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Si miraba para atrás, podía decir que se sentía conforme con la vida que tenía, con las muchas decisiones que tomó y aún con las lágrimas que derramó... En cada momento aprendió algo distinto.

Y es que no se arrepentía de lo que había logrado hasta el momento.

Tenía un hermoso cachorro que gateaba por todos lados, escabullendose de cierto rubio que desesperado lo buscaba entre medio de las sillas que estaban acomodadas en ese bello parque.

Su familia reía a lo lejos de alguna conversación que mantenían entre ellos. Sus amigos emosionados por lo que estaba aconteciendo, como si ellos fueran los que estaban por dar el siguiente  paso.

Ajustó su mano al brazo de Mark, su padre, quien lo admiraba con cierto brillo en los ojos, opacados por las lágrimas de felicidad.

"Es el momento" susurró su padre, a lo que asintió sin titubear.

La música comenzo a sonar suave, melodiosa. Todos se acomodaron observando el pasillo cubierto de pétalos de rosas.

Louis caminó a paso lento junto a su padre, esperando no caerse por los nervios que recorrian su cuerpo. Sus piernas parecían gelatina, pero trato de finjir firmeza.

Suspiró profundamente y al llegar al dichoso pasillo, levantó la vista y ahí estaba él esperándolo.

Su alfa

El amor de su vida

Estaba aguardando por él al final del pasillo.

Harry está vestido con un pantalón de vestir negro, una camisa del mismo color  que tenía los primeros botones desabrochados, mostrando parte de su torzo, y un pañuelo atado sobre su cuello...por qué se tenía que ver tan sexi?

Al verlo de pie tan seguro y rodeado de un aura que emanaba seguridad, fue imposible recordar esa noche en la que entró al cuarto de su pequeño, nervioso, inseguro, temeroso y tartamudeando.

Louis estaba sentado en la mesedora, alimentando a su pequeño, mientras susurraba una canción de cuna que le cantaba su madre cuando era pequeño.

Pero su momento fue acallado por un muy nervioso Harry que ingreso en el cuarto escondiendo sus manos tras sus espalda.

Camino a paso lento e inseguro por el miedo de recibir una negativa...estaba preparado para todo.
El Omega no dejo de verlo hasta tenerlo delante suyo.

"Tengo algo para ti, osito" dijo rompiendo el silencio. Se arrodilló delante del castaño, que seguía sentado, y mostró sus manos revelando una pequeña cajita de terciopelo con un anillo de oro con un detalle de un pequeño corazón el cual estaba dividido por dos pequeñas piedras preciosas, una celeste y otra verde.

"Esto ya lo había hecho una vez pero por unas razones diferentes, lo que no cambia es el reconocerte siempre como el amor de mi vida, mi único amor...mi Omega.
Se que en el camino me equivoqué y cometí errores, pero puedo asegurarte que en lo que nunca me equivoqué fue en volver y elegirte a ti una y otra vez, siempre volveré a ti...siempre vas a ser mi única elección, mi lugar seguro, mi refugio, mi hogar.
Louis William Tomlinson, aquí delante de nuestro rayito de sol como testigo, te pregunto...quieres casarte conmigo?"

Las lágrimas corrian por las mejillas del castaño, viendo al hombre delante suyo, a su alfa. Recordando cada momento a su lado y lejos de él...no se arrepentía de nada.

Con sollozos y una sonrisa en sus labios dió un si como respuesta, tratando de ocultar su felicidad tras su mano libre.

Harry sonrió lanzándose a besar a su Omega, su más grande tesoro, ese que cuidaría con su propia vida.

Esa noche sellaron con sus cuerpos, besos, mordidas y lamidas, una promesa silenciosa dónde procuraban ser fuertes frente a todos, no dejando que nadie ni nada se interpusiera entre ellos, por qué era de locos pensar que no tendrían dificultades, pero juntos afrontaría lo que viniese.

Al llegar al bello altar adornado con muchas flores, Mark tomó la mano de su hijo con lágrimas callendo por sus mejillas, depositandola sobre la del rizado.

"Hijo, sabes que te estoy entregando mi más grande tesoro. Cuida y respeta siempre de mi pequeño, o no vivirás para contarlo"

"Papá" reprendió el Omega mientras todos estallaban en risas tras ellos.

"Perdón tesoro, pero sabes Harry que no estoy jugando."

"Gracias Mark, se a quien tengo delante mío, y puedo asegurarte que cada situación que pasemos será aferrados uno al otro...lo cuidaré con mi propia vida" sonrió, comprendiendo tal acto de entrega.

Al estar finalmente uno frente al otro, se miraron por lo que pareció una eternidad, sumergiéndose en su propia burbuja de amor, entrega total y devoción.

Escucharon las palabras del juez delante suyo, oyendo atentamente su discurso y al momento de la gran pregunta, ellos asintieron sin perder la sonrisa y el brillo en sus ojos, delatores de su gran seguridad y deseo de estar siempre juntos.

La fiesta fue preciosa, la gente que los rodeaba no hacía más que llenarlos de elogios y besos que los desbordaron a ambos.

Al momento de bailar delante de todos, no perdieron tiempo de seguir compartiendo besos que denotaba lo mucho que se necesitaban, sin llevarlo a lo bulgar...eso lo dejaban para cuando estubieran solos en su cuarto, dónde desataban sus deseos más profundos y alocados.

───•❀•───

Para su luna de miel viajaron a Jamaica, un viaje que anhelaban hace mucho entre ambos. La habitación del hotel donde se hospedaba daba al inmenso océano en el que solían perderse en las noches antes de entregarse una y otra vez sin restricciones.

"Estás segura que está bien, Tom a veces es muy quisquilloso y se disgusta si no nos ve". Louis hablaba con Jay, quien se turnaba con Anne para cuidar del pequeño cachorro.

"Hijo, sabemos cómo cuidar un cachorro. No te preocupes y disfruten su semana, queremos otro nieto, sai que relájense"

"Mamá" reprendió Louis con sus mejillas totalmente teñidas de rojo. La carcajada de Harry se dejó oír por toda la habitación.

"Qué? No dije nada malo...bueno, los dejo para que continúen con lo suyo, Tomi necesita comer. Disfruten y no usen protección!" Dijo la Omega sin darle tiempo a responder pues cortó la llamada al instante.

" No les hagas caso cariño" Harry llegó hasta el Omega sin perder la sonrisa en su rostro, rodeandolo con sus brazos por la cintura " Mi madre también me dijo lo mismo".

"Mm, son exageradas" respondió apoyando su frente en el hombro del rizado.

"Puede ser..." Comenzó a depositar besos en el cuello del castaño, hasta llegar a la bella marca que se mostraba reluciente en su clavícula, enrojecida de lo fresca que estaba. "Pero no es mala idea..."

Louis volteó hacia su alfa, perdiéndose en esos bellos ojos que le daban tanta paz y seguridad.
"No estamos seguros si ocurrirá enseguida" su voz sugerente y seductora no fue pasada por alto.

Harry reafirmó su agarre en la cintura de su compañero, con un rugido retumbando en su pecho. "Tenemos todo el tiempo que queramos para intentarlo" respondió sin perder el tiempo de atacar los labios del pequeño, haciéndolos caer en la cama.

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