Ale's Girl | Alejandra Villarreal

IN THE WAVES

Escuché la alarma de mi celular y abrí ligeramente los ojos para posponerla 5 minutos.
No había podido dormir absolutamente nada.

Alejandra y yo habíamos durado gran parte de la noche en una llamada, lo cual era una locura, pero aun así debía admitir que lo disfrute.

Volví a quedarme dormida hasta que escuché el tono de llamada de mi celular y me levanté asustada.

-Hola? -pregunto sentándome en la cama.

-Buenos días! -la voz de mi secretaria habla através del celular- Quiere que mueva su reunión?

-Disculpa? -le pregunto confundida, miro la hora y siento como el sueño sale de mi cuerpo de manera instantánea- ponla para dentro de una hora -le pido.

Mi pequeña sienta de 5 minutos en realidad habia sido de 2 horas.
Salte de mi cama y empecé a correr por mi casa para alistarme lo más pronto posible.

Mientras me apresuraba a vestirme y prepararme, mi mente seguía adormilada por lo que la conversación con Ale se repetia en mi cabeza una y otra vez, como si fuera un bucle.

Necesitaba un café urgente para despertar por completo por lo que puse la cafetera mientras terminaba de alistarme.

Después de colocar mi café en un termino salí de mi departamento y empecé a conducir lo más rápido posible hasta la estación.

Al llegar saludé a mi secretaria y ella me aviso que todos estaban en la sala de conferencias, esperándome.

-Buenos días, no tenemos tiempo que perder -digo mientras entro y me siento en mi lugar, mi secretaria me pasa una carpeta con las cosas que debíamos hablar y casi pego mi cabeza contra la mesa por la cantidad de cosas que debíamos ver.

A las 1:30 tomamos un receso por el almuerzo, mientras salíamos de la sala le pedí a mi secretaria que me consiguiera una pastilla para el dolor de cabeza y caminé hasta recepción para buscar mi comida.

Cuando tuve tanto la pastilla como mi comida subí hasta mi oficina.
Después de darle varias probadas a mi almuerzo sentí como varias notificaciones entraban a mi celular, recordé que no había hablado con Ale después de la llamada, por lo que con intenciones de desearle un buen día encendí mi celular.

Al abrir la aplicación de mensajería, me sorprendí al ver varios mensajes no leídos de Alejandra, estos habían sido enviados hace horas.
Parecía que ella también había estado despierta desde temprano.

De The Bassist <3: Buenos días, dormilona! ¿Cómo estás? Espero que hayas descansado un poco más que yo.
De The Bassist <3: Dormí como 3 horas, cuando estaba en la mejor parte de mi sueño mis hermanas me recordaron que teníamos soundcheck temprano.
De The Bassist <3: Pero bueno, no pasa nada, 3 horas de sueño, una botella de agua y una rebanada de pizza y soy invencible.
De The Bassist <3: Tenemos un día ocupado hoy, pero no quería dejar de enviarte un mensaje antes de comenzar. Espero que tu día vaya genial!

Para The Bassist <3: Hola!
Para The Bassist <3: Adivina quien tampoco durmió nada y además llegó super tarde a una reunión.
Para The Bassist <3: Espero que también te vaya bien! Te escribiré nuevamente más tarde.
Para The Bassist <3: Sí es que no me lanzo por una ventana en medio de la reunión jashaj.

Vi que los mensajes recientes eran de Jessie por lo que también decidí responderle antes de que la hora del almuerzo terminara.

De Jess: Hola Nena.
De Jess: Vamos a la playa?
De Jess: Hoy habrán buenas olas.

Para Jess: Jess!
Para Jess: No lo se, estoy apunto de colapsar en el trabajo.
Para Jess: Te aviso antes de las 4.

Regresé a la reunión y estuvimos ahí sentados hasta las 4, todos salimos del lugar como si nuestras vidas dependieran de ello.
Lamentablemente no pudimos hablar sobre todo lo que debíamos en la reunión, por lo que tendríamos otra reunión mañana.

Casi con un colapso mental conduje hasta mi casa, planeaba acostarme a dormir hasta que Dios con cuerpo de mujer me despertara, pero una gran parte de mi queria dejar mi celular en mi habitación y salir a montar olas hasta que estuviera tan oscuro que no nos quedara más remedio que salir del agua.

Me cambié de ropa y revise mis mensajes, Ale aun no respondía, por lo que tomé eso como una señal.
Deje mi celular sobre mi cama, me puse otro cambio de ropa y busqué mi tabla.

Conduje hasta la playa y una vez allí escuché la música movida y gritos de euforia de los demás surfistas.
Saludé a algunos conocidos y visualicé a Jessie en el agua.

Cuando entré en ella, mi cuerpo se relajo por completo y mi largo día en el trabajo estaba como un recuerdo borroso en mi cerebro.

Nadé hasta Jessie quien estaba sentado sobre su tabla junto con algunas personas más.

-Hey -los saludé a todos, Jessie le da un empujón juguetón a mi tabla y en respuesta yo le echo algo de agua en la cara- entonces quien se murió y por que están todos aquí?

Una de las chicas lleva una de sus manos a su pecho y baja la mirada.
-La temporada de malas olas ha terminado -dicho eso sonríe haciendo que todos hagamos lo mismo- si me disculpan, me subiré en la primera ola que vea.

-No si yo llego primero -alguien del grupo la reta.

Antes de que ellos nadaran hasta las olas todos los demás salimos primero, para ver quien era el más rápido.

Un par de horas después, Jessie y yo compramos unos hot dogs para cenar y nos despedimos.

A las 11 ya estaba en mi casa otra vez, exausta.
Me dejé caer en mi cama, sintiendo cómo el cansancio se apoderaba de mi cuerpo y recordando como el agua se movía debajo de mi.
Antes de rendirme al sueño, decidí revisar mi celular.

Vi que Alejandra aún no había respondido mis mensajes, y sentía cierta ansiedad por su respuesta, pero sabía que ambas rutinas muy ocupadas.
De todas formas decidí mandarle una nota de voz, donde le relataba todo lo que había hecho durante el día.
Le deseé buenas noches y me dejé caer en un profundo sueño.