Tú y yo, contra el mundo 「au」

Capítulo 10: Conociendolo.

.Ha ocurrido un pequeño incidente en la escuela.

Kakashi sintió una oleada de ansiedad. Su mente estaba en movimiento, considerando las posibilidades mientras salía de casa a toda prisa, sus pasos apresurados resonando en el pasillo.

Corrió hasta la escuela, su mente llenándose de imágenes de Naruto herido, de caídas y accidentes. Cada paso lo acercaba más a la verdad detrás de la llamada y al estado de su hijo.

Cuando llegó a la escuela, su corazón latía con fuerza en su pecho. La maestra estaba allí para recibirlo, con una expresión tranquilizadora en su rostro.

—Kakashi, Naruto está bien, pero hubo un pequeño altercado con otro niño durante el recreo. No es nada grave, solo algunos rasguños y magulladuras. Ya han sido atendidos.

Kakashi asintió, aliviado, pero todavía preocupado. Siguió a la maestra hacia el área donde los niños estaban reunidos, esperando ver a Naruto. Y ahí estaba, su corazón dio un vuelco al verlo. Naruto estaba de pie, con la ropa un poco sucia y la mejilla marcada por lágrimas secas. Pero lo que llamó su atención fue el niño de cabello negro que estaba cerca, de pie con los brazos cruzados y una mirada desafiante en sus ojos.

Naruto lo vio acercarse y corrió hacia él, su expresión mezclada de alivio y felicidad. Kakashi lo abrazó con ternura, asegurándose de que estuviera bien antes de mirar al niño de cabello negro. Los dos niños compartieron una mirada silenciosa, una especie de entendimiento que trascendía las palabras.

El alivio se mezcló con la confusión mientras Kakashi se acercaba a Naruto. Agachándose a su nivel, examinó a su hijo rápidamente, buscando señales de heridas o lesiones. La ropa estaba sucia y desordenada, pero no parecía haber ningún daño grave.

—Naruto, ¿estás bien? —preguntó, su voz suave pero cargada de preocupación.

Naruto asintió, sus ojos azules brillando con emociones contenidas. —Sí, papá. Estoy bien.

Su primera pelea, pensó Kakashi, había pensado en tantas cosas, pero no en una pelea. Aun así, se sentía orgulloso, podía tacharlo de la lista de los libros para padres.

Miró al niño de cabello negro, el otro protagonista de esta escena. —Tú también ¿estás bien?

El niño se inclinaba tímidamente, sus ojos expresando una mezcla de culpa y preocupación. Kakashi captó algo más en su mirada, algo que le recordaba a su propio pasado, a las veces en que se había sentido culpable por algo que no había podido evitar.

—Fue un accidente, ¿verdad? —preguntó Kakashi con calma, su tono amigable.

—Tengo entendido por otros que discutieron por quien era mejor, sabes como son los niños —rió la maestra a su lado—. De todas maneras, no debe preocuparse, señor Hatake.

Kakashi asintió con atención mientras la maestra le explicaba lo sucedido, escuchando cada palabra con seriedad. Luego de asegurarse de que Naruto no tenía lesiones graves, aceptó las palabras de la maestra con gratitud y volvió su mirada hacia su hijo. Naruto estaba parado a su lado, mirando al suelo con los brazos cruzados, una mezcla de enojo y frustración en su rostro.

—¿Qué tal si vamos a casa y hablamos al respecto, hm? —propuso Kakashi, su voz tranquila pero cargada de cuidado.

Naruto ascendió, sus hombros ligeramente encogidos. No parecía enojado, pero Kakashi podía ver la frustración en su expresión. Sin decir una palabra más, Kakashi se agachó un poco y extendió sus brazos, invitando a Naruto a subirse. Naruto aceptó la oferta sin dudarlo, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de su padre mientras era alzado con facilidad.