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Jisoo

Jennie estaba frente a mi sentada en el sofá con sus brazos cruzados. Rosé y yo estábamos arrodilladas frente ella, como si fuera nuestra madre y estuviéramos al punto de ser golpeadas.

-¿Como pudiste omitir el hecho que Roseanne Park fue quien te llevó a la audición?

Tragué grueso.

-Te dije que no sabia quien era.

Rosé estaba muy avergonzada. Ella se quedó dormida abrazando mis piernas sin notarlo. Jennie nos descubrió así.

-Tengo una cartón con su cara en mi billetera ¿nunca lo viste? Tonta.-espetó.

Ante eso, Rosé alzó la mirada confundida. ¿Jennie era su fan?

Mi amiga resopló.

-Bueno, eso no importa. Solo quiero saber que está pasando aquí.

Rosé y yo compartimos una mirada.

-Rosé tuvo un escándalo y no podía volver al hotel, así que le devolví el favor quedándose aquí.-dije muy rápido.

-Oh, ¿lo del dildo?-sip, Jennie era su fan.

Rosé solo puso llevarse su palma a la frente. Roja de vergüenza.

-Quiero morir.-dijo por lo bajo.

Jennie no pudo evitar reír de su reacción.

-Bien, ¿entonces no pasó nada más?-preguntó mirándonos a las dos.

Ambas negamos.

-Que lastima, hubiera sido una buena historia.-y se levantó.

Rosé y yo no podíamos estar más rojas.

-Ya levantese ¿Te quedarás a desayunar, Rosé?-y la rubia quedó perpleja- Jisoo trabaja en la tarde hoy, tenemos tiempo.

Ella me miró en busca de aprobación y yo me encogí de hombros.

Poco después del desayuno vino el manager de Rosé a buscarla, ella se despidió de mi un poco triste y dándome las gracias por todo. Sentí que la iba a extrañar, porque no sé qué tan fácil sería volverla a ver con su trabajo.

Ahora tenía una amiga millonaria y famosa. Eso me causaba gracia.

Cuando volví a apartamento Jennie me esperaba con te y galletas. Giré los ojos.

-Jennie. No pasó nada.-le aseguré.

-Si pasó.-insistió- No digo haya metido su lengua en tu garganta pero algo pasó.

Me senté en el sofá frente a ella.

-Bueno-ella empezó a tomar té emocionada-. Estaba bromeando con ella y quedé sentada en sus piernas... y luego debajo de ella... y... nos miramos muy intensamente, pero tocaron el timbre y eso fue todo.

-Es más de lo que me esperaba.-reconoció- Ella es mucho más linda en persona.

Entonces fui hasta su cartera y abrí su billetera. Efectivamente había una photocard de Rosé en el espacio de plástico en el que debería estar una foto de su madre.

-Jennie.-me reí y ella también.

...

Todo había vuelto a la normalidad y ni un mensaje de Rosé. Ya habían pasado algunos días desde que vino a mi casa, sentía que nuestro próximo encuentro sería igual de extraño. Pero de una u otra manera terminaríamos encontrarnos, si o si.

Estaba en el hotel cuando recibí una llamada de un número desconocido. Tomé mi descanso y respondí.

-¿Hola?

Justo A Tiempo | CHAESOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora