No lo entiendo y poco me interesa entenderlo, pero sé que te necesito

190 13 4
                                    


—Ugh, no entiendo nada.

—Vamos, Rainbow. Ni siquiera lo estás intentando y estás comenzando a desesperarme.

—Pues desespérate, no me importa.

Fluttershy le dio una dura mirada a su novia antes de suspirar cansada y recargarse en el respaldo de su asiento absolutamente fastidiada. En ocasiones Rainbow era tan desesperante como Pinkie Pie o una niña pequeña, y discutir con ella era como hablar con la pared, negándose a escuchar cualquier palabra con tal de evitar los problemas y tomar una siesta en algún lugar cómodo.

Y aun así la amaba demasiado como para simplemente dejarla hacer lo que quisiera sin temor a futuras consecuencias, así que no iba a permitir que Rainbow se saltara esta sesión de estudio para los próximos exámenes que estaban a la vuelta de la esquina. Sin embargo, no había forma de convencerla que fuera eficaz, al menos en una que pensara ella misma.

Su frustración creció cuando vio a Rainbow recostándose en la mesa lista para dormir mientras ella pensaba en algo.

—Dios, Rainbow. Odio cuando tomas esa actitud tan desinteresada.

Pero Rainbow no respondió.

Detrás de la puerta Twilight escuchó la conversación y entendió que era el momento para tratar de juntarse con el par. Entonces entró al salón con una sonrisa.

—Fluttershy, Rainbow. ¿Qué hacen aquí? —preguntó fingiendo ignorancia.

—¿Tú qué haces aquí? —Fluttershy preguntó en respuesta—. Creí que todo el mundo se había ido a casa.

—Solo vine por un libro que había olvidado —Twilight respondió acercándose a su asiento y tomando el libro—. ¿Están estudiando?

—Algo así, pero es imposible con Rainbow Dash siendo tan... floja todo el tiempo —Fluttershy dijo desesperada con una mirada mortal a su novia—. Creí que estudiar en la escuela sería más efectivo que hacerlo en casa, así evitaría que se durmiera. Pero eso no le importa, duerme cuando quiere.

—Oh, eso suena como un problema —comentó Twilight compartiendo los sentimientos de su amiga—. ¿Quieren que las ayude a estudiar? Tengo un plan de estudio que trata de ser lo más ligero posible. Creo que, si Rainbow ve que no es demasiado, preste más atención.

—Suena aburrido, pero voy a aceptar cualquier ayuda —Fluttershy asintió hacia Twilight—. ¿Cuál es ese plan de estudio?

—Me alegra que preguntes —Twilight dijo con una sonrisa amistosa, acomodándose los lentes—. Verás, este plan lo diseñé junto con mi hermano...

—Twilight... —Fluttershy la silenció, cruzándose de brazos—. Estoy segura de que lo tienes guardado en un archivo, solo pásamelo y vete.

—Oh, entiendo —Twilight se sonrojó avergonzada—. Puedo hacer eso también.

En un instante Fluttershy tenía el plan de estudio de Twilight en su celular, sonrió complacida por tener a alguien como Twilight y... vaya, tener a alguien como Twilight era realmente útil. Tal vez no funcionaría con Rainbow, pero al menos había encontrado una respuesta a su problema.

—Nada mal, Twilight. Bien hecho —dijo, apenas prestando atención a su amiga.

—¿Ah? Gracias, no fue nada —Twilight dijo contenta—. ¿Qué les parece si estudio con-?

—No, ya puedes marcharte —Fluttershy dijo inmediatamente, dirigiéndose a su novia—. Rainbow Dash, despierta.

Twilight no discutió con Fluttershy, después de enterarse de lo que hizo con Pinkie Pie, optó por no arriesgarse a que la lastimara. Después de todo, no tenía el mismo cuerpo anormal de su amiga para soportar caídas a varios metros de altura.

—Bueno, creo que me iré ahora —dijo, encaminándose a la puerta—. Nos vemos mañana.

Pero ninguna de sus amigas la escuchó, pues Fluttershy estaba luchando por despertar a una Rainbow que ni siquiera parecía dar signos de vida.

