¿Finales y comienzos?

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Llevan cada cierto tiempo tocando su puerta. Las paredes de su habitación vibran ante el gran estruendo de la música. Sabe que está en la obligación de ser partícipe de la reunión que hay en la sala principal, pero carece de la fuerza y voluntad como para bajar. 

Hay un creciente malestar en su cuello, está tenso. Siente un remolino en el estómago. Tiene la garganta seca y aunque intentó tomar un poco de agua cree que es imposible que no lo termine devolviendo. Está exhausto.

—Minseok, en serio, te dije que no voy a bajar —carraspea y hace una mueca de dolor—. Estoy indispuesto en estos momentos.

—Me temo que la señora no está de acuerdo, insiste en que su esposo, el joven Park, llegará pronto y que debería ser parte de la bienvenida.

—¡Dije que no! —se levanta bruscamente, siente un ligero mareo cuando lo hace, el dolor de cabeza se agudiza, sujeta el pomo de la puerta con fuerza y la abre—. Te lo juro, si vuelves a insistir...

Ahí está. Justo frente a él. No son los ojos almendrados de Minseok, sino unos cafés. Es tan alto, fornido e intimidante. Quizás en el pasado había algo en su presencia que lo hiciera suspirar, es apuesto, pero solo puede sentir cansancio ahora. Está harto. Suspira derrotado.

Sabe que Minseok se quedó tras la puerta y que su marido entró en la habitación. Toma asiento en la cama y se frota la sien. Cada paso que da el contrario y su respiración, lo irritan, es como si se esforzara en conseguirlo, en llevarlo al límite. 

—He vuelto —cierra los ojos ante lo dicho—. No nos hemos visto en un mes. ¿Podrías fingir al menos que estás feliz de verme a salvo?

—Estoy embarazado —lo dice sin más contemplaciones, extiende su brazo y abre el cajón del pequeño tocador junto a la cama—, y quiero el divorcio —tira los papeles a un lado de la cama.

—¿Qué has dicho?

—Estoy embarazado —lo mira a los ojos—, y quiero el divorcio, Park Chanyeol.


.


—¡¿De qué demonios estás hablando?!

—Sigue alzando la voz y esa lámpara terminará rompiéndose en tu cabeza —aprieta el puente de su nariz, siente la necesidad de recostarse.

—¿¡Te estás escuchando!? ¿Por qué diablos quieres divorciarte?

—Porque no estoy cómodo en este matrimonio. No soporto más esto.

—¿¡Cómo puedes...!?

—Sí, sí puedo, Park —de apoco se termina acomodando en la cama—. Este compromiso no tiene pies ni cabeza. Convivir con tus familiares ha sido bastante cansino y agobiante, no me respetan y se han esforzado en hacerme sentir lo más incómodo posible —modula su voz lo suficiente como para no gritar y aquello solo hace que su cabeza de vueltas.

—¿¡Qué dices...!?

—Tu tía solo y tus primas no me quieren aquí. Sé que te estuvieron diciendo que te estaba engañando, a parte de prohibirme hacer miles de actividades y de no dejarme visitar a mi abuelo... —suspira—. Solo quiero cortar por lo sano, no me siento bien.

—Iremos a que te revisen.

—El divorcio...

—¡Primero que te hagan un chequeo!

—Modula tu voz conmigo.

.

—¿Cuánto tiempo más se supone que debo estar aquí?

Cerradura [Chanhun]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora