Capítulo 21 - ¿Qué sentiste?

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*Narra Gavi*

Por fin todo estaba bien con Constanza, habíamos arreglado el problema y estábamos mejor que nunca. Todo lo que me hubiera ahorrado si desde el principio le hubiera dicho la verdad...

Después del entrenamiento, me voy con los chicos a los vestuarios para asearnos.

- Que bueno que Connie ya sabe la verdad. - Dice Ansu poniéndose su camiseta, les había contado todo lo que había pasado y como ya estábamos bien. - Me iba a volver loco si tenía que llamarte Pablo otra vez en lugar de Gavi. - Todos nos reímos por su comentario.

- Estaría bien volver a quedar con ella. - Dice Ferrán. - Sira me pregunta mucho por Connie.

- Vale, yo le digo. - Les digo.

- ¿Vienen a casa a jugar a la play? - Les pregunta Pedri a los chicos. Balde y Ansu asienten.

- Yo no puedo, pero los veo mañana. - Dice Ferrán despidiéndose.

Nos dirigimos al departamento y nos ponemos a jugar a la play nada más llegar.

- Que malo eres, eres muy malo. - Dice Ansu picándome. Ya me estaba cansando de este juego y de él, nunca le podía ganar. Cuando pierdo dejo el control en el sofá con demasiada fuerza y Ansu suelta una carcajada. - Tío qué quieres que haga si eres malísimo, no seas mal perdedor anda.

- Como sea, ya no juego. - Digo dejándole el lugar a Pedri.

- Se ha enojado. - Dice este burlándose.

Voy a la cocina por un vaso de agua, regreso y me siento del otro lado del sillón para verlos. Ansu debía estar haciendo trampa, no podía creer como siempre ganaba.

Después de unas partidas más decido mandarle mensaje a Connie.

YO: ¿A qué hora sales

CONNIE: ¿En media hora, ¿por?

No le contesto y voy a cambiarme de playera a mi cuarto y a ponerme un poco de loción, cuando salgo los chicos me preguntan que a donde voy.

- Yo, a diferencia de ustedes, tengo una novia que atender. - Les digo tomando las llaves del coche.

- ¡Ni siquiera es tu novia! - Escucho gritar a Ansu, pero yo ya he cerrado la puerta. Pronto lo sería. 

Me dirijo hasta la universidad de Constanza para recogerla y llevarla a su casa, se que no ha traído su coche porque me contó que lo había cogido su hermana Nina porque el suyo le estaba fallando, así que iba a regresar andando a su casa y yo no podía permitir eso.

La busco entre todas las personas que hay en la entrada, la veo caminando hacia la salida de la Universidad, traía puestos unos pantalones blancos y una blusa rayada, esos pantalones la hacían ver más alta de lo que en realidad era, se veía preciosa. Acerco el coche hasta ella y me bajo.

- Connie. - Le digo y se voltea, amo la cara de sorprendida que hizo.

- Pablo, ¿qué haces aquí? - Se acerca y me abraza, yo le devuelvo el abrazo, le quito la mochila y me la cuelgo en la espalda.

- No iba a dejar que te fueras andando sola hasta tu casa.

- No iba a regresar andando, iba a tomar el metro. - Dice obvia.

- Bueno, pero mientras tu no tengas carro y yo pueda pasar por ti, lo haré.

- Esta bien, no puedo quejarme. - Me dice sonriendo y me da un beso en la mejilla. Le abro la puerta del coche y su cara cuando ve el ramo de flores en el asiento delantero no tiene precio.

- Para ti. - Le digo tomándolas y entregándoselas.

- Me muero de amor. - Las agarra y me da un pico. Los dos subimos al coche y salgo de su escuela.

- ¿Tienes planes para hoy? - Le pregunto.

- No, ninguno. ¿Y tú?

- Tampoco, ¿te gusta el sushi?

- Me encanta. - Me contesta sonriendo.

Manejo hasta el mejor restaurante de comida japonesa que conozco, Pedri es muy fan así que conocía los mejores gracias a él. Connie me iba platicando de su día y de sus clases.

- ¿Entonces si te gusta la carrera? - Le pregunto.

- No me disgusta, pero no es lo que yo hubiera escogido.

- Ya, pues yo sigo diciendo que deberías ir a por eso que te gusta, que es la fotografía.

- Si quiero, pero no lo sé, no le veo el chiste de hacerlo si no me voy a dedicar a eso, mejor solo sigo tomando fotos desde la cámara y listo. - Dice sacando su cámara y tomándome una foto conduciendo.

Llegamos al restaurante y pido una mesa para dos, ordenamos y platicamos un rato más. Los platillos están deliciosos, el mío más que el de Constanza, quien no puede evitar robarme un rollo cada que piensa que no la estoy viendo.

- ¿Cómo están los chicos? - Me pregunta por mis amigos.

- De molestos como siempre. - Le digo y le cuento lo de esta tarde y como no se perder, Connie solo se ríe y apoya a Ansu, así que yo me hago el ofendido hasta que me da besos para que me contente.

- Me gustaría verlos.

- Ellos también quieren verte.

- ¿De verdad? - Me pregunta y se sonroja.

- Si Connie, les caíste muy bien y les gustaría quedar contigo, también a Sira. Después del partido de mañana podríamos salir a algún lado. 

- Vale, no puedo esperar. - Me dice y sigue comiendo.

Cuando salimos del restaurante decidimos ir a dar un paseo caminando. Unos niños se acercan gritando mi nombre y me preguntan si me puedo tomar una foto con ellos, yo accedo y Constanza hace el favor de tomar la foto. Después de firmarles las playeras, nos despedimos y se van.

- Oye,¿ puedo preguntarte algo? - Escucho su voz a mi lado. 

- Claro. - Le respondo con una sonrisa. 

- ¿Qué se siente ser famoso? No sé, ¿cómo es estar caminando y que de la nada alguien grite tu nombre y se acerque para pedirte fotos?

- Quédate ahí.

Le digo y empiezo a caminar en la dirección contraria, Connie solo sigue mis pasos con el ceño fruncido. Cuando considero que estoy a una distancia prudente empiezo a correr hacia ella y a gritar su nombre.

- No lo puedo creer, ¿Eres Constanza León? ¿Puedo tomarme una foto contigo? - Le digo acercando el teléfono y tomándonos una fotos. Ella solo se ríe por lo que hice.

- Eres tonto. - Me dice y me abraza.

- ¿Qué sentiste?

- Que quería besarte, ¿tu sientes eso con tus fans?

- Solo con las más guapas. - Le digo para picarla, ella se ríe y me gano un golpe de su parte. - Es broma, no hay tía más guapa que tú.

- Cállate Pablo. - Me dice sonrojándose.

- ¿Qué? Es la verdad. Eres guapísima Constanza. - La acerco a mi para besarla. - Eres hermosa, eres preciosa. - Le digo y la lleno de picos.

- Ya, basta. - Me dice dándome un último beso y empezando a caminar otra vez.

Me quedo viéndola mientras se aleja, de verdad no me creía como podía ser tan hermosa. 



Mi gran casualidadWhere stories live. Discover now