El principio del fin

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Una vez llegaron a la finca que alquiló su esposo sintió un alivio que no podría explicar con palabras. El lugar es rústico y acogedor, se emocionó hasta las lágrimas cuando se encontró con la pequeña chimenea en la sala. El embarazo lo tiene muy sensible, aquello solo ha logrado que se vea vulnerable ante su marido, le desagrada, pero se dice así mismo que no estará así por mucho tiempo.

Después de todo se van a divorciar.

Llevan teniendo un dinámica un tanto particular. Son extraños que se llevan bien, así quiere denominarlo, porque no quiere admitir que su esposo está siendo muy atento con él. Es grato, acogedor y hace que titubee sobre divorciarse. Sin embargo, no puede dejarse llevar por una fantasía. Lo está cuidando solo porque lleva a su hijo en su vientre, de lo contrario la situación sería completamente diferente a la actual.

No va a ceder. No tiene que engañarse, no hay tal cosa como el amor para él. Fue privado de aquel sentimiento ni bien llegó a este mundo. Se prometió que ya no viviría de forma infeliz, tiene que cumplirlo y no aferrarse a un hombre que sigue enamorado de otra persona. 

—¿Te preocupa algo?

—Solo me preguntaba cuándo será que empiece a patear.

—Preferiría que estuviera tranquila, así podrías descansar cómodamente. ¿Te siguen doliendo los pies?

—Un poco, no es gran cosa.

El golpeteo en la puerta los sobresalta, su marido deja el lugar a su lado para abrir la puerta. Se queda quieto acariciando su vientre mientras juguetea con los hilos que lleva usando para coser los calcetines de su bebé. Las voces estridentes lo confunden y en un parpadeo tiene un séquito de personas a su alrededor revoloteando.

—¡Dios mío, te ves tan tierno! 

—¿¡Cuánto tiempo tienes!?

—¿¡Se te antojan dulces de arroz!? Traje muchos.

—¿¡O quizás frutas!? ¡Traje una cesta enorme!

—¡Cálmense, no lo estresen!

—¿Chanyeol...? —mira incómodo a su marido, quien apenado le muestra una pequeña sonrisa.

—Hun, ellos son mis amigos... —lo escucha carraspear, todos se enderezan y se colocan en fila para ser presentados—. Ellos son Yixing, Jongin, Kyungsoo y su hermana Sohyun. 

—¿Ahora somos amigos, no? Hasta ayer, sino fuera por Minseok nunca nos íbamos a enterar que serías papá.

—Tranquilo, hermano, no te alteres... —la joven carraspea—. Hola, lamentamos no habernos presentado antes, digamos el bruto de tu marido no tiene materia gris en su cerebro y por eso nunca organizó una reunión para conocerte.

No se esperaba aquellas palabras, el pánico en su esposo solo aumentó sus ganas de reír. No recuerda cuando fue la última vez que carcajeó con tantas ganas hasta quedarse sin aire. 

—Para cualquier inconveniente que tengas con este animal que tienes por marido puedes recurrir a nosotros, siempre estaremos de tu lado y asumiremos que él tiene la culpa —asiente sonriente ante lo dicho.

—Soo, tranquilo, no hay que hablar despectivamente frente al bebé.

—Jongin tiene razón, los bebés en el vientre ya perciben todo... —el joven que acaba de reconocer como Yixing lo ve titubeando—. ¿Podría tocar tu vientre, por favor?

—Eh, bueno... —mira a su marido, quien podría compararse con un tomate por lo rojo que está su rostro, se cubre con una mano la cara y le asiente apenado—. Claro, solo que aun no patea.

Yixing se arrodilla justo frente a su vientre y reposa suavemente su cabeza sobre el mismo. Aprecia como mantiene los ojos cerrados y que los demás miembros de la visita tienen los ojos iluminados.

—Luego es mi turno.

—Sigo yo.

—¡No se vale!

—A llorar a otro lado, Jongin.

—¡Soo, mira como me habla tu hermana!

—No peleen.

Fue una tarde particularmente amena. Su rutina consiste en levantarse, desayunar con su esposo, despedirlo y pasar el resto de la tarde cosiendo, leyendo o caminando por los alrededores. Los amigos de su marido son agradables y muy graciosos. Por lo que entendió, Yixing es de china y cada cierto tiempo vuelve a su país para estar con su familia extendida, los hermanos Do son mellizos, pero Sohyun tiene un carácter un tanto más particular y molestar al novio de su hermano es su pasatiempo favorito. 

Se siente extraño. No es capaz de recordar si en algún momento de su vida ha sido el centro de atención. Ver a los amigos de su marido interesados en él ha sido una experiencia extraña, pero gratificante y eso le asusta. No quiere encariñarse, una vez sepan que se divorciarán dejaran de tener el mínimo interés por su persona.

—Es increíble como en tan poco tiempo has diseñado estas preciosas para tu bebé —Jongin se queda fascinado al ver sus diseños en su libreta—. ¡Nunca había vestidos con estos colores! Hoy está de moda hacer que los niños usen colores neutros.

—¡Sí, lo detesto! Cuando era niña me encantaba usar mis vestidos fucsias llenos de color.

—Igual parece que la ropa para niños es cada vez menos para niños.

—Kyungsoo tiene razón, la última vez que fui al China sentí que a los pequeños los quieren vestir como grandes, con bolsos, sacos y zapatos incómodos.

—Hun quiere diseñar la ropa de Azúcar —la sonrisa orgullosa no pasa desapercibida para nadie—. Tengo una lista enorme de proveedores de telas, ella será nuestra princesa.

—Lo haré hasta cuando ella lo desee —acaricia su vientre.

—¿Estudiaste diseño de modas?

—A escondidas de mis padres, realmente no les importaba qué estuviera haciendo siempre y cuando no los molestara —se encoge de hombros—. Sé hacer muchas cosas, carpintería, cerámica, pero me desenvuelvo mejor diseñando.

—¿Qué te gustaría que aprendiera tu bebé? —no sabe identificar exactamente el sentimiento que trata de transmitirle Sohyun.

—Bueno, me gustaría que estudiara mucho, ya sabes, sentido de la responsabilidad —se detiene un momento pensativo—. Sin embargo, también me gustaría que aprendiera un montón de oficios y el valor del dinero. Quiero que sea una mujer fuerte y bondadosa. Me gustaría que fuera feliz gran parte de su vida y que en sus momentos de tristeza pueda recurrir a mí cuando lo necesite.

—Los dos queremos que se sienta amada.

Por un momento sintió que su mundo se detuvo. Sí, quiere que ella sea amada. No importa el obstáculo que tenga que superar, él y su hija serán felices sin importar nada.

—Tengo un contacto al que podría interesarle tu trabajo, Sehun.

—Yixing, prometimos no hablar de trabajo aquí.

—Hyun, es solo si te interesa.

—¿De qué se trata...? —se escapa un gemido de dolor, siente una punzada en su vientre—. ¡Agh! —agarra el brazo de su marido, la preocupación es palpable en todos los presentes—. Mi bebé, algo le pasa a mi bebé... —se le escapa un grito de dolor—. ¡Chanyeol! —se estremece por el movimiento brusco, dado que su marido lo cargó en brazos.

—¡Kyungsoo conduce! Las llaves están en el mostrador... —camina presuroso hacia la puerta—. Sohyun ve por ropa para Sehun y danos el alcance el hospital de Seúl, Yixing llama a urgencias que nos esperen. 

Cuando ya están en la puerta, Sehun siente los hincones más fuertes. Se aferra a su marido, esperando lo peor. Empieza a hiperventilar cuando están en el auto, apenas es consciente de lo que sucede a su alrededor. Su visión falla de a poco, hay voces, un rostro pálido con lágrimas que caen sobre su rostro, es lo último que tiene presente antes de caer inconsciente. 

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⏰ Last updated: Dec 06, 2023 ⏰

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Cerradura [Chanhun]Where stories live. Discover now