❤ CAPÍTULO 4 ❤

103 18 0
                                    

Del susto terminé tirando el celular al suelo, y en mi paso por tratar de recuperarlo tan pronto como fuera posible, me terminé cayendo nuevamente de cara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Del susto terminé tirando el celular al suelo, y en mi paso por tratar de recuperarlo tan pronto como fuera posible, me terminé cayendo nuevamente de cara.

Si esto terminaba haciéndose costumbre necesitará una rinoplastia, aunque lo más probable era que debería de aprender a vivir con una nariz torcida porque mis padres se negarían rotundamente a operarme.

Mierda.

Mierda.

Mierda.

Sentía mi corazón latir rápidamente, mis manos sudaban de forma inexplicable mientras escribía y borraba una respuesta coherente que no sonara tan desesperada.

Sé que cuando comencé a usar internet mi padre claramente me explicó los peligros que podía haber dentro, y me hizo jurar en más de una ocasión que nunca, pero nunca, le brindaría mis datos personales, como mi número de celular a un desconocido, pero...si analizábamos la situación desde una forma completamente objetiva y racional, Ivan White no era un desconocido.

Lo siento papá. Tu futuro yerno debe saber como contactarme. Cuando vivamos en Malibu junto al océano, con dos niños y un perro llamado sparkle, todo esto no será más que una divertida anécdota del pasado.

SkyWalker
@SkyW

¡Claro! Este es mi número: 9xxx-xxx-xxx

***

Zoey: SADJKASKLJSADKJLSAD

CARO!!

CAROLINA HERRERA!!

CARDUMEENNNNNNN!!!

RESPONDEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE, ALERTA ROJA.!!!!!!

CAROLINA DEJA DE HACER LO QUE SEA QUE ESTÉS HACIENDO!!!!!!

Caro: ¿Qué pasa? Estoy en medio de mi meditación, esto arruinará mi saludo al sol por la mañana.

Zoey: Ivan White me acaba de pedir mi número. Visto a las 9:00pm

¿Caro? Visto a las 9:01pm

De un momento a otro el timbre de mi casa sonó, mi madre, quien aparentemente se preparaba para ya irse a dormir fue a la puerta, Carolina la saludó rápidamente y pasó dando tumbos por la escalera, llegando al último peldaño tropezó e hizo un estruendo, mi padre le preguntó si se encontraba bien y ella se reincorporó en un santiamén para aparentar que no había pasado nada.

—¡Buenas noches, Sr Walker! —gritó para que pudiera escucharla— Disculpe la hora, sé que es un día de semana, pero no tengo internet en mi casa y debo entregarle a Zoey mi parte del trabajo de mañana —habló con tanta rapidez que hasta a mí me costó entenderle bien que había dicho.

—¿Qué haces aquí?

—La pregunta me ofende—contestó ella con prisa, aún tenía la respiración agitada—. El chisme marcó mi anexo y claramente respondí a su llamado. Ahora, tengo solo diez minutos, doce si es que mi mamá se cree el cuento de que solo vine a dejarte algo. Cuéntame todo y no escatimes en ningún detalle, ¿cómo es eso de que te pidió tu número?

Viaje a las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora