Amor de Montaña rusa 🎢❣️

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Subirte a una montaña rusa, te hace sentir muchas emociones. Nervios, felicidad, miedo, náuseas, muchas sensaciones que nos hacen sentir vivos.

Cuando apenas te sientas, te acomodas y te das cuenta de lo que harás, es una sensación de nervios ligada con felicidad.

Cuando empiezas a ascender poco a poco, y empiezas a sentir la adrenalina y los nervios al mismo tiempo.

Cada vez estás más cerca de la punta, vas llegando y te preguntas si tomaste una buena decisión al hacerlo.

Al fin llegas, miras a tu alrededor y... La mejor sensación, obtienes una vista tan clara y amplia de todo, quieres capturar ese momento para siempre. Sientes que es el mejor momento de todo.

Luego empiezas a bajar en picada, sientes miedo, ese susto en tu estómago que es único, la brisa pega fuerte y no te da tiempo de pensar en nada.

Entonces quieres bajar, piensas en todo lo que viene por delante y te da miedo y emoción al mismo tiempo, que confundida te sientes en ese momento.

Llegas hasta abajo, pasas el primer susto pero sabes que habrán más.

Vuelves a subir pero esta vez más rápido que la anterior, piensas en que volverás a estar hasta arriba y valdrá la pena.

Pero eso no pasa, subes un poco para volver a bajar, y pasa eso de nuevo, y otra vez. Y piensas, "esta parte de la montaña no me gusta", empiezas a marearte y quieres bajar de la manera que sea, pero a la vez quieres seguir, y experimentar lo que falta.

Bajas a una velocidad moderada una distancia considerable, ¿Volveré a subir?, Se acerca la primera vuelta, la ves venir y no puedes hacer nada para evitarla.

Por fin llegas ahí y... Una vuelta 360 que te deja con náuseas, pasó tan rápido, y a la vez tan lento que al estar de cabeza sentiste que fue una eternidad.

Sigues, la secuencia se repite una vez más.

Subes y llegas de nuevo a ese punto en el que vuelves a ver todo desde una perspectiva tan bonita, ¿Valió la pena?.

Bajas, respiras, tomas agua, respiras, y asimilas todo lo que sentiste.

Fue lindo
Fue aterrador
Fue lo mejor

Sentí náuseas
Sentí miedo
Me sentí muy felíz

Pasé curvas,
Pasé vueltas,
Pasé subidas y bajadas
Pasé tantas cosas y en todas aprendí y sentí tantas emociones.

Me divertí
Lo disfruté
Lloré también
En algún momento quise bajar tan rápido como me era posible.

Pero al final, no me arrepiento de haber vivido una experiencia tan única.

Vuelves en sí, sonríes, te volteas y sigues. Una persona te detiene y te pregunta ¿Crees que deba subir?
Y respondes: Todos en el mundo deberían subir más de una vez. Y si sientes que estás listo para hacerlo ahora, entonces adelante, solo disfruta el trayecto.

Y exactamente así, es la vida, así son las etapas que pasamos, y así es el amor.

Sentarte es aceptar que lo harás, que quieres vivirlo y disfrutar el momento.

Tienes miedo, tienes nervios, tienes una perspectiva diferente a lo que puede pasar, eres feliz pero también puedes llorar.

Hay montañas rusas más tranquilas que otras, algunas más largas o con más vueltas , pero sólo sabrás y sentirás esas sensaciones cuando te Montes en una con la mejor sonrisa y seguridad que tengas.

Y disfrutarás una más que la otra. Quizá decidas no montarte en algunas, o también puede pasar, que una te gustó más que las demás, aquella montaña rusa insuperable.

Y está bien, porque siempre habrá una favorita, pero el punto siempre será poder avanzar.
Y... poder vivir esa experiencia.

el sentimiento de una montaña rusa Where stories live. Discover now