AVENTURAS SEXUALES CON MI PRIMO

11.3K 84 6
                                    

Mi primo Sebastián es un hermoso ejemplar de macho, adicto al deporte, posee un cuerpo para devorarlo entero. él se sabe exquisito y lo usa, coquetea con todo el mundo, va de mujer en mujer y, aunque nunca he sabido que haya tenido algo con un hombre, les coquetea por igual.

Un día, por ejemplo, fuimos a comer a un nuevo restaurante, se demoraban en la atención, cuando llegó el mesero para atendernos, mi primo le hace notar que se demoran mucho, y guiñándole un ojo con su sonrisa encantadora, le pregunta si puede atendernos con más prisa porque estamos un tanto apurados, noté que el mesero se puso rojo, pero le dijo que se encargaría de todo rápidamente, cuando se marchó rumbo a la cocina dio vuelta la cara hacia nuestra mesa, yo no existía, el mesero miró a mi primo y este le sonrió.

Efectivamente nos atendieron muy rápido y cada vez que volvía el mesero para preguntar cosas innecesarias, entre mi primo y él era todo sonrisas y miradas, una de las tantas veces que nos fue a preguntar si estaba todo bien, noté que mi primo se hacía un tanto hacia atrás en su silla de tal modo que podía verse su paquete, el mesero se acercó a él y preguntándole si necesitaba algo más, noté que mi primo se agarraba el paquete, el mesero no despegaba los ojos del bulto de mi primo.

Entonces mi primo le dijo si podía traernos un café sin dejar de tocarse, el mesero le dijo que de inmediato lo traería y sería sin costo, un regalo para que fuéramos más seguido, mi primo le tendió la mano en señal de agradecimiento, ambos estaban allí con un apretón de manos y pude notar que el mesero con uno de sus dedos acariciaba la mano de mi primo, mi primo miró el reloj diciendo que se hacía tarde, el mesero casi corriendo se dirigió a la cocina y volvió con dos cafés. Salimos de aquel restaurante muertos de risa, mi primo arrugó el papel que el mesero le había entregado con su número de teléfono, y lo tiró al suelo.

Nuestros amigos casi la mayoría están casados, los más cercanos, eran 4, tres de ellos casados y uno soltero, todos deportistas como mi primo, se podría decir que yo era el menos deportista, la verdad a veces me aburría de tanto gimnasio, caminatas, trotes por el parque en fin, habían días en que prefería, después del trabajo, tirarme en mi cama y ver una serie de tv. Mi primo tiene una cabaña en un bosque, en realidad es de su padre, pero la usaba Sebastián, a sus hermanos Marco y Esteban no les hace la menor gracia ir a meterse a un bosque, ellos son más bien de malls y discoteques.

Uno que otro fin de semana nos marchábamos los 6 al bosque y nos quedábamos por el fin de semana, cerca de la cabaña había un lago donde nos metíamos al agua completamente desnudos, mi primo como siempre mostrándose y adorando su cuerpo, lo veía jugar en el agua con el resto de los amigos, cualquiera podía pensar que éramos un grupo de hombres gays, porque jugueteaban persiguíendose, agarrándose las nalgas o directamente el pene o los testículos jalándoselos, yo los miraba tendido en el pasto, me agradaba ir a aquella cabaña, me agradaba estar con mis amigos sobre todo estar desnudo entre hombres, mirar como mi primo sin el menor recato acariciaba las piernas de Cristobal diciendo que debía ejercitar más esta zona o la otra o dejando que Martín tocase su trasero propinándoles sonoras nalgadas.

Por la noche poníamos música y bailábamos entre nosotros, no era extraño ver a mi primo moverse sensualmente con Gabriel por pareja, Gabriel le metía mano, bajaba sus manos tocando el trasero de mi primo, mi primo mordía su oreja y su mano tocaba sobre el pantalón el bulto de su amigo, pero todo era juego luego ambos reían, se separaban mi primo se sentaba junto a mí y bebíamos cerveza tonteando.

Un par de horas más tarde nos íbamos a dormir, alguno se quedaba ahí mismo, en el sillón dormido. Yo dormía con Sebastián que obviamente dormía completamente desnudo.

Una de las tantas noches nos fuimos a dormir, al rato entra Matías, otro de nuestros amigos, casado, con dos hijos, se sienta en la cama y se pone a conversar con Sebastian, mientras conversaban Matías acariciaba el cuerpo de mi primo y él retira la sábana para que Matías pudiera tocar a gusto. Matías estaba en calzoncillo, sin nada más, mi primo acariciaba las piernas de su amigo, Matías le tocaba el culo.

Relatos GayWhere stories live. Discover now