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Después de un par de meses, el vientre de Ray empieza a crecer, y junto con el los malestares varios.

Sus náuseas y mareos aumentan y se vuelven molestas lo cual limitaba sus alimentos, su sensibilidad está por los aires al igual que su aroma y su ropa ahora es más que nada que la de su marido.

En pocas palabras, habían llegado a "esa etapa".

Ahí estaba el chico, hundido entre las sábanas dentro de la cama matrimonial, sin ninguna intención de inmutarse a salir de esta, solo estar de pie era suficiente para querer vomitar.

Se volteó boca arriba, y posó sus manos en su vientre hinchado. Froto el bulto que empezaba a sobre salir de su vientre y sintió como este se revolvía. Muchas preguntas empezaron a surgir mientras miraba el techo.

«Oh cachorro... ¿Como serás?, ¿A quien te parecerás?, ¿A quien te vas a apegar más?, ¿Cual sera tu color favorito?, ¿Cual sera tu comida favorita?»

Sonrió traviesamente al pensar en todo eso, como sería el crecimiento de su cachorro y de lo preparado que debía estar...

Preparado.

¿El estaría preparado?, ¿El será un buen padre?

¡Puf! Por supuesto que sería un gran padre, le cantaría canciones de cuna, como lo hacía su madre en su infancia, le preparará flan y mucho más. El sería un buen padre.

Mentira, ahora se había llenado de una nueva inseguridad. Sus ojitos se empezaron a llenar de lágrimas, y su vista se distorsiono.

El sabía que podía hacerlo, pero a veces creía que no podia, porque después de todo, era otro cuerpo del cual tomar responsabilidad, pero el quería formar una familia con Norman.

Pero no solo eso, su sentido paternal quería hacer feliz a su cachorro, a su bebé.

—¡Norman!—, grito el nombre ajeno, casi en desesperación.

—¿Si? Cariño—, pregunto el alfa asomándose por el marco de la puerta con su habitual sonrisa. Una vez que estuvo en la vista del Omega este extendió sus brazos hacia adelante entre sollozos, expresando sin palabras la urgencia de tener al alfa junto con el.

Ante esto, el albino rápidamente se acerca a el, con intenciones de satisfacer su demanda correspondiendo el abrazo. —¿Que sucede nubecita?—, pregunto, aprisionando al más pequeño entre sus brazos.

No recibió respuesta alguna, solo sintió como este se enterraba en su pecho, oliendo su aroma.

Norman no cuestionó. Era consciente que últimamente estaba siendo difícil para su querido esposo, los cambios en su cuerpo, su inestabilidad emocional, lo hinchado de su vientre y las náuseas y mareos constantes, inclusive se le era imposible hacer sus actividades diarias.

Por eso tenía que ser un apoyo, Por así decirlo estable y emocional , por eso no cuestionó, su nubecita quería un abrazo, y eso le daría, además de un millón de besos.

Al cabo de unos minutos, cuando el aire era la mezcla de sus aromas y lo único que se escuchaba era la suave respiración del azabache, fue cuando Norman finalmente decide separarse de Ray y continuar con sus deberes, además de hacer la cena.

Acostó y arropó correctamente al Omega para darle un suave beso en los labios y luego a su vientre hinchado, ya iban 4 meses.

No pudo evitar sonreír ante tal pensamiento. Realmente es difícil lidiar con todo esto, es nuevo y aterrador, pero definitivamente valía la pena.

Esta seguro de que darían su mayor esfuerzo, y serían buenos padres.

...

waiting for puppies ||Norray||✧⁠*⁠。Where stories live. Discover now