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König estuvo en su oficina por 10 minutos tocándose sobre la tela, sabia que no era el momento pero no podia seguir con aquella erección, la fricción que se generaba contra la tela le empezaba a doler.

Cuando estaba por bajarse la cremallera del pantalon, le tocaron la puerta haciendo que le diera un pequeño susto, por lo general no lo buscaban en su oficina. Primero paso por su mente que eras tú y necesitabas de algo pero luego rechazo ese pensamiento, él sabia que no lo buscarias si necesitarás algo.

Dió un largo suspiro, dejando de lado lo que estaba haciendo por el momento, levantándose de su asiento para abrir la puerta, se impresiono de ver de quién se trataba, dándole un cálido saludo, después de todo se trataba de su mejor amigo.

"König, ¿Cómo estás?" Dijo el coreano, entrando a la oficina como si nada, él sabia que era bienvenido.

"Estoy bien... ¿Como te fue a ti en tu misión, Horangi? Estuviste 3 meses fuera" Respondió König, cerrando la puerta para luego quedar sentado sobre su escritorio, mirando al menor en todo momento.

"Dios, fue dificil dar con aquel narcotráficante... Siempre cambiaba de ubicación" Dijo Horangi, sentándose en la silla frente al escritorio mientras montaba los pies sobre la mesa, si que estaba comodo "Pero mejor no hablemos de ello. Dime, ¿ya por fin aceptas reclutas? Un pajarito me conto por ahi" Añadió en un tono burlón, uno el cual König pudo notar, lo esta molestando, eso le hizo soltar una leve risa.

"Idiota..." Respondió, estrujando se los ojos, desviando la mirada levemente "No tuve opción de negarme, sabes como son las cosas. Aunque solo agradezco que sea una sola" Dijo para luego volver a mirar a su contrario.

"¿Una sola? ¿Es una chica?" Preguntó el menor, mirándolo, realmente le impresionó mucho su respuesta "Ya de seguro te cae mal, como todos los demas" Añadió en una pequeña risa, sabia que si König duraba mucho con una recluta es porque algo pasaba. König era muy malo ocultando sus emociones ante él.

Por un momento hubo un silencio después de que Horangi hablara, König estaba pensando realmente si decirle o no, aunque sabia que tarde o temprano él lo sabria sin que le comentara. Miro al suelo por un momento, buscando la respuesta correcta, realmente no queria hablar sobre el tema.

"Si... Tampoco es la gran cosa... Solo hacen esto para que aprenda a trabajar en equipo" Suspiró, mientras se quitaba el casco, dejando ver muy poco su sobresaliente cabello de color terracota, estaba cansado de siempre hablar de ti, todo el mundo te mencionaba haciendo que este solo se pusiera mas nervioso por recordar tu figura y tu dulce voz.

El coreano después de escuchar las palabras del mayor, bajo los pies de la mesa para luego mirar a König, lo veia agotado. Se levantó de la silla y se puso frente a él, dandole unas palmaditas en el hombro para que se relajara.

Lo único que el austríaco hizo fue cruzarse de brazos recibiendo el tacto de su amigo. Por mas que lo dijese, realmente agradecia que solo pudiesen ver sus ojos, porque si todos se dieran cuenta de lo rojo y nervioso que se pone ahora por ti y por sus propios pensamientos de ti, sabía que se burlarian. Era ansioso con solo pensar que todos lo mirasen sin su mascara, más estando sonrojado.

Horangi se quedo ahi por media hora, cambiando nuevamente el tema, sobre como le fue en esos 3 meses, de lo que hizo, lo que tuvo que comer sin rechistar. König lo escuchaba atentamente, él también queria irse a una misión pero sabia que no podia, aun no. Estuvo callado por lo que quedaba de conversación. Horangi sospechaba que algo le pasaba, por lo general König siempre se burlaba de lo que este se quejaba.

Oberst KönigDonde viven las historias. Descúbrelo ahora