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Me siento sobre el enorme colchón de la enorme cama Queen, veo a los lados, me siento solo.

-¿Dónde estarás?- aun siento su olor en la habitación, me acuesto de su lado de la cama escondiendo la cara en su almohada, me siento desesperado, necesito verlo.

-Amor, ¿te sientes bien? – me siento en la cama y lo veo - ¿Por qué estas llorando? ¿te sientes mal? ¿tuviste otra pesadilla? - hipo, ni siquiera yo sé porque estoy llorando, tengo un mes aquí y siento que cada día que pasa me estoy enamorando de este hombre, con sus acciones, sus palabras, su manera de cuidarme – Cachorro respóndeme-

-Yo, yo pensé que te habías ido, entre en pánico, yo los siento, no quería llorar- me abraza.

-No tienes que pedir perdón, tranquilo, respira- seca mis lagrimas – Te traje el desayuno- veo la bandeja sobre la mesita de noche.

-Iré primero al baño – él siente, me bajo de la cama con cuidado y voy hasta el baño, hago mis necesidades, me lavo la boca y la cara, me quedo viéndome en el espejo por un buen momento, tocan la puerta del baño y salto en mi lugar.

-¿Estas bien?- me seco las manos, abro la puerta y lo veo parado en  la puerta - ¿Qué tienes?-

-No lo sé, solo realmente sentí miedo de no verte- me abraza y escondo mi cara en su pecho.

-Aquí estoy, no me voy a ir a ningún lado y si tengo que irme de viaje te llevaría conmigo a menos que considere que tú vida este en riesgo-

-¿Por  qué me tratas así? ¿Por qué me tienes de esta manera? - me aleja un poco, me sostiene del rostro y me ve a los ojos.

-¿Te puedo besar? – asiento, toma mis labios con los suyos, me besa de una manera tan dulce que es imposible pensar que él es el mayor jefe de la mafia.

Termina el beso, se aleja un poco y besa la punta de mi nariz con ternura y siento como mi corazón late con fuerza.

Hace que me siente en la cama, me coloca la bandeja sobre las piernas con un desayuno ligero, el tipo de desayuno que solo he sido capaz de comer este tiempo.

-Come con calma, hoy iremos a un lugar diferente de la casa – tomo un poco de fresas con yogurt y como.

-¿Para donde vamos?- tomo un poco de café y esta perfecto en su punto – Ya sabes como me gusta el café – él se de la vuelta y me ve.

-Se cómo te gustan muchas cosas- me da una sonrisa pícara y siento como mi cara se coloca caliente. Ingresa al closet mientras sigo comiendo con calma.

-No me dijiste para donde vamos- sale del closet con varias prendas en sus manos  - Es algo casual-

-Muy casual, vamos a ir a la piscina-

-¿Esta casa tiene piscina?-

-Si, tiene una piscina muy grande-  veo en otra dirección - ¿Qué sucede?-

-¿Puedo meterme con camiseta?- asiente -Perfecto – termino de desayunar, él se quita su ropa y se coloca solo una pantalonera de baño.

-¿Estás listo?- -¿Terminaste?- asiento, dejo la bandeja sobre la mesa de noche.

-Así es- q
-Sip, estoy listo- me entrega la ropa, la veo por un momento y pienso en si cambiarme aquí o en él baño.

-Puedes cambiarte aquí, si quieres salgo para que te sientas cómodo- niego.

-Estoy bien, igual ya me has visto- sonrió nervioso.

Me quitó la pijama y la dejo doblada sobre la cama, me coloco la pantaloneta de baño, siento que sus dedos recorren la piel desnuda de mi espalda y me quedo tranquilo.

Terapias peligrosas/ Terapia Prohibida Where stories live. Discover now