capítulo 27.

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—Olvidé el condón —dijo y entonces dejó de moverse

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—Olvidé el condón —dijo y entonces dejó de moverse.

—No Daddy, no dejes de moverte —rogó Zhanghao.

—Pero, Zhanghao...

— Lo sacas cuando te vayas a correr, pero por favor continúa —pidió y entonces Hanbin comenzó a retomar su ritmo, empujaba sus caderas hacía adelante una y otra vez.

—Quiero verte, bebé — sacó de nuevo su miembro, para poner a Zhanghao de enfrente con la espalda pegada a la cama, volvió a entrar en su interior y él abrió las piernas. Mientras Sung se apoyaba de sus caderas para penetrarlo con profundidad.

—Mierda... — gimió él pelinegro con los ojos cerrados, tenía la frente y el cuello sudado, los labios rojos e hinchados, se veía hermoso y Hanbin no podía dejar de mirarlo, pegó su pecho al suyo y comenzó a besarlo lento y suave, mientras sus movimientos iban manteniendo el mismo ritmo, apoyo sus codos a los lados de su cabeza sin dejar de besarlo, el sabor de sus labios eran lo más delicioso que comenzaba a hacerse adicto a ellos.

Zhanghao no aguantó más, llegó a su orgasmo provocando que gimoteara una y otra vez, mientras cerraba los ojos con fuerza, Hanbin llevo una de sus manos a su boca para que no se oyeran sus gemidos y él no pudo evitar morderlo, finalmente se corrió manchando el abdomen de ambos y el peliazul no tardó en llegar a su propio orgasmo, sintiendo su esperma salir, sacó su miembro de su interior y la deposito en el abdomen bajó del menor.

— Hanbin.. — habló cuando se recuperó de su orgasmo.

— ¿Si? —preguntó mientras se acostaba boca abajo a un lado suyo y envolvía con el brazo su pequeña cintura.

— ¿Por qué no usaste condón?

—Estaba tan excitado que se me olvido, lo siento...

— ¿Esta es tu forma de hacer que sólo sea tuyo? —bromeó y Hanbin se tensó ante aquello.

—No, claro que no —contestó sin mirarlo.

— Hanbin — volvió a decir —Me duele el trasero.

Él peliazul se rió ante aquello y se apoyó en sus codos para mirarlo —Pero querías más fuerte, ¿no? —se burló.

—Me duele, pero, ¿sabes? me has alegrado la noche como no te imaginas — acarició su cabello negro— Gracias.

— Todo va estar bien, ¿si? —Zhanghao asintió y él hundió el rostro en su cuello —Lo prometo. 

 

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oh, daddy ✧ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora