𝐓𝐄𝐀𝐂𝐇 𝐌𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄 | Daniel Ricciardo

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22 de Abril 2021

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Perth, Australia.

El día había comenzado con una ola de calor fuerte, esto era común en estos meses del año en la Australia Occidental, si algo amaba Daniel era sentir como el sol quemaba su rostro mientras corría al aire libre, lo que había decidido hacer cuando despertó. El moreno dio su rutina por finalizada después de recorrer un par de kilómetros más, aun así decidió tomar asiento en el pórtico de la parte trasera de su hogar, admirando el bonito paisaje que le brindaba y suspirando al sentir algo de tranquilidad.

Trataba de mentalizarse sobre el cómo le informaría a su madre lo sucedido con su salud en días pasados, apenas había podido regresar a su hogar la noche anterior después de pasar dos días en Woking ajustando detalles del monoplaza, pasaría el fin de semana con su familia y después regresaría a la fábrica a prepararse para la siguiente carrera.  Debido a la hora solo pudo hablar con su padre Giuseppe, luego de ponerse al día decidido le contó sobre lo sucedido en Imola, el mayor se limitó a mirarlo sorprendido, duraron unos minutos en silencio hasta que su padre le recalcó que no podía evitar sentirse decepcionado por sus acciones y por el abandono hacia su avance, pero le recordó que él ya era lo suficientemente mayor como para tomar sus propias decisiones y diferenciar entre lo que estaba bien así como lo que estaba mal.

Daniel no pudo evitar sentirse mal después de las palabras recibidas por Guiseppe, tenía razón, el único culpable de todo lo acontecido era el mismo y solo podría salir de ese hoyo si ponía de su parte y trataba su problema, suspiró con fuerza y se puso de pie al mismo tiempo que tomaba del piso la playera que se había quitado debido a que se pegaba a su cuerpo gracias al sudor y eso lo incomodaba.

Deslizo la puerta corrediza e ingreso a su hogar cerrándola tras de él, el fuerte olor a huevos fritos y tocino, mezclado con el aroma a café, lograron que su estómago reaccionara reclamando comida, el australiano al instante fue a la cocina, donde de espaldas encontró a la única mujer por la cual daría la vida de ser necesario, Grace se encontraba en la barra desayunadora, repartiendo el desayuno entre los platos donde Daniel notó que al parecer serían solo ellos dos, al terminar de hacerlo dejo la cacerola sobre la estufa, fue directo hacia la cafetera y tomo la jarra para regresar y llenar dos tazas de café recién hecho.

Fue ahí donde Daniel decidido sorprenderla, ingreso de lleno y al percatarse de que su madre no tenía nada entre sus manos, la abrazo, la mujer se sorprendió en un principio, pero por la mañana su esposo antes de salir a trabajar le advirtió sobre el regreso de su hijo menor así que estaba preparada para verlo por ello termino rodeando el torso de él para abrazarlo con cariño.