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Se asomo por las escaleras hacia la parte inferior de la casa,no había nadie que la mirará.Se preparo mentalmente para lo que estaba apunto de hacer,jamás fue alguien atlética así que el correr como si no hubiera un mañana le iba a resultar doloroso.La puerta principal no estaría abierta si es que los secuestradores no eran tan estúpidos. Primero tendría que buscar alguna ventana que diera al exterior,claro sin armar tanto ruido.
―Uno..Dos...Tres...―
Con los nervios a flor de piel comenzó a deslizarse suavemente por el suelo, rechinaba tanto que pisar fuerte habría que la descubrieran.
―Tranquila.....Tu puedes.....―
Se quedó quita al escuchar un fuerte grito proveniente de la cocina.Se controlo lo más que pudo,aguantando las ganas de querer correr y encerrarse en la habitación.Agarro el picaporte dorado de la puerta de al lado,girando con sumo cuidado.Al ver cómo se habría la puerta,suspiro aliviada.No dudo ni cinco segundo en meterse a buscar algo que pudiera ayudarla a escapar.
―Lo logramos.....―
Intentaba hablase así misma para tranquilizarse lo más que pudiera.Ella iba a salir de allí sana y salva a como diera lugar.La habitación estaba muy oscura,pero se lograba ver materiales de pinturas como lienzos tapados con telas blancas.Esto era posible verse gracias a la luz de una ventana en la cima de la pared,alumbraba el camino como la luna en una oscura noche. Por un momento pensó en esas películas de terror americanas,donde los protagonista siempre eran asesinados por no correr.
