Hija de la Mafia Jenlisa - Chaesoo

Capítulo VIII. Mía

POV Jennie

- Busquen hotel – gritaba Jisoo desde la cancha de tenis. Lisa y yo solo reímos. Se disculpó conmigo porque debía ir a atender un asunto con su padre, yo me reuní con las chicas.

- ¿Y ustedes? – les dije pues en ese momento se estaban besando, lo que me alegró.

- Bueno, bueno, ya. – dijo Rosé – cuéntanos ¿Qué sucedió con Lisa?

- Hablamos, me contó cómo funciona esto, fue bastante sincera conmigo, así lo sentí.

- OK ¿Entonces? - preguntó Jisoo.

- Entonces me pidió que fuera su novia y acepté – ambas gritaron y se alegraron. Yo también estaba feliz, temerosa, pero feliz.

Lisa me había escrito que debía salir pero que regresaría para almorzar, y que en la cena saldríamos ella y yo. Inmediatamente comencé a contar el tiempo para verla, sentía nervios, felicidad y miedo, en unos días yo debía regresar a Seúl y ella se tendría que quedar aquí, eso me entristecía.

- ¿Qué piensas? – me decía Jisoo sacándome de mis pensamientos.

- Chu – sí, se me pegó como le decían Rosé y Lisa. – en unos días yo debo volver, ella se quedará aquí. La extraño y no hemos estado separadas ni dos horas ¿Qué voy a hacer?

- Jen, sé que no será fácil, pero ustedes se las arreglaran, de momento disfruta el estar aquí con ella.

- Jen – decía Rosé – Lisa ha enviado un cargamento de ropa, tu manager está en la habitación.

Lisa me había enviado ropa para que escogiera, todo de Chanel, había un nota que decía "todo para ti, no importa lo que te pongas, igual serás la más bella. L." Presumí que la cena era formal, me probé todo.

Lisa me escribió que me vería en el gran comedor con los demás. La plática fue amanea, la comida rica, los padres de Lisa eran como cualquier otro padres, amaban a su hija, eso se notaba.

- ¿Quieren postre? – preguntaba la Nana de Lisa, todos asentimos.

- Jennie y yo tomaremos el postre en el estudio – decía el padre de Lisa levantándose de la silla, yo lo seguí, estaba muy nerviosa.

- Padre – dijo Lisa quien también se levantaba de la silla.

- Tranquila hija, te la devolveré en unos minutos – Rosé y Jisoo solo miraban entre asustadas y divertidas.

- Pasa hija – me dijo, yo no podía decir nada, sentía el corazón en la garganta. – Lalisa me ha contado que iniciaron su noviazgo está mañana, también que tenías algunas preguntas.

- Sí, yo... sí señor, padre, papá. No quería importunar con mis preguntas – Lisa por favor ven y sálvame.

- Nada de eso, es normal. Pero no es de eso de lo que te quiero hablar. – sentí que mi presión se normalizaba poco a poco. – Quiero hablarte de Lalisa – su rostro se suavizó, sus ojos brillaron, realmente él sintió alegría cuando dijo su nombre y era algo genuino.

- Lo escucho – dije mirándolo y ofreciéndole una sonrisa.

- Ella y mi esposa son lo más preciado para mí. Lalisa es una buena persona, es inteligente y realmente nunca quise está vida para ella, yo intenté acabar con esta organización, pero no pude hacerlo, pensé que tendría más tiempo, pero no es así.

- Papá ¿A qué se refiere? – pregunté sin pensar.

- No te preocupes hija, Lalisa, mi niña, como aún la veo – su voz tenía un tono de tristeza pero también de orgullo – te necesitará, está vida no es sencilla, solo te pido que no le hagas daño, ella me confesó que te ama y sé qué hará lo correcto para estar contigo y no sabes cuánto me entusiasma eso.