportunidad que tuve me he ido con el primer tío que he visto del cual ni siquiera se su nombre, para recibir el Año Nuevo como se debía. La verdad es que me la pase muy bien en su mesa, bailando y bebiendo hasta que Dani llegó con Sara llorando porque ha visto a Manuel liándose con otra.

Me dijeron que se iban, pero yo quería quedarme, ya estaba ahí y no pensaba irme en un buen rato. No me dijeron nada, sabían que estaba molesta, pero es que no era por mi culpa; yo quería pasar el fin de año con ellas y en cambio ellas decidieron que pasarlo acosando a Manuel era mejor idea. Así que me quedaría hasta que las piernas me lo permitieran.

Después de un rato cuando el alcohol se me había bajado lo suficiente como para pensar con la cabeza fría, salí del local arrepentida por cómo me había comportado con ellas. Debía llegar a casa de Dani y pedirles perdón por no haber apoyado a Sara cuando me necesitaba solo por querer pasarla bien un rato.

Decido pedir un Uber para irme, pero deja de parecerme una buena idea cuando veo las tarifas del transporte. Me atrevería a decir que se me había terminado de bajar lo borracha de solo ver lo alto de los precios. Me negaba a gastar tanto dinero en un transporte, lo mejor sería caminar.

Estoy pensando en qué hacer cuando veo que un chico, bastante atractivo, no dejaba de mirarme, el voltea la mirada fingiendo que no lo estaba haciendo, así que decido acercarme a él para que sepa que lo he visto. 

Nunca pensé que así iba a ser como iba a pasar la madrugada del primer día de este nuevo año. Caminando en dirección a casa de Daniela con un chico al que no conocía de nada, pero que había sido lo suficientemente majo como para no dejar que me fuera yo sola andando.

Íbamos en silencio, caminando lado al lado, hombro con hombro, nuestras manos se rozaban a cada paso que dábamos, mi piel se erizaba al sentir su piel caliente tan cerca de la mía. 

Lo volteaba a ver de vez en cuando y no podía evitar sonrojarme y sonreír cuando veía que él ya me estaba viendo. Tenía el cabello castaño y bien cortado, las cejas bien tupidas y sus ojos parecían marrones; tenía labios finitos y la mandíbula bien marcada. No era más alto que yo, puede que sin tacones le llegara un poco arriba de la línea de las cejas. La verdad es que la media de chicos en España era así, pero él tenía algo que llamaba la atención y no se porque sentía que lo conocía de algo.

⁃ Oye, tú cara me es bastante familiar, ¿nos conocemos de algo? - Le pregunto. Estábamos cerca de la Sagrada Familia, otra de las razones por las que quería ir andando, quería volver a ver esta hermosa iglesia una última vez. Al escucharme voltea a verme.

⁃ No creo, te recordaría si nos conociéramos. - Me dice y me regala una sonrisa ladeada.

⁃ Ya. - Le digo y cruzamos la calle, los tacones me estaban matando así que en la primera banca que veo tomo asiento. Él se sienta a mi lado después de voltear a todos lados. Ambos estábamos admirando lo grande que era el monumento y lo bien que se veía de noche.⁃ Esto es lo que más extraño de Barcelona. - Digo más para mi que para el.