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—Ya te pedí disculpas Ningie, es solo que me causó mucha curiosidad. —repitió la mujer siguiendo a su hija con la mirada.

—Fue demasiado vergonzoso, mamá. —llevó sus manos a su rostro frotándolo. —Rosé y yo solo somos amigas.

—Entendido cariño, entonces... —vaciló un poco. —¿Quien es "R"?

—Olvidaba que la paciencia no es tu fuerte —le reprochó. —En la cena de navidad te lo presentaré.

Jennie suspiró.

—Está bien. No te presionaré.

—Te lo agradezco —Ning sonrió de repente, atrayendo la atención de su madre.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó la mujer.

—El hecho de que pensaras que estoy saliendo con Rosé. —continuaban sus risas.

—¡Sólo lo asumí cuando vi la R! —se defendió. —Además, no pensé que fuese descabellado.

—Lo es ma, Rosé es mi amiga y aparte está muy alejada de mi tipo. —aseguró.

—¿Tu tipo? —cuestionó.

—Es muy open mind de tu parte, pero soy bastante hetero.

Jennie soltó una carcajada contagiando a su hija.

—Lo siento de nuevo. No quise entrometerme. Sé que entre las dos hay la confianza suficiente para que me cuentes sobre este tipo de cosas.

—No te preocupes, mamá—se acercó para abrazarla. —Y como es cierto eso de que nos tenemos la confianza suficiente, Rosé resultó ser otra rarita.

—¿En qué sentido, Ningie? —se sentó en el sofá.

—¡Le gustaste!

Jennie se sonrojó furiosamente. Lo había notado porque Rosé no lo disimulaba muy bien, pero le sorprendió que Ning Ning estuviese tan segura de lo que decía.

—Mamá, te lo juro, le dije apenas llegamos que no fuese rara —se quejó. —Pero apenas te vio empezó a actuar así.

No era la primera vez que Ning Ning tenía que vivir una experiencia de esas, en la secundaria varios chicos de su clase tenían un severo crush con su madre, sin embargo, la chica solo los ignoraba. Ya era algo común para ella.

—Cariño, no sé qué decirte —la mayor alzó sus hombros. —Tienes una madre joven, es normal que atraiga miradas.

—Ew, basta. —la señaló. —Cambiemos de tema.

—Cuéntame un poco sobre este chico misterioso...

...

—Lalisa, te lo digo en serio —detuvo el juego en la TV para voltear a ver a su amiga. —Es la mujer más hermosa que he visto en mi puta vida.

—Te encanta un amor imposible, Roseanne. —respondió la menor, enfocada en el juego.

—No es tan imposible, es más, me parece bastante posible.

—Oh, sí, la madre de una de nuestras amigas... es muy posible que te la lleves a la cama. —la miró con los ojos en blanco. —Deja de soñar.

—No es solo llevármela a la cama, no seas tan irrespetuosa y vulgar. —reprochó la pelirosa.

—Ahhhh —movió su cabeza asintiendo. —También quieres ser el papá de Ning Ning, claaaaaro.

La más alta le lanzó una almohada.

—Idiota —dejó el mando a un lado y fue por su abrigo.

—¿Qué haces? —le preguntó. —Ni siquiera hemos jugado dos partidas.

my friends mom [chaennie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora