Capitulo 2: El sueño de lazos negros

62 11 1
                                    

La noche del sueño habló con All Might y no volvió a dormir, aunque todos le repetían que debía hacerlo. ¿Cómo iba a hacer eso? Ellos no sabían lo que él había vivido, no vivido, casi recordado. Se ahogaba en su sueño, los lazos negros no lo dejaban respirar, no le permitían moverse y solo podía ver aquella escena. ¿Qué hacía si se dormía y volvía a soñar?

    Pero lo que más temía era el sentimiento de no tener el control, de no poder dominar ese nuevo poder. Ni siquiera sabía si era nuevo o era parte del One for All. ¿Qué pasaría si la próxima vez no rompía solo unos cristales? No podía permitirlo.

    No tenía cómo solventar sus dudas, ni All Might tenía la respuestas y no podía arriesgar a nadie mientras su mente no estaba clara. Tampoco tenía fuerzas para fingir, puede que sí las tuviera el primer día, pero cuando llegó el tercero estaba llegando a su límite. Sabía que Uraraka y Tenya no se merecían que los apartase, mucho menos Todoroki que le dio el espacio que necesitaba sin habérselo pedido. Era consciente de que no debía afrontar nada de eso solo, pero no podía contar lo del One for All, esa era su carga.

    Aquella tarde, había tomado la decisión de no caer más en la trampa de hacer pequeñas siestas a lo largo de la noche, iba a tratar de mantenerse despierto, aunque tampoco era su idea más brillante.

    La música que brotaba de sus cascos lo mantenía descentrado de todo aquello, mientras se preparaba un café, evitando repetir una vez más ese sueño. Las melodías le permitían dedicarse a fantasear, hasta que su imaginación se cansase, entonces seguiría investigando. Si pensaba más en ello enloquecería.

    Alguien apareció a su lado para quitarle su taza de las manos, oculto entre los sonidos de guitarra y abrazado por la oscuridad de la habitación. Se sorprendió al ver que era Kacchan, pero aquel susto le había quitado dos años de vida.

    —¡Kac-Kacchan! No sabes el susto que me has dado.

    Se quitó los cascos, antes de llevarse una mano al pecho tratando de controlar su desbocado corazón. Tanto que se sintió sin fuerzas para quejarse cuando el rubio tiró su bebida al fregadero. ¿Pelear de madrugada era lo que Dios le había preparado para aderezar su semana de mierda?

    —No puedes tomar esto por la noche, sino no dormirás estúpido nerd.

    —Esa era la idea...

    Ya se estaba yendo, alejándose de cualquier pelea con su amigo de la infancia, que por su falta de fuerza del momento no se veía capacitado para afrontar. Entonces una mano lo tomó de la muñeca tirando de él, obligándolo a girarse para mirarlo a los ojos.

    —¿Crees que salgo de mi cuarto a estas horas y bajo a la cocina por cualquier secundario de pacotilla que se levanta de su cama, Deku? Más vale que no me mientas y me cuentes que pasó la otra noche.

    —¿Qu..qué? No, yo no, no pasó nada Kacchan.

    —¿Vas a mentirme también a mi?

    Esperaba recibir gritos, enfado y más que seguro desaprobación por parte del rubio, pero nunca había esperado aquella tristeza. Era sutil pero tan rara de ver en Kacchan que cayó en su pecho como una losa. ¿Qué tan preocupado estaba por él? Por Kacchan podía abrirse, por él podía permitirse mostrarse como realmente se sentía, con Kacchan sí que podía.

    —Lo siento yo... ¿podemos ir a hablar a tu cuarto? No me siento cómodo, no aquí.

    Izuku sintió bajar la mano de Kacchan de su muñeca hasta su mano para tomarla con más cuidado del que solo había sentido en sueños. ¿Eso era que aceptaba hablar en privado?

Un sueño con Lazos OscurosWhere stories live. Discover now