Capítulo diez "Cena desastre"

45 3 0
                                    

Cena desastre

Al regresar al departamento recibí un mensaje de JJ, me preguntó porqué cancelé nuestra cita, le dije que tenía que ir a una cena y que iba a resultar de lo más aburrida, pero terminé contándole que era una cita donde mi ex novio, que regresaba de Roma, me diría que se iba a casar, a los pocos minutos me llamó por teléfono, me pidió que se lo repitiera otra vez, soltó una carcajada y me pidió que lo llevara, entonces se me ocurrió algo mejor, los llevaría a los dos, a JJ y a Mich.

Sé que quizá me estaba portando de una forma muy inmadura, pero había cosas que no entendía y me parecían de lo más incoherentes, Rui se había ido, de eso ya casi había pasado un año, ¿Para qué regresaba, o qué necesidad tenía de decirme que ya me había olvidado y que se iba a casar? Querían que me portara de forma madura, pero ser maduro es seguir tu vida sin que nadie intervenga y no mezclar tu futuro con tu pasado, me parecía estúpido regresar de Roma para decirle a tu ex novia que ya eres feliz, si yo hubiera estado en su lugar jamás le haría algo así.

A las nueve de la noche llegamos Mich, JJ y yo al departamento de Pol, los tenía uno a cada lado y los tomaba de la mano, a ambos, Dina abrió la puerta y lo vi en sus ojos, estaba horrorizada.

-Hola Dina, ya conoces a Mich y a JJ, estamos en un trío.

-¿Qué crees que estás haciendo Gadea?

-Vengo a felicitar a Rui, estoy siendo madura como me pediste.

-Gadea, por favor, no hagas esto.

Entramos al departamento, Pol sonrió y supo que todo iba a ser un desastre, pero creo que él sí entendía mi sentido del humor.

-¿Así que...un trío eh? Me parece genial.

-Así es, una relación sándwich, y me encanta estar en medio, sabes a qué me refiero- Le guiñé el ojo.

Rui estaba en la cocina y salió con una bandeja, me imaginé que estaba presumiendo de algún platillo que había preparado en Roma y quería sorprenderlos, me miró y sonrió, pero también sentí que me juzgaba con todo su ser, ¿Qué esperaba? Yo también había cambiado, estuve tan deprimida pretendiendo buscarme a mí misma, y ahora volvía a ser el problema que fui toda mi vida, amaba el caos, es más, creo que yo era el caos.

-Gadea, es bueno volver a verte - Sonrió forzadamente.

Quizá no era del todo sincero, vi esa sonrisa estúpida en su rostro, ya quería irme de ahí.

Mich se acercó a mí, me tomó de la cintura y JJ también, me daban besos en la mejilla, le extendieron la mano.

Rui los saludó y me miró consternado, trataba de descifrar qué estaba ocurriendo pero las cosas improvisadas salen de lo mejor, y más cuando no tienes idea de qué decir o cómo comportarte.

-Mich y JJ, estamos en un trío - Dije sin pensarlo mucho, sabía que ellos jamás se avergonzarían de mí, ni de mis locuras, Dina ya no sabía dónde poner la cara y sonreía, pero de pronto me jaló hacía la cocina.

-Gadea, ¿Estás loca?

-¿Lo dices por Mich y por JJ? Porque en realidad estoy saliendo con los dos, somos un trío, ¿Tiene algo de malo?

-¿No puedes tratar de entender a Rui? No es fácil para él, quiso venir a verte porque sabe que desde el accidente no eres tú, pero con esto demuestras un grado de inmadurez, de locura, un lado completamente desconocido y me da miedo, debes ir a terapia.

-Estoy enfrentando algo que no tengo porqué enfrentar, ¿Para qué me traes a una ridícula cena, con alguien que no veo desde hace casi un año, que fue mi novio y ahora se va a casar, ¿vino desde Roma a decírmelo? Y dices que yo necesito terapia, vaya... Yo no gasté una fortuna para regresar al pasado, ¿Tú le encuentras lógica a esta situación? y yo en verdad estoy con ellos, voy a seguir con ellos, y si vas a juzgarme, nada tenemos que hablar, crees que porque retomaste la carrera y no vas a bares por las noches ya no eres la persona que conocí, la que me sacaba de mi apartamento un lunes para emborracharnos, ¿Qué te pasa a ti? Todos ustedes necesitan lidiar con sus problemas, pero pretendiendo ser otras personas no significa que son mejores ahora, yo no tengo que fingir nada, no tengo porqué estar aquí, no tengo porqué hablar con Rui, ni tampoco tengo que ir a su boda, no tengo que disculparme con nadie, estás loca Dina, yo me largo.