—Por favor, Fluttershy. ¿No ves que trato de dormir? —Rainbow murmuró malhumorada—. Estudia por tu cuenta, yo no pienso desperdiciar horas de sueño por unas tontas calificaciones.

Enfurecida, Fluttershy tomó a Rainbow de la playera y la azotó contra la banca. La chica de piel cian gimió en dolor y miró a su novia con sorpresa; sin embargo, no pudo decir nada al respecto cuando esos ojos aguamarina le dieron una de las peores miradas que pocas veces había visto. Lo que fue aun más extraño, fue la pierna de Fluttershy en medio de las suyas de manera provocativa.

No sabía si estar asustada o excitada.

Quizás lo seg-

—Escúchame bien, Rainbow Dash —interrumpió sus pensamientos—. No pienso presentarle a mis padres a una chica linda, pero estúpida que no se preocupa por nada. Y últimamente has ignorando mis palabras como si tuvieras derecho a hacer lo que te plazca...

La pierna de Fluttershy se movió de arriba abajo, aturdiendo momentáneamente a Rainbow al punto que apenas podía escuchar con claridad. Su rostro se cubrió de un leve rubor rojizo que su novia tomó como una señal para continuar con su diatriba antes de que perdiera la conciencia.

—Así que vamos a estudiar, aprobarás esos exámenes y atenderás todas mis palabras al pie de la letra —dijo finalmente, acercando sus rostros lentamente—. O si no, voy a convencerte.

—¿Y cómo piensas hacerlo? —preguntó Rainbow, perdida en los ojos de su amante—. Sabes que prefiero dormir antes que hacer cualquier otra cosa.

—¿En serio? —definitivamente no fue una pregunta lo que hizo.

Los labios de Fluttershy se conectaron con los de Rainbow, los brazos de la peli arcoíris rodearon sus hombros y las unió aun más. Pequeños gemido salieron ocasionalmente de la boca de Rainbow, mientras la pierna de Fluttershy bajaba y subía indiscretamente sobre su entrepierna en una descarada demostración de afecto. Poco y nada les importaba que alguien las viera en ese preciso instante, quizás Rainbow el día de mañana se avergonzaría en retrospectiva, pero por ahora lo que ambas querían hacer era satisfacer una necesidad que quemaba sus cuerpos desde dentro.

El par cayó al suelo en un estruendoso golpe que envió algunos de los pupitres unos sobre otros, Fluttershy ni siquiera se preocupó al respecto y al igual que Rainbow siguieron con su sesión de amor.

Al otro lado de la puerta, Twilight miró la escena con la cara completamente roja y apartó la mirada cuando Fluttershy metió la mano debajo de la playera de Rainbow, yéndose antes de que notaran su presencia. En el camino se encontró con la directora Celestia, quien le dio una pequeña sonrisa antes de hablar con ella.

—Hola, Twilight —saludó—. ¿Estás bien? Te veo algo extraña.

—¡AH! ¡Por supuesto! No pasa nada —respondió tontamente, tratando de borrar el sonrojo de sus mejillas—. ¿Qué hace aquí, directora?

—Escuché ruido en uno de los salones, solo quería asegurarme de que no haya pasado nada —dijo encogiéndose de hombros—. ¿Tú no lo escuchaste?

—D-definitivamente no escuché nada —trató de defender a sus amigas—. Acabo de venir justo de ese pasillo, así que no creo que sea por allí. ¿Tal vez fue en los salones de arriba?

—¿En serio? —Celestia se colocó una mano en la barbilla—. Supongo que tienes razón, checaré el piso de arriba. De cualquier forma, no tardes mucho en irte. Se está haciendo tarde y puede ser un poco peligroso.

—Sí, cierto —Twilight dijo retrocediendo lentamente—. Ahora que recuerdo, olvidé... otro libro en el salón. Volveré por él. ¡Adiós!

Twilight volvió a través de sus pasos, armándose de valor para recibir alguna golpiza de Fluttershy después de... esto no le iba a gustar.

Poco después, su vista se cubrió de estrellas. 

ImpulsoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora