¡𝙰𝙲𝚃𝚄𝙰𝙻𝙸𝚉𝙰𝙲𝙸𝙾𝙽𝙴𝚂 𝙻𝙴𝙽𝚃𝙰𝚂!
𝑳𝑶 𝑷𝑹𝑶𝑴𝑬𝑻𝑶 || ❝ Y recuerda, jamas rompas tus promesas ❞
Hikari Uchiha, es la hermana menor de Shisui Uchiha.
Y tiene un par de dudas sobre lo que realmente sucedio 𝙚𝙨𝙖 fatidica noche y hará t...
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𝐻𝑜𝑦 𝑒𝑛 "𝐿𝑜 𝑃𝑟𝑜𝑚𝑒𝑡𝑜"...
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❝ 𝑫𝒊𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒂 𝒆𝒍𝒍𝒂 ❞
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Narra: Hikari Uchiha.
—Técnicamente Dios no es una mujer, las deidades no tienen sexo tan solo su forma física se asemeja a la forma femenina.—antes de que Tina pudiera continuar coloque un dedo en sus labios.
—Déjame vivir en mi fantasía.—rogué con voz susurrante, ella me miro extrañada pero asintió.
—Bien...y ¿como llegaste aquí?—preguntó confundida, cruzándose de brazos, sus alas se estiraron y se elevo ligeramente.
—Me perdí.—respondí con simpleza encogiendome de hombros.—Quería dar un paseo y termine en este...jardín.—mis ojos vagaron nuevamente por las flores.—Es lindo.
—Debe ser así, fue creado en conmemoración para Kyomi Uchiha.—respondió mientras limpiaba sus manos con un pequeño pedazo de tela.
—Así veo...—murmuré, de alguna manera sentía como si me mira.—Lo que no entiendo, es porque nos parecemos tanto.—confesé mirando la estatua a los ojos, que debo admitir me daba un poco de repelús el gran parecido entre las dos.
Aunque también debo admitir que una estatua mía se vería muy bien.
¿Así me veía sin flequillo?
—Tal vez es porque pertenecen al mismo clan.
Al escuchar las palabras de Tina negué con la cabeza ligeramente, no, no tenía nada que ver con eso.
—Que seamos del mismo clan no significa que tengamos que parecernos.—respondí y sin darme cuenta comencé a caminar alrededor de la fuente, para mirar la estatua desde todo sus lado.—A menos que...—y ahí estaba, justo lo que estaba buscando.
El antiguo emblema del clan.
—A menos que sea pariente mía.—en la espalda de su vestido se encontraba el emblema del Clan Uchiha, no el común, el de la rama secundaria.
En tiempos pasados para diferenciar la rama principal de la secundaria acudieron a hacer un pequeño cambio en el emblema original.
El cambio consistió en algo pequeño pero muy significativo, al rededor de todo el abanico se dibujaban en color negro lo que parecía ser una secuencia de cadenas.
—"Encadenados."—susurré recordando aquella historia que mi madre dijo que la abuela Youta alguna vez me había contando. Así era como se les llamaba a los de la segunda rama, los encadenados, sus vidas estaban atadas a los de la rama principal desde el momento en nacían hasta el momento en sus almas abandonaban sus cuerpos.