Mich y JJ se despidieron de todos y salimos de ahí, me sentía tan mal, ¿En verdad yo estaba equivocada? ¿Desde cuando ocurren cosas así? ¿Qué le estaba pasando al mundo?

Cuando llegamos fui directo por una cerveza, destapé tres botellas, JJ sonrió y Mich me miraba, sabía que estaba molesta.

-No tenías porqué hacer esto, me refiero a aceptar ir a esa estúpida cena, si alguien se va a casar no tiene porque juntar a sus ex novias en un solo lugar para darle la noticia a todas, no tienes porqué sentirte mal, y creo que hiciste lo correcto.

-Me divertí esta noche, pero concuerdo con Mich, ¿Por qué fuiste?

-No lo sé, a veces siento que el accidente que tuvimos nos marcó, pero eso no les da derecho a decirme que todo lo que hago esta mal, pero al mismo tiempo es como si tuviéramos que justificarnos por todo lo que hacemos, y cada uno tiene que dar el visto bueno de esas decisiones, estoy harta de eso, de que me juzguen, Dina cambió demasiado, no entiendo porqué hizo todo esto y me hace sentir como la villana.

-Es tu vida Gadea, vívela como tú quieras, sin tener que pedirle aprobación a todos.

Le sonreí, tenía razón, ya no tenía que pedirle aprobación a nadie, me acerqué y lo besé, después besé a JJ, si yo tenía sexo con los dos y a ellos no les molestaba ni se sentían incómodos, si yo estaba disfrutando todo eso, lo haría, comencé a excitarme tan rápido, y entonces repetimos lo que había pasado días atrás, JJ me cargó y me llevó a mi recámara, Mich me sacaba la blusa y comenzó a besar mi cuello y mi espalda, JJ me daba sexo oral, y la sensación de sentirlos a los dos al mismo tiempo me enloquecía, después intercambiaron, JJ me besaba el cuello y la espalda mientras Mich me llevaba al delirio con su lengua, los iba montando alternadamente y ellos observaban, gemían, sudaban, era una imagen realmente excitante, nos veníamos una y otra vez, sentí enloquecer y terminamos entrelazados hasta quedarnos profundamente dormidos.

Desperté sintiéndome tranquila y sin una gota de remordimiento, Mich y yo nos preparamos para ir a trabajar, sé que quería saber muchas cosas, y en cuanto llegamos a la cafetería no tardó en comenzar a preguntar:

-¿Me vas a contar la historia de Rui?

-Mich, tú lo dijiste, mi vida es un verdadero caos.

-Jamás te juzgaría, sólo quiero saber, tienes algo que podría volver loco a cualquiera.

-No creo que sea así Mich, la historia con Rui es demasiado aburrida.

-Cuéntame, anda...

-Lo conocí casi al mismo tiempo que a Julen, estuvimos juntos una noche de copas y pensé que jamás volvería a verlo, pero su padre era el dueño del bar donde solía ir con Dina y Pol, resulta que era estudiante de octavo semestre en la misma universidad de negocios a la que yo asistía, lo utilicé para darle celos a Julen pero conforme iban pasando los días comencé a sentir algo por él, nos hicimos novios, todo iba bien, me satisfacía en todo, era maravilloso conmigo, pero durante el viaje de fin de curso que hicimos, cogí con los dos en el hotel, nadie lo supo, era mi sucio secreto, sin embargo, Julen decidió que no quería saber nada de mí después de una tonta discusión que tuvimos y Rui me ofreció ir con él a Roma, ya estaba casi decidido, quizá la que se casaría ahora con él sería yo, pero después ocurrió lo del accidente, en una de sus visitas durante mi convalecencia, Rui me pidió que me fuera con él, pero no pude hacerlo.

-¿Qué te lo impidió?

-El futuro, Rui quería tener familia y casarse, yo...

-¿Qué ocurre Gadea?

-Yo... No...Júrame que jamás dirás nada de esto, júralo.

-Lo juro Gadea, por Dios, me asustas.

-Yo no puedo tener hijos, después del accidente tuvieron que quitarme la matriz, y sabía que Rui estaba entusiasmado y pensaba en eso todo el tiempo, en tener hijos, saber que no podía lo alejaría de mí, así que decidí alejarlo primero, nunca le dije la verdadera razón de porqué lo dejaba y no me iría con él.

-Gadea...

Mich me abrazó y me estrujó en su pecho, sabía que me entendía a la perfección, era al único que se lo podía contar y justo cuando me separé de su cuerpo entró Rui a la cafetería.

-¿Podemos charlar Gadea?

TODAS LAS VECES TÚOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz