Capítulo 23 - ¿Acaso soy tu secreto, Connie?

1.5K 54 1
                                    

*Narra Gavi*

Llegamos a casa de Eric pasadas las 23:00 pm, iba a ser una reunión pequeña, no había mucha gente más que los de siempre y unos cuantos amigos más del anfitrión.

Nos sentamos en el jardín a un lado de la alberca, sacaron las bebidas y empezamos a platicar y algunos, como Pedri y Ansu empezaron a beber de más.

- Pensé que no bebías. - Le dice Connie a Pedri.

- No bebí esa noche porque alguien tenía que cuidar a los niños. - Le contesta y todos nos reímos.

- Connie, ¿qué tal va la carrera? - Le pregunta Ferrán.

- Pues no me quejo, me gustan las materias y todo, y si saliendo ya tengo en que trabajar, pues que mejor. - No me gusta lo que dice Constanza, no debería conformarse con algo que no la llena, pero ya no se que mas decirle, no quiero agobiarla, tampoco es algo que me corresponde.

Mis amigos seguían preguntándoles cosas a Constanza y hablando de cualquier otra cosa. Hablamos del partido y de como no habíamos jugado como hubiéramos querido.

- El siguiente sí que lo ganamos. - Dice Pedri levantándose, se tambalea un poco, pero después se va al baño.

- Juguemos al futbolito, - Propone y Sira y todos se levantan, yo me quedo ahí sentado, no tenía ganas de jugar y ver como Ansu me ganaba otra vez.

Observo a Connie hacer equipo con Sira y Ansu con Ferrán, me gusta lo bien que se entiende con mis amigos y como se lleva con Sira. Me deleito viéndola jugar animada, sonríe cada que meten un gol y se pone a discutir con los chicos cuando pierden, en eso se parece bastante a mi. Veo como Connie riñe a Ansu y después viene conmigo a sentarse.

- Tenías razón, Ansu es un tramposo. - Me dice molesta sentándose a mi lado.

- Te lo dije, no era cosa mía. - Se ríe al recordar cómo había fingido molestarme con ella porque se puso del lado de Ansu cuando me gano en el Fifa.

- Me caen muy bien tus amigos y Sira, ella me cae mejor que todos, pero no se los digas. - Me dice susurrando, ya iba un poco borracha.

- Tranquila, tu secreto está a salvo conmigo. - Le digo y agarro sus piernas para ponerlas encima de las mías, Connie se acomoda mejor y se acerca más a mi. - ¿Cuándo conoceré yo a tus amigos? ¿Acaso soy tu secreto, Connie?

- ¿Qué? Claro que no. - Me dice y se ríe. - A ver Dani ya te conoce, le ha hablado de ti, pero a Ciro no sé ni cómo decírselo, se va a volver loco.

- ¿Por qué? ¿Le gustas o algo? 

- ¿Qué? - Pregunta ella incrédula. - Jamás, nos conocemos desde que usamos pañales. 

- Ah, ya. - Le digo y me pongo serio, no puedo evitar sentir celos.

- ¿Qué? ¿Estas celoso?

- No.

- Pablo Gavi. - Me dice, se ríe y se acerca más a mi. - ¿Estas celoso por Ciro?

- No, claro que no.- Le digo evitando verla.

- Si dije que Ciro se volvería loco es porque él es más culé que tú incluso. No se como se vaya a tomar que esté saliendo con alguien del equipo y aún no se lo haya dicho. - Yo solo asiento con la cabeza serio, en realidad ya que lo había aclarado no sentía más celos, pero quería que Connie me consintiera.- Anda, dame un beso. - Me dice y se acerca a mi, pero yo me quito.

- No. - Ella intenta volver a hacerlo, pero me vuelvo a apartar. Veo como pretende levantarse, así que la agarro de la cintura, la vuelvo a sentar sobre mi y estampo mis labios contra los suyos.

Ella sonríe, profundizamos más el beso y por esa sola acción mi temperatura corporal empieza a subir. Su lengua acaricia la mía y Connie paso sus manos por mi cuello y por mi mandíbula para dejarlas ahí, yo subía y bajaba mi mano por sus piernas. 

Entre más nos besábamos más aumentamos la velocidad, hasta que fuimos interrumpidos porque alguien se sentó a un lado de nosotros. Los dos nos separamos y vimos a Pedri recostarse contra el respaldo del sillón y poniendo su brazo sobre sus ojos.

- Tío, hay mas sillones desocupados. - Le digo un poco molesto por haber interrumpido el momento.

- No me dejen volver a tomar. - Dice frotándose los ojos.

- ¿Qué te pasa Pedri? - Le pregunta Connie.

- Me estoy bebiendo mis penas. - Dice sonriéndole con la boca cerrada.

- ¿Y eso? - Le pregunto yo. 

- Pues Lorena que me ha vuelto a buscar. Y lo odio porque pienso que ya lo he superado y después llega y me revuelve todo.

- No deberías pensar en alguien que te haga sentir así. - Le dice Connie.

- Es más fácil decirlo que hacerlo. - Dice y se va.

Connie y yo lo seguimos con la mirada hasta que lo vemos desaparecer dentro de la casa.

- Ven a dormir hoy conmigo. - Le digo a Connie. Debíamos acabar lo que habíamos empezado hace rato.

- No puedo. - Me dice haciendo un puchero.

- ¿Y eso?

- Mañana van a ir mis amigos a la casa. ¿Por qué no vienes?

- ¿Me invitas a conocer a tus amigos? - Le pregunto levantando mis cejas.

- Sí, sería una buena ocasión para que los conozcas, ¿vienes?

- Vale. - Le digo y le doy un pico.

No duramos mucho más tiempo en la reunión, estuvimos platicando un rato más, pero después tuve que ir a dejar a Connie a su casa y llevar a Pedri a la nuestra, se había pasado bebiendo y no iba a dejarlo manejar en ese estado.

Me bajo a acompañar a Connie hasta su puerta, nos despedimos después de varios besos y regreso al carro con Pedri, éste ni se ha enterado de nada porque se ha dormido recargado contra la ventana. Al llegar a casa ayudo a Pedri a meterse en la cama, después me doy una ducha y me voy a dormir con una sonrisa en la cama pensando en Constanza. 


Mi gran casualidadWhere stories live. Discover now