Capítulo 1

36 3 0
                                    

Inglaterra – 1980

"Mi nombre es Catherine Wesler y soy la esposa del hombre más maravilloso que jamás haya conocido en este mundo; Stefan Sanders Melton

Somos un matrimonio que lleva dieciocho años juntos.

Aunque debo confesar que antes de casarnos, yo no lo amaba, pero ahora sólo por él es que la vida me parece hermosa y en honor al gran amor que le tengo, quise escribir nuestra historia".

Inglaterra – 1960

La familia Norrington pertenece a la nobleza británica y desde la antigua época se acostumbraba que los nobles eligieran los futuros matrimonios entre las familias del mismo linaje – incluso antes del nacimiento.

Ese fue mi caso... Yo estaba prometida a Stefan.

Mi madre se pasó diecisiete años instruyéndome para el día en que me convirtiera en la señora Sanders. –

Lo que más me recomendaba, era mantener mi pureza intacta para ese hombre al que ni siquiera conocía. Sin embargo, yo era rebelde y no estaba dispuesta a obedecerla, así que comencé un noviazgo clandestino con un compañero de mi colegio –¡Dios!, ¡cómo me arrepiento de no haberla escuchado!

Ron era un joven apuesto, hijo de una familia rica; su cabello dorado, sus ojos azules y su mediana altura me llamaban la atención. Pero lo que me parecía interesante de él, eran sus palabras jocosas y desvergonzadas que hacía en referencia al acto sexual –supongo que debí correr en ese momento, pero cuando somos jóvenes, no vemos problema en que un hombre no te respete".

Durante un tiempo únicamente nos citábamos en el patio del instituto para conversar. Luego íbamos detrás de uno de los edificios a besarnos. Hasta que un día quiso ir a un lugar apartado para lo que, según él, sería nuestra prueba de verdadero amor.

Yo me sentía nerviosa y le pedí regresar, pero Ron me recordó que no faltaba mucho para que cumpliera los dieciocho años y que después, tendría que casarme con ese desconocido que me obligaría a entregarme a él sin amarlo.

Mi mente se puso en blanco con aquella terrible verdad. Ron aprovechó mi desconcierto y lentamente se fue acercando a mí. Sujetó mi mentón y alzó mi rostro para besarme. Al principio era un beso casto, pero fue aumentando de intensidad y con eso aumentaban sus caricias.

Una parte de mi gritaba que no continuara, pero la otra – "la tonta" –decía que no quería tener mi primera experiencia con un hombre que podía resultar ser asqueroso, así que cedí a la lujuria de Ron.

Él gritaba, se movía, transpiraba y disfrutaba... yo sólo me dejé hacer, pero lo que creí sería hermoso, fue decepcionante.

Cuando Ron terminó de satisfacerse, se levantó y sin decir nada más, me dejó ahí tirada en el pasto con una horrible sensación de suciedad y arrepentimiento.

"¡Y lloré!... lloré por primera vez en mi vida".

Con dificultad me levante, baje mi falda y busqué mi ropa interior –que Ron había arrojado muy lejos de donde estábamos.

Al terminar de medio arreglarme, fui a la dirección a solicitar un permiso para regresar a mi casa, pues no me sentía bien.

Al llegar, mi madre notó mi semblante avergonzado, aunque no me dijo nada a pesar de que sospechaba el motivo –ella parecía saber de mi noviazgo con Ron.

Los días fueron pasando. Yo no me presenté en el instituto desde esa vez y mi pretexto era que me estaba preparando para conocer a mi futuro esposo. Tampoco supe nada de Ron y al volver a mis clases, me enteré de que pidió ser transferido a otra escuela.

MEMORIAS DE UN AMOR VERDADERO: CATHERINE & STEFANWhere stories live. Discover now