waiting for puppies ||Norray||✧⁠*⁠。

³

—Oe Norman, Hoy voy de salida—, dijo el Omega a su pareja que se encontraba en la sala recostado, el cual por repentina información termino sentándose, —¿eh?

—Si, hoy voy a ver a Isabella y a Yuugo—, respondió el azabache mientras se acercaba. —Te lo mencioné la semana pasada—, recalcó mientras le daba un pequeño beso en los labios de su marido.

—Oh, no lo recuerdo—, confeso el alfa, —pero en fin—, dijo para atraer nuevamente a Ray a su rostro, para asaltar sus labios y brindarle un beso más profundo. —Que la pases bien, Cariño—, agrego. Para separarse y ver el rostro de su nubecita, sus mejillas se pigmento de un rojizo sutil, con una expresión avergonzada.

—Um, Regreso en la noche—, concluyó para luego salir del hogar.

Dejando a un Norman muy pensativo.

Ya estaban a un paso de la recta final, 7 meses ya eran demasiados, en un o dos meses más seria el parto.

Su melancolía lo inundo y pensó en las cosas que ocurrieron durante el embarazo, sentir a su cachorra revolverse en el vientre ajeno, y recordar la adorable figura que era ver a su querido esposo en un nido acariciando su vientre.

Y pensar que eventualmente haría un nido con su cachorra en el, era más que feliz, este nuevo sentimiento lo hacía feliz.

Recordó esos momentos en los que el Omega rompía a llorar por no poder concebir un hijo, los comentarios que se me eran arrojados y la presión de esto lo estaban pudriendo por dentro. Tanto que en un ataque de ansiedad casi se prende en fuego.

Fue mucho trabajo y noches en vela para poder aliviar su inseguridad, pero verlo así, era mucho peor.

Hizo todo lo que pudo y al final no fue en vano, ahora estaban teniendo un proceso complicado pero satisfactorio.

Ama completamente a Ray.

.⁠ ⁠❛⁠ ❛

Entre los dos, la más emocionada era Emma, y eso que ella era un tercero.
De ahí partía Norman, siendo un total entusiasmado, y ahora aún más.

Emma había estado haciéndole spam a Norman sobre varias vestimentas y atuendo hermosos para su cachorra. El albino era fan de imaginar a su hija en esos lindo atuendos a crochet, hasta un enterizo y gorros de lana hasta pijamas de cuerpo completo adorables y peluches del mismo material.

Y justo ese día que su nubecita decidió ir a visitar a su madre y a Yuugo, Decidió urgar más, perdió el control y termino comprando las prendas, Ups.

Pronto las cajas con los pedidos asistieron a su casa, e inesperadamente terminaron siendo numerosas cajas llenas de ropa de bebé.

No había de otra, tocó darle una sorpresa a Ray.

.⁠ ⁠❛ ⁠❛

Dicho y hecho, el Omega volvió a su hogar en las horas de la noche, cuando no había ni el más mínimo rastro del ocaso siquiera.

Y en cuanto entro, se encontró con su marido sentado sobre el suelo con un montón de cajas a su alrededor.

—¿Que demonios?—, pregunto por lo bajo, con un rostro confundido, pero al final le termino restando importancia. Esa expresión fue reemplazada por una llena de frustración.

—Otra vez perdí contra ella—, dijo, aún susurrando.

—¿Eh?, ¿Que cariño?—, pregunto el alfa, aprovechando esta poca importancia por las varias cajas que estaba abriendo anteriormente y pasar desapercibido el tema.

—¡Otra vez perdí contra mamá!—, dijo ahora más fuerte, mostrando una pequeña rabieta de frustración. — Fueron Veintisiete rondas y solo gane cuatro, estoy seguro que fue porque quiso—, continuó.

—Pst—, aguanto en vano para luego romper en risas. —¿Fueron partidas de Ajedrez?—, pregunto divertido.

—Si, ¿porque eres el único que puede hacerle juego?—, reclamo sentándose en el suelo. Sentado posicionó sus manitas sobre su vientre crecido.

Este comentario hizo a Norman volver a romper en risas, recibiendo eventualmente risas de vuelta. —La verdad es que a mí también me pone en problemas—, agrego en un susurro, recordó cuando iba a la casa de su pareja y terminaba jugando con la dama.

Ese día era muy nostálgico.

—Por cierto, ¿Que son todas estas cajas?—.

No podía huir para siempre.

Los zapatos hacían impacto en el suelo de manera sonora en la sala de espera del hospital. Fue una emergencia, el parto de Ray se adelantó.

La ansiedad guiaba sus manos a su boca, e inconscientemente daba un paseo apurado en vueltas en dicha sala, sudando malditamente frío.

Aún podía escuchar de fondo los gritos adoloridos de su nubecita cuando de repente empezó a tener contracciones y su fuente fue rota.

Estaba nervioso, y muy preocupado.

Sin embargo aún no recibía la más mínima noticia, haciendo que sus nervios subieran a los techos, así como su presencia en un aroma que inundaba la sala. Sin esfuerzos incluso podría llorar ahí mismo.

«¿Que habrá pasado?, ¿Que estarán haciendo ahi adentro?, ¿Ray está bien?, ¿Mi nubecita está bien?, ¿Mi cachorra está bien?»

Nunca se sintió tan ansioso como la vez que Ray se presentó como Omega o tuvo su primer Rut en las instalaciones de la escuela. Solo que está vez se moriría de manera diferente.

Después de una maldita hora de espera al fin un doctor salió a dar sus noticias.

—Señor Minerva—, Llamo el profesional.

—¿Que ocurre?, ¿Esta todo bien?—, pregunto ansioso, no necesitaba ningún maldito suspenso.

—Si señor, hubo algunos contratiempos y fue un parto difícil, pero ya están estables—, por fin soltó el doctor, para felicitarlo.

—Están estables—.

Fue suficiente para lograr calmarlo por fin. —Uff—, Sintió un alivio gigante, finalmente recuperando sus sentidos, regresando esa habitual sonrisa en su rostro. —Dígame, ¿puedo pasar a verlos?

.⁠ ⁠❛ ⁠❛

—¡Estaba tan preocupado—, expresó el alfa en un berrinche, justo al lado de la camilla donde se encontraba su esposo y su pequeña.

—No me subestimes, soy más resistente que tu—, recalcó el azabache mientras golpeaba la frente del contrario, el cual luego froto la parte afectada en silencio.

—Estoy verdaderamente feliz—,  susurro eventualmente por lo bajo.

—Um—, respondió el Omega, —Bienvenida Nora—, agrego, con su Cachorra entre brazos, era un pequeña copia de Norman hecha una niña.

—Si, Bienvenida Nora—.

(⁠.⁠❛⁠ ⁠ᴗ⁠ ⁠❛⁠.⁠) っ Thank you for reading,
waiting for puppies